José Gregorio Hernández un venezolano santificado por el pueblo

Hoy se cumplen cien años de la desaparición física del insigne doctor José Gregorio Hernández, y además de las cadenas de oración para lograr su pronta beatificación, en su homenaje fue inaugurada en la Biblioteca Nacional la exposición “El Médico de los Pobres”, donde se aprecia la vida, obra y el significado que tiene para los venezolanos este santo popular

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En el centenario de su fallecimiento, el anhelo del pueblo venezolano es que el doctor José Gregorio Hernández sea declarado beato, un paso previo para que sea considerado santo, de derecho, aunque ya la población lo considera virtuoso, mientras que la Santa Sede, en Roma espera un milagro como requisito para otorgar el estatus al Santo del Pueblo.

Para rendir tributo a este personaje, que es, sin dudas, un referente para los venezolanos, por la integridad que demostró en las diferentes facetas de su vida, fue inaugurada la muestra Biblio-hemerográfica “El Médico de los Pobres” en la Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca Nacional, en la avenida Panteón, en Caracas, acto presidido por el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas Poljak, quien afirmó que José Gregorio Hernández es un santo venezolano santificado por el pueblo.

José Gregorio, dijo Villegas, desborda ampliamente su faceta religiosa, que es la más explotada mediáticamente “y en el imaginario popular, este insigne médico nos encuentra a todos y a todas independientemente de las diferencias religiosas y políticas que pueda haber”, afirmó.

En torno a la beatificación del médico trujillano, el ministro destacó que “es un santo santificado por el pueblo; José Gregorio no es de esos santos que sorprenden a una comunidad, a un país, a un continente o al mundo cuando se les canoniza y nadie los conocía (sin desmeritar a cualquier vida consagrada a la espiritualidad), pero de pronto cuando son personajes desconocidos el pueblo se pregunta ¿qué santo será ese?, ¿qué habrá hecho?”.

En cambio -prosiguió Villegas- el día que ocurra, que confiemos en Dios en que ocurra, que el Vaticano a un ritmo más lento que el ritmo de un pueblo, acepte que José Gregorio Hernández es un santo “pues ese día habrá fiesta en toda Venezuela y en todas sus fronteras, porque José Gregorio ya es el Santo del Pueblo”, aseveró.

José Gregorio combinó el estetoscopio y la bata blanca con el fusil cuando fue necesario.

Considera el titular para la Cultura que más del tema de la santidad, en la vida de José Gregorio Hernández “observamos una integralidad que es muy presente, se formó en Nueva York, fue el Pasteur americano y ese hombre desde la cúspide del conocimiento y del prestigio personal sintió la clarinada del llamado a la patria”. Sobre este aspecto recomendó ver la película La Planta Insolente, de Román Chalbaud, con guión de Luis Britto García, donde se recrea el episodio del científico venezolano que ante el bloqueo y la agresión imperialista de la época atendió el llamado del Gobierno de Cipriano Castro y se alistó como miliciano para defender con las armas en la mano la soberanía de la República. Fue un hombre consagrado a dar vida, a salvar a los enfermos, “y supo combinar el estetoscopio y la bata blanca con el fusil cuando fue necesario”, recalcó.

La medicina como apostolado

En opinión de Villegas, José Gregorio Hernández, fue precursor de Barrio Adentro, que nos inspira a esa escuela que lleva la salud donde están los más necesitados, sin que medie el concepto mercantil de la salud, porque una persona enferma no es una oportunidad de negocios, no de caridad sino de aplicación práctica del amor, en compartir los conocimientos para salvar una vida y no para enriquecerse.

Comentó que el enigma de cómo muere el destacado personaje en una ciudad donde existían pocos vehículos seguirá siendo objeto de estudio, por muchos años, “pero los aportes que un individuo como él dio a la Venezuela de su tiempo, están allí y es demasiado importante su figura, y debemos reconocer que el pueblo venezolano por esa intuición que tienen los pueblos, lo ha convertido en su santo antes que el Vaticano”, aseveró.

Estima que hoy entre los venezolanos y venezolanas necesitamos de esas referencias porque es el cemento que nos une. “Sobre todo en momentos de dificultades en que una nación como la nuestra ha sido sometida a persecuciones, bloqueo, agresiones, que pudieran ser un caldo de cultivo que permitiría la disgregación de una nación, y en esas circunstancias son todavía más importantes elementos cohesionadores de una sociedad como nuestro gran Médico de los Pobres, el Santo del Pueblo, José Gregorio Hernández, porque nos dan un espacio donde encontrarnos, más allá de las diferencias y una referencia ética y moral a la cual seguir”.

Indicó que entre el material que contiene la muestra se encuentra un libro que el Médico de los Pobres dedicó con su puño y letra a Elías Toro, al respecto dijo, “este material que custodia la Biblioteca Nacional es más valioso que cualquiera de los lingotes que custodia el Banco Central de Venezuela”, enfatizó.

Un ser humano íntegro

En la apertura de la muestra, la historiadora Ileana Morantes ofreció una semblanza de la vida y obra del apóstol trujillano, donde resaltó que aunque es una exposición pequeña es muy importante porque en el centenario de su muerte este apóstol está más presente que nunca, “es un gran referente para los venezolanos, y aunque lo vinculamos más con lo religioso, es el padre de la medicina tropical, de los estudios de microbiología, de bacteriología, de histología, de fisiología y fue profesor en la Universidad Central de Venezuela durante 28 años”.

Entre otros datos, dijo que el virtuoso médico se dedicó a la investigación, formó al sabio Rafael Rangel quien era de su equipo médico. Refirió que Hernández marcó un hito en la parte de la ciencia, porque antes la medicina era más empírica, “ y cuando trae al país el microscopio y otros instrumentos, logran aislar para sus estudios los microbios, las bacterias y se da un paso gigantesco hacia la ciencia experimental como tal”, destacó.

Comentó que José Gregorio fue un ciudadano íntegro, formado en lo científico, académico, que tiene la parte académica muy internalizada, pero al mismo tiempo tiene valores ciudadanos, sociales, humanos, tiene ética y ejerce su profesión como un apostolado.

Entre otras facetas señaló la investigadora que el Médico de los Pobres escribía artículos en El Cojo Ilustardo, escribió varios libros, “que se encuentran en la exposición”, pintaba, ejecutaba varios instrumentos, hablaba cinco idiomas, aprendió sastrería y se confeccionaba sus trajes, entre otras habilidades”.

Un santo de hecho

Mencionó Morantes que el Vaticano va a la zaga del hecho social, porque ya los venezolanos lo internalizaron, forma parte de su idiosincrasia y lo tienen como santo, le rezan como santo, le piden y le tienen fe como santo. Señaló que ya nosotros tenemos un santo de hecho, más no de derecho, porque el derecho canónico no ha dicho que es santo, “y se puede ver desde el hogar más humilde hasta el más aristócrata, todo el mundo que tiene una persona enferma le reza a José Gregorio Hernández”, aseveró.

Indicó que en la Biblioteca Nacional reposan las obras completas del doctor José Gregorio Hernández, y que se lograron rescatar gracias a sus alumnos , entre ellos el doctor Pepe Izquierdo y Rísquez que conservaron los apuntes de clase y se conservan también recetas que él daba a sus pacientes. Afirmó que el médico virtuoso era también muy familiar, pendiente de sus hermanos y sobrinos. Como dato citó citó que en uno de sus viajes a Europa como regalo para sus hermanas y sobrinas les trajo cortes de tela y les dibujaba los modelos para que se mandaran a hacer sus trajes, “era un hombre que estaba en todo”, afirmó.

Médico con altos valores éticos

En la vida de José Gregorio Hernández hay cuatro aspectos muy importante que destacar, como son: su vocación con altos valores éticos del ejercicio de la medicina, que hoy se ha convertido en un comercio; como segundo punto, la solidaridad, la colaboración y la atención al prójimo, señaló el director de la Biblioteca Nacional, Ignacio Barreto.

Sobre su beatificación indicó que el impedimento ha sido que José Gregorio Hernández, es una figura profundamente popular, “no es un santo como los de la Edad Media, que hasta llegaron a ser reyes y príncipes sino que es un santo del pueblo y por lo tanto la devoción que ha cultivado el pueblo ha sido una devoción popular, lo hace que el pueblo construya sus propios altares, donde están María Lionza, el Negro Miguel, Simón Bolívar incluso, y José Gregorio Hernández, elementos que no van de la mano con las exigencias de la jerarquía católica”, explicó.

Refirió que nadie se imagina que el Médico de los Pobres en los tiempos de Cipriano Castro fue una persona capaz de agarrar un fusil y decir: “Yo también defiendo la soberanía de mi país”. En torno a la muestra, Barreto dijo que tenemos las obras que escribió JGH. “Uno de los ejemplares que están en la muestra está autografiado por el médico de Isnotú y podemos observar su letra autógrafa. Se aprecia también el original del ejemplar de El Universal del 30 de junio de 1919 donde aparece reseñada la muerte del insigne médico”.

Además se pueden observar fotos de la Botica de Velázquez, del Hospital Vargas y de la sede de la Universidad Central de Venezuela. Finalmente invitó al público en general a visitar la exposición que se mantendrá durante un mes de lunes a sábado de 9:00 am hasta las 2: 00 pm.

Vigilia y oración en la iglesia La Candelaria

Desde la medianoche y durante todo el día de hoy en la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, en Caracas, se estarán oficiando misas cada hora para orar por la pronta beatificación del doctor José Gregorio Hernández, quien según el decir popular ha realizado numerosos milagros, pero tanto la oficina que se encarga de este caso, como voceros del Vaticano han informado que falta un milagro comprobable para que pueda ser considerado beato el médico trujillano por la iglesia Católica, aunque para los venezolanos ya es santo y siguen elevando sus peticiones por la pronta salud propia o de algún familiar, inclusive es común escuchar cómo muchas personas han recibido sus favores en la curación de enfermedades. Igualmente los devotos continúan pidiendo que sea beatificado el Médico de los Pobres, como se le conoce a este profesional de la medicina oriundo de Isnotú, Trujillo.

T/ Elízabeth Pérez Madriz
F/ Luis Graterol