“Claramente el paro petrolero fue un error desde lo político y desde lo económico”, sentenció el economista José Guerra en conversación con Correo del Orinoco. Sostuvo que esos meses de paralización determinaron lo que ocurrió después con la industria.
“El primer efecto fue una caída de la producción, así como de la comercialización” detalló Guerra. Explicó que aunque a partir del año 2003 los precios del petróleo comenzaron a levantarse, y ayudó a mejorar la situación, “aún hoy, después de 12 años, Pdvsa no ha sido la misma”.
UN PARO POLÍTICO
Guerra reconoce que el año 2002 fue marcado por un golpe de Estado y un paro “que no fue reivindicativo sino político”. Sostiene el argumento a partir del hecho de que “ahí no hubo pliego de peticiones por parte de los trabajadores, ni era un problema de aumento de sueldos”.
En este sentido, reiteró que “no fue una huelga petrolera: Había una situación política en el país y la gente que dirigía el conflicto pensó que se podían producir cambios en el gobierno”.
En esa misma línea, Guerra manifestó su desacuerdo con el despido de muchas trabajadoras y trabajadores de la industria en ese momento. “Hubo más de 25 mil despedidos; creo que eso fue exagerado”, alegó.
A su juicio, se pudo haber solo despedido a las personas que se encontraban en la directiva y promovieron el paro. “Creo que no se debió prescindir de un conjunto de gente que quizás no tenía responsabilidad directa en la paralización”, declaró.
LA RECONFIGURACIÓN
Guerra considera que Pdvsa no ha logrado recuperarse totalmente por la reconfiguración que sufrió la empresa después del paro: “Se dedicó más a lo social y menos a la producción e igual se le está dejando en manos de compañías extranjeras”.
El economista cuestiona la forma en la que la meritocracia se llevó a la industria petrolera; no obstante, hace hincapié en su defensa al mérito: “No estoy de acuerdo con la burocratización, pero Pdvsa sí tiene que ser manejada por gente que conozca la complejidad de dirigir una empresa que juega en las grandes ligas del negocio mundial”.
A su juicio, en ese sentido “hemos cometido muchos errores y lo estamos pagando en accidentes”. Comentó que Pdvsa “tiene una alta tasa de siniestralidad porque se ha sustituido la gente que conoce del negocio por gente vinculada a partidos políticos; eso es un grave error”.
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LA NÓMINA Y LA PRODUCCIÓN
Otro de los elementos que cuestiona el economista, en el proceso de reconfiguración que él señala, es “la incapacidad de aumentar la producción petrolera”.
Por el contrario, indicó, lo que sí ha aumentado es la nómina de Pdvsa. Precisó que antes del paro del año 2002 la empresa contaba con unos 35 mil trabajadores y posteriormente pasó a 140 mil.
“Pdvsa empezó a asumir un conjunto de actividades relacionadas con la política social y de distribución de la renta que ha hecho que hoy, con una nómina triplicada, produzca menos que antes del paro”, declaró.
“UNA SITUACIÓN COMPLICADA”
Actualmente, sostuvo Guerra, “el gobierno en el fondo reconoce que Pdvsa está en una situación complicada y la prueba” es el cambio en sus autoridades.
Guerra realizó críticas a la gestión que siguió después del paro ya que “no pudo subir la producción, triplicó la nómina, endeudó la compañía y ahora está rematando los activos”.
A su juicio, “la única manera de recuperar la industria es redefiniendola y centrándola en el negocio petrolero”. Planteó la creación de una oficina especial que se encargue de distribuir la renta en las misiones sociales: “La industria no debe hacer las dos cosas al mismo tiempo, hay que concentrala en producir bien petróleo”.