Juan Carlos Parisca: vida y alegría

El destino le tenía deparado al combatiente Juan Carlos Parisca abandonar este plano físico el pasado miércoles 30 de agosto, justo el día en que se conmemora El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Muchos de los nombres que hoy aparecen entre los mártires de la Revolución fueron sus compañeros de lucha, constructores de sueños y utopías. Él como ellos asumió los riesgos y vivió los sobresaltos. Sobrevivió a las acechanzas de la muerte y nos acompañó hasta hace poco cuando fue al encuentro de sus camaradas.

Su abuelo paterno tenía el mismo nombre del hombre más extraordinario del mundo, como llama el Libertador Simón Bolívar a Simón Rodríguez. Simón Narciso Parisca Reyes, nacido en 1871, fue un dentista graduado en la Universidad Central de Venezuela el 8 de septiembre de 1892 y fue quien trajo, desde Nueva York, la primera silla odontológica con taladro eléctrico que hubo en Caracas (porque hasta entonces eran de pedal).

Para el Che Guevara los revolucionarios pertenecen a un estadio superior de evolución del ser humano. “Son brújula y astrolabio. Nos señalan el arquetipo a seguir. El tipo de hombre y mujer que ha de redimir a la humanidad. El modelo supremo que nos justifica como especie. El tipo de personas que puestas en la balanza, en contraposición con los seres que por sus acciones nos han avergonzado, hacen que recuperemos la fe en que vinimos a este planeta a producir más beneficios que maldad”. (José Gregorio Linares, La utopía posible).

Juan Carlos Parisca, “comandante Pedro Manuel” como lo llamaban en tiempos de la guerrilla, nació el 20 de agosto de 1939 en Caracas. José Martí insiste en no dejarse cautivar por “héroes de colorín”, y valorizar a “los héroes verdaderos de la vida, los que padecemos por los demás, y queremos que los hombres sean mejores de lo que son”. Dijo: “…Los pueblos tienen la necesidad de amar algo grande, de poner en objeto sensible su fuerza de creencia y amor”.

Eso hizo Juan Carlos Parisca. Cuando tenía 20 años, siendo estudiante de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, se unió al Frente Guerrillero Simón Bolívar de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) en las montañas de Lara bajo la égida de Argimiro Gabaldón. Luego asumió que el combate por la Patria lo reclamaba en otros espacios. Se dedicó a impulsar proyectos autosustentables en el campo de la ingeniería.

En un viaje que hicimos a Los Humocaros en el estado Lara, dimos una serie de ponencias en el Fundo Zamorano Carmelo Mendoza. Entre los formadores se encontraba Víctor José Cuello, Manuel Arciniega, César Ramos Cedeño, Ángel Prieto Coronado y José Gregorio Linares.

Allí habló de lo que fue la guerra de guerrillas que libró en la zona. Entre el público había gente de nuestro pueblo, campesinos, artesanos, vendedoras ambulantes, líderes sociales. La mayoría gente de la tercera edad que en cualquier lugar pasaría inadvertida. Cuando hablaron supimos por qué estaban allí. Habían sido baquianos, estafetas, informantes en tiempos de la guerra. Muchos habían usado el fusil cuando se cerraron los caminos de la democracia para el pueblo en Venezuela.

Y ahora estaban allí juntos, resplandecientes, rejuvenecidos en el recuerdo, y mas firmes que nunca en sus convicciones socialistas. Sin su lucha no habríamos llegado hasta aquí; sin su ejemplo no tendríamos suficiente fuerza para impulsarnos y continuar.

Fue interesante escuchar las conversaciones entre Juan Carlos y “El Pelón” Cuello, de cómo éste se inició en la guerrilla de la mano de Parisca.

-Yo estaba medio descarriado y un día me llamó Pedro Manuel, me habló de lucha de clases, me habló de la esclavitud, de la explotación del hombre por el hombre. Él cambió mi vida. Todo lo que soy se lo debo a él. Es mas que mi hermano, es mi maestro, es mi guía, confesó, ya hacia la medianoche, “El Pelón”.

En su última etapa de militante fue parte de la Célula Andrés y Ramón Pasquier, de la Fundación de Combatientes de los Años 60 y de la Escuela de Defensa Integral Comandante Eliézer Otaiza (Ediceo), estructuras todas que funcionan en la quinta “Castillete” en El Paraíso y que lo postularon como candidato a constituyentista, quien, con una agenda que debe ser considerada por la Asamblea Nacional Constituyente, propuso debatir sobre:

(1) Estrategia para la defensa integral ante una agresión imperialista;

(2) Rescate y dignificación del término “Colectivo”;

(3) Transformación de la Venezuela del rentismo petrolero en una sociedad productiva;

(4) Construcción masiva de viviendas por los propios beneficiarios;

(5) Castigo contra la corrupción administrativa;

(6) Fortalecimiento de la ciudad socialista, y

(7) Difusión del Pensamiento Bolivariano.

La vida de Juan Carlos Parisca es una declaración de amor por la Patria de Bolívar. “Matías”, como le llamaron en una época, se armó de la adarga de los ideales con los que entregó su vida para construir un mundo mejor.

Su vasta lucha quedó registrada en el libro Brigada 31. Allí cuenta: “…una noche escuchamos por la radio la terrible noticia de que Carache ha muerto. No lo podemos creer. No nos explicamos qué ha pasado. Es un golpe durísimo. Quedamos todos desconcertados y dudamos que sea conveniente seguir adelante con el plan. Enviamos un mensajero a El Tocuyo a confirmar la noticia. Regresa al día siguiente ratificándola. Es verdad. No sabemos en qué circunstancias murió, pero es así. Nos cuesta mucho mantener la calma. Los guerrilleros mas sensibles no aguantan y lloran. Especialmente los campesinos. Pasamos unos días de mucha duda. El veinte de diciembre decidimos seguir adelante con la operación, que sería lanzada el veintitrés. Priva el criterio de demostrar públicamente que a pesar de la desgracia, la lucha no se acaba”.

En su último artículo publicado en Últimas Noticias el 13 de agosto, nos dijo en relación al primer punto de su programa, que era necesario “…prepararnos para enfrentar la intervención armada de las fuerzas de la reacción interna y externa, para lo cual no hay respuesta que no sea la conjunta del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, esto es, la Guerra del Pueblo”.

Luego concluye: “…Particular significación tiene para mi esta tarea, por permitirme mencionar ideas y experiencias que conservo desde el tiempo ya lejano, cuando tuve el honor de formar filas bajo el mando del comandante Argimiro Gabaldón”. Hoy, los pueblos de Sanare y los Humocaros lo lloran porque, como dice Simón Rodríguez, “los pueblos de todos los tiempos han honrado a sus bienhechores, los han divinizado, y el llanto ha sido el regocijo con que han celebrado su memoria”.

Juan Carlos Parisca seguirá siendo vida y alegría en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte. Su despedida será hoy domingo 3 de septiembre, a partir de las 8 am., en el cementerio de La Guairita. ¡Honor y gloria, camarada Parisca!

rojasolaya@yahoo.es

Caracas