José Altuve: “Que me digan que no me motiva a luchar”

Dijo orgulloso: “La fanaticada del Magallanes es la mejor del mundo. He sido magallanero toda mi vida”

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“No sé si he sido el mejor padre. Solo sé que tengo los mejores hijos”, señaló Carlos Altuve refiriéndose en un video a todos, pero en especial a José Altuve, campeón bate de la Liga Americana y rey de la Serie Mundial 2017 con sus Astros de Houston.

Cansado pero muy orgulloso, el pequeño gigante del bateo recibió el premio Luis Aparicio como el Mejor Jugador venezolano este año que está por finalizar. El propio Salón de la Fama de Grandes Ligas, el zuliano Aparicio le entregó el bien merecido galardón.

El aragüeño acotó: «Es el premio más importante que hay en Venezuela, porque sabemos lo difícil que es ganarlo con todo el talento que tenemos. También es un orgullo para mí recibir este premio rodeado de mi familia, mi gente, mi país y de la mano de Luis Aparicio que es una leyenda. El premio es para mí uno de los más importantes que puedo recibir en mi carrera, tanto que apenas este es mi segundo día en Venezuela y ya vine a buscarlos”.

Señaló que no jugará con su querido Magallanes, donde debutó en la justa 2010-2011: “En mi primer turno con el equipo grande en el estadio de Barquisimeto estaba muy asustado realmente. Cuando me subieron de la paralela no me lo esperaba y estaba un poco asustado, pero había visualizado que podía hacerlo, así como todas las metas que me he planteado”.

Considera que el Magallanes le trajo buena suerte: “Tengo una buena historia y suerte con el equipo que me dio la oportunidad en Venezuela, ya que en el año 2011 debuté en las Mayores con Houston. Siento que la LVBP, que es muy exigente y con mucho talento, me ayudó mucho en mi crecimiento”.

Esa pasantía con la nave y, por supuesto, el haber participado en los partidos Caracas-Magallanes en su momento, le hicieron decir con orgullo: “La fanaticada del Magallanes es la mejor del mundo. Además, he sido magallanero toda mi vida”.

Señala que estar en Venezuela lo motiva mucho: «He estado en varios lugares después de ganar la Serie Mundial, pero nada como estar aquí, con tu gente, en tu casa».

MUY POSITIVO

“Soy positivo ante todas la cosas que quiero hacer. No me gusta de verdad que me digan que no puedo hacer algo, pero también es lo que más me motiva a luchar. En mi camino hacia las Grandes Ligas lo que escuchaba era no, no y no. ‘Que no vas a llegar me decían’, pero siempre luchaba y estaba positivo”, rememoró el segunda base de apenas 1.68 de estatura.

“Respeto a la gente que motiva e impulsa a la gente. Eso vale más que cualquier otra cosa, la gente que siempre impulsa hacia la dirección correcta. En un equipo siempre debe haber gente motivadora, que te diga cómo puedes mejorar”, acotó el hombre que tiene cuatro campañas seguidas pegando 200 o más hits.

“Si tengo que agradecer a mucha gente. La primera es mi familia, empezando con mi papá, que me llevaba a practicar todos los días y fue quien me enseñó todas las cosas que sé gracias a Dios”, esbozó el siempre humilde maracayero.

“De los peloteros que admiro, Miguel Cabrera para mí es un héroe por la manera que batea. A Omar Vizquel, a quien crecí viendo su gran carrera en las Grandes Ligas y tantos más”, acotó ante otra interrogante.

MVP CRIOLLO

No oculta que sería “un honor ganar” el Más Valioso de la Americana, pero sabe que hay otros candidatos con fuerza, como su compañero Carlos Correa y el novato Aaron Judge de los Yanquis de Nueva York: “Siempre lo he dicho que para mi Carlos (Correa) es, si no el mejor pelotero, es el por lo menos el segundo. Corre, tiene buen brazo, hace de todo. Lo que más destaca de él es la madurez que tiene a pesar de su poca edad. Tenemos una relación cercana porque somos segunda y shorstop, lo que hace tener una relación más cercana”.

Para todos los peloteros de las Grandes Ligas es un sueño, un honor, ganar el MPV. Sin embargo, el premio más importante es haber ganado la Serie Mundial jugando en equipo y ante el gran favorito: los Dodgers de Los Ángeles, principalmente por su pitcheo. Para mí es el logro más grande que se puede obtener, lo conseguí junto a mi equipo hace unos días con el campeonato mundial, sobre todo porque fue en un juego siete”, refelxionó más detalladamente.

El haber sido campeón mundial todavía lo tiene “en un proceso de digerir. Lo más importante es que todo el equipo: los 25, 30 que estuvieron este año en el día a día para conseguir lo que conseguimos, se merecen el reconocimiento. El equipo no dependía de dos o tres peloteros, dependía de los 25. Todos en un momento dieron el batazo, hicieron una jugada o lanzaron bien. Ese trabajo en equipo mereció ese triunfo”.

Ese “teamwork” se reflejó en la postemporada y especialmente en la Serie Mundial: “En el caso de los bateadores teníamos muy buena comunicación. Por ejemplo, si Correa o Springer habían enfrentado a un pitcher que yo no había enfrentado, me decían ‘mira la pelota se le mueve hacia tal lado. Que la pelota se mueve un poquito de lo que se ve en la pantalla. Que la slider no baja, sino que se va para los lados. Eran pequeñas cosas que te ayudan en la caja de bateo”.

Su rutina diaria cuando está con sus siderales es llegar temprano al estadio para prepararse: “También podías meterte en la computadora a ver un programa para ver cuáles son tus números contra algún pitcher, que están lanzando contra uno. Me gusta ese análisis. Otra clave es pasar la página día a día. No importa si tuviste un juego muy bueno o muy malo, lo importante es pasar la página. Va a haber 162 partidos, va a existir de todo, pero lo importante es empezar de nuevo al día siguiente”.

Señala que la fanaticada de Houston lo aprecia porque estuvo en las verdes, como cuando el equipo perdió más de cien encuentros un año: “La fanaticada de Houston se merece este primer campeonato porque nos apoyaban desde que pasamos por malos momentos. Nos decían que sí podíamos. Siempre nos estaban apoyando todos estos años”.

No quiere pensar en lo que le faltaría a Houston para repetir el cetro el año entrante. Señaló que pocos jugadores del club podrían declararse agentes libres: “Lo importante es que la base del equipo va a estar y eso será la clave para el año que viene”.

En su carrera de siete años señaló a los derechos Félix Hernández y Justin Verlander “como los dos más difíciles”.

T/ Eduardo Chapellín
F/ AFP
Caracas