El músico venezolano buscará inspiración en las naciones bolivarianas para completar al menos dos obras, principalmente una que estrenará el año entrante la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas
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El compositor venezolano José Agustín Sánchez se prepara para emprender una gira por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia donde buscará “los sonidos del Sur” en sus lugares originarios, con la intención de capturarlos, reinterpretarlos y devolverlos trasformados en una obra académica contemporánea, cercana a la sensibilidad popular, en la que el público latinoamericano pueda verse a sí mismo en una suerte de retrato musical.
Según lo previsto y por su nueva condición como compositor residente de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas (OSMC), la obra resultante de este recorrido que durará un año será estrenada por este cuerpo artístico capitalino, aproximadamente en octubre de 2018.
Para completar este proyecto el compositor inició una campaña de microfinanciamiento en la cual el público de cualquier parte del mundo puede colaborar, en la página web https://www.kickstarter.com/.
De esta manera José Agustín Sánchez continúa el desarrollo de una metodología de composición que descarta el aislamiento en una oficina o estudio y sale al encuentro con las musas que emanan de la exploración directa y multisensorial con los espacios naturales, además de las que surgen del contacto directo con la gente, con las sociedades y su diversidad cultural, sus costumbres y sus estímulos cotidianos.
CONTACTO DIRECTO
En conversación con el Correo del Orinoco Sánchez advirtió que por un parte existe un prejuicio según el cuál la música académica contemporánea es “abstracta, fea y rara”. Esto se combina con la creencia, por parte de los compositores, de que el público no comprende sus creaciones.
“El compositor es un investigador, debe salir, conocer su entorno, tener contacto directo con al sociedad para poder comunicarse con ella en sus obras de manera efectiva. A veces los compositores no hacen el esfuerzo verdadero de conectarse con la gente y observar aquello que les hace reaccionar. A veces decimos que a la gente le gustan cosas de mala calidad y yo creo que debemos preguntarnos qué tienen eses géneros musicales, llámese reguetón, bachata, merengue, etcétera, que hacen que la gente reaccione emocionalmente. Esa es la pregunta”, reflexionó el creador musical.
A juicio de Sánchez, el reto para los compositores contemporáneos es buscar esos elementos que conmueven y conectan con la gente e interpretarlos en formato sinfónico para el desarrollo de una voz propia con un lenguaje y una estética potable para el público en general y no solo para entendidos. “Si la música no se conecta con la gente, ahí hay un problema”, aseguró Sánchez.
ANTECEDENTES
En esa búsqueda por establecer una conexión con el público por medio de sus composiciones en el intento de marcar distancias con estéticas que puedan parecer elitistas, José Agustín Sánchez ha emprendido una serie de proyectos que lo han llevado a buscar inspiración en África en el año 2011.
De esa experiencia surgió la sinfónica titulada Amazónica una composición dedicada al planeta, al calentamiento global, que completó con una vivencia en la Gran Sabana venezolana.
Luego, durante su último año de estudio en el Bard Collage de Nueva York, José Agustín Sánchez se convirtió en el primer venezolano en ganar la beca Thomas J. Watson Fellowship que le permite al beneficiario viajar durante un año por algún lugar donde no haya estado antes en busca de inspiración para nuevos proyectos creativos.
Esto lo llevó hasta Asia, donde compuso la obra Cinco discursos de paz, pieza escrita nada menos que en el campamento base del Everest. En ese mismo viaje, específicamente en Camboya, escribió La muerte del Chepe, su primera obra para violín y orquesta que espera estrenar este mismo año con la participación del destacado violinista venezolano Eddy Marcano.
LEYENDAS VENEZOLANAS
En los últimos dos años Sánchez recorrió buena parte del territorio nacional para emprender un proceso de observación e investigación que finalmente le inspiraron obras como Salsa en tiempos de guerra y La leyenda del Diablo de Carora.
Esta última se convirtió en la segunda creación sinfónica de un ciclo vinculado a las tradiciones orales venezolanas que comenzó con La leyenda del Silbón estrenada en 2013 por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, con la dirección de Joshua Dos Santos, durante la primera edición del Concurso de Composición Simón Bolívar, cuando ganó el segundo lugar del certamen al que se postularon mas de 30 piezas.
DE VIAJE CON LA SAYONA
A propósito de este ciclo sobre las leyendas populares de nuestro pueblo, durante su próxima gira por los países bolivarianos José Agustín Sánchez, además de buscar los elementos que le permitan conceptualizar una pieza con los sonidos del Sur, tiene planificado completar una obra con base en el mito de la Sayona, un leyenda muy extendida en la región que forma parte de acervo oral compartido en Latinoamérica.
Aun cuando en un principio Sánchez pensó, para el caso de la Sayona, en una composición para guitarra eléctrica y orquesta, la propuesta mutó para cambiar la guitarra eléctrica por la trompeta.
“La guitarra eléctrica quiero involucrarla en otra leyenda una que estoy comenzando a estudiar. Los distintos tipos de trompetas, por los diversos registros, pueden simular más los tonos de un llanto. Voy a trabajar con el venezolano Pacho Flores, que es uno de los mejores trompetistas del mundo”, adelantó Sánchez.
TRAS LOS PASOS DE BOLÍVAR
En su nuevo proyecto Los Sonidos del Sur Sánchez buscará estímulos directos que le permitan “conceptualizar una obra sobre el recorrido de Simón Bolívar y los lugares que Hugo Chávez visitó”, para sentir la energía de estos paisajes y la esencia de su gente con el objetivo de traerlas en forma de obra musical para que la estrene la OSMC.
En este sentido el compositor se concentrará en dos aspectos principales. Por una parte, el paisaje y las peculiaridades naturales de cada lugar a visitar. El segundo aspecto a estudiar es la sociedad y el vínculo de estas con el espacio.
“Lo principal es la gente, sus creencias, la espiritualidad, su energía, su cultura su cotidianidad, su música, su comida, los olores del lugar, los hábitos de cada región, de cada etnia. La idea es sumergirme en todo eso y captar su esencia para darle sentido a los conceptos que le darán forma a la composición”, explicó.
DIARIO DE VIAJE
Como parte de esta iniciativa, el autor creará una suerte de diario de viaje sonoro, con composiciones de un minuto o menos de duración, que publicará diariamente en sus redes sociales, junto con un breve texto que explique qué lo inspiró o conmovió en determinado momento.
En otro orden de ideas, con este proyecto se retoma en Venezuela la figura del compositor residente, un sistema que el director de la OSMC Rodolfo Saglimbeni ya ha aplicado con éxito en su paso por otras orquestas.
“José Agustín Sánchez es uno de los compositores venezolanos que se proyecta con mucho futuro. Es muy inquieto, con una gran ímpetu y mucha iniciativa y con mucha creatividad. Obviamente su residencia no significa que sera el único compositor asociado con la OSMC pero si por un año, con el proyecto que presenta, es algo que nos interesa”, manifestó Saglimbeni.