Sostiene la directora del Instituto de Filosofía del Derecho de LUZ|Josefa Camejo lideró la incorporación de la provincia de Coro a la causa patriótica

Era el sueño de Josefa Camejo lograr la anexión de la provincia de Coro a la causa patriota, actividad que alimentó con todo detalle y corriendo grandes riesgos, desde 1818 a 1821, usando la fortaleza que le brindaba la red conspirativa que construyó entre Maracaibo, Bogotá y su natal Paraguaná, destacó la profesora Elida Aponte Sánchez, directora del Instituto de Filosofía del Derecho de La Universidad del Zulia (LUZ), al ser entrevistada por el Correo del Orinoco por cumplirse hoy 18 de mayo, 225 años del nacimiento de la gran heroína venezolana.

Caracas, Barinas, Mérida, Maracaibo y el Campo de Carabobo, donde combatió con su propio ejército, conocieron el ardor y la dedicación de Josefa Camejo a la Independencia de la patria, méritos por los cuales –el 8 de marzo de 2002– el comandante eterno Hugo Chávez decidió llevarla al Panteón Nacional, en el contexto de las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer, subrayó la profesora Aponte Sánchez.

Oradora de orden en esa ceremonia, la catedrática del Zulia destacó que fue a Josefa Camejo a quien el general Rafael Urdaneta le confió la rendición de la provincia de Coro que, como la provincia de Maracaibo, era renuente a la independencia y apoyaba a los realistas.

Considera la profesora Aponte Sánchez que la personalidad de Josefa, su convicción, claridad de ideas y decisión de acciones, la hacían merecer la obediencia de civiles y militares, “era bella físicamente y con un valeroso compromiso en pro de la independencia y estas condiciones le permitieron concebir y liderar esa revolución que estalló el 3 de mayo de 1821, en la que, con su triunfo, logra la incorporación de la provincia de Coro a la Independencia”, rememoró.

Luego de estos hechos, los patriotas toman Coro, capital de la provincia, cuyos gobernantes realistas se rindieron sin oponer resistencia, huyendo hacia Puerto Cabello.

Josefa participó en la formación del nuevo Gobierno presidido por Mariano Arcaya, dio su reflexión sobre la Independencia y redactó el oficio que narra, sin reclamo alguno de reconocimiento o petición de cargo, los hechos acaecidos, que fueron conocidos por el general Urdaneta en Maracaibo, apuntó.

LAS MUJERES DE LA INDEPENDENCIA

Durante la Colonia, según el modelo imperante, la mujer debía ser sumisa y su destino era el matrimonio o la vida religiosa, mas siendo la Guerra de Independencia un tiempo de excepción, las mujeres partidarias de esa causa se vieron envueltas en las mismas luchas que los hombres, comentó la profesora Aponte Sánchez.

Actuaron no solo desde sus hogares: lucharon en los campos de batalla, en algunos casos cuerpo a cuerpo como soldadas.

Todos los espacios fueron ganados para la lucha por nuestra Independencia. Así, la tarea de la comunicación de las acciones libertarias fue realizada por las mujeres, en muchas ocasiones bajo disfraz para no levantar las sospechas de los realistas.

Ellas, emulando a las revolucionarias francesas, organizaron fiestas en los salones de sus casas coloniales y participaron activamente en las conversaciones y la formulación de estrategias para el avance de la propuesta libertaria de Venezuela, explicó.

Enfatizó luego la también investigadora que “… imaginarlas en un mero acto de contemplación durante la guerra es desconocer el papel protagónico de nosotras e invisibilizarnos, como hizo la historia tradicional, anclada en la ideología patriarcal.

LA EXTRAORDINARIA JOSEFA CAMEJO

Josefa Camejo pertenecía a la clase mantuana y pasó sus primeros años en el hato El Aguaque en Paraguaná, rodeada de mucho afecto y atenciones por ser hija única. Tuvo una escasa preparación escolar, que recibe en el Convento de San Francisco en Coro, donde a los 15 años de edad, enterada del revés de la expedición de Francisco de Miranda, lideró un grupo de jóvenes que daban ánimo a los promotores del movimiento emancipador.

En 1810 actuaba en la Junta Patriótica y en 1811 estaba ya totalmente incorporada a la lucha independetista, ante la mirada complaciente de sus progenitores, sobre todo de su madre y de su tío, el presbítero Mariano Talavera y Garcés, patriota igual que ella y amigo de Rafael Urdaneta, afirmó.

Luego de una breve pausa, la profesora Aponte Sánchez contó que “Talavera y Garcés no solo influyó en el compromiso patriótico de Josefa sino que sirvió de puente para el encuentro entre ella y Urdaneta”.

Su compromiso patriótico era tal que el 18 de octubre de 1811 suscribe en Barinas con otras revolucionarias una carta dirigida al gobernador de esa provincia pidiendo armamentos para abocarse a la guerra y manifestando estar incorporada a la misma.

LA ANONIMIA Y LA INVISIBILIZACIÓN

Careció de una pensión para su retiro, que los hombres luchadores en la guerra tenían, aunque sus contribuciones no fueran tan importantes como la que ella dio. En 1830 se vio obligada a abandonar el país por su apego y lealtad al ideario de Simón Bolívar, subrayó.

Al trazar un paralelismo con los tiempos modernos, la académica de LUZ dijo en tono crítico que “superado el tiempo de excepción que fue la guerra por la Independencia, los hombres se han negado a compartir el poder paritariamente con las mujeres, retornándolas al papel que el patriarcado les ha asignado (limitadas a lo doméstico) lo que convierte esos procesos en revoluciones incompletas o inacabadas, ajenas a más del cincuenta por ciento del pueblo, que somos las mujeres”.

Las que han escrito la participación de las mujeres han sido las historiadoras feministas, cuya gran contribución a la historiografía de Venezuela y del mundo fue sacarnos de la anonimia aportando estudios que hoy son de consulta obligatoria en la formación científica, resaltó.

Y para concluir el encuentro periodístico puso de relieve que “…autoras como Carmen Clemente Travieso, Ermila Troconis de Veracoechea, entre otras, y autores como Aníbal Hill y Juan C.

Esteves han sacado de las sombras las extraordinarias contribuciones a la Independencia de Venezuela hechas por Josefa Camejo”.

T/ Mercedes Aguilar
I/ Vargas