Jubilados continúan protestando en España para exigir «pensiones dignas»

La Puerta del Sol en Madrid llena de jubilados

Decenas de miles de jubilados, bajo lluvia y frío, se manifestaron este sábado, 17 de marzo, en toda España para exigir «pensiones dignas» al gobierno de Mariano Rajoy, que pretende subirlas este año apenas un 0.25 por ciento, muy por debajo de la inflación.

«Estamos cada vez peor, sobre todo los que tenemos las pensiones más pequeñas», dijo Mari Carmen Calvo, una ex peluquera septuagenaria que cobra 500 euros mensuales de pensión.

Los sindicatos, que también temen una privatización de las pensiones por parte de la derecha gobernante, convocaron para este sábado unas cien manifestaciones a lo largo y ancho del país. Hombres y mujeres de la tercera edad salieron a las calles de Madrid y Barcelona (donde según la policía local hubo 30 mil manifestantes) y también de Sevilla, Valladolid o Castellón, entre otras ciudades.

«Está habiendo una pérdida de poder adquisitivo en las clases más modestas», abundó Emilio Zamora, ex empleado de la tabacalera Altadis, que lucía un cartelito con unas tijeras y el lema «Su botín es mi crisis. Sin pan no hay paz».

Con el apoyo de la oposición, exigen que las pensiones suban al ritmo de la inflación -que cerró 2017 en el 1.2 por ciento interanual-, máxime en un país donde el PIB creció por encima del 3 por ciento los tres últimos años.

«La gente está movilizada porque está harta de que el país crezca pero ese crecimiento no se distribuya entre la mayoría social (…) y la población pensionista», afirmó bajo la nieve en la manifestación de Madrid Unai Sordo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), el más importante del país.

Los sindicatos temen que esta política de revalorizaciones mínimas esté buscando favorecer las pensiones privadas, por lo que exigen un blindaje de las pensiones públicas. Dicho temor se acentuó cuando en febrero el gobierno aprobó un real decreto que incentiva el ahorro privado a modo de complemento para las pensiones.

En las empresas también es generalizada esta sensación. Según un estudio de la auditoría KPMG publicado en noviembre, un 97 por ciento de las empresas españolas cree que será necesario recurrir a sistemas de ahorro privado para jubilarse con un nivel aceptable de ingresos.

RAJOY: LAS PENSIONES SON UN GASTO CRECIENTE QUE ES NECESARIO CONTENER

En un discurso ante el Parlamento el miércoles, Rajoy reiteró que quiere subir las pensiones un 0.25 por ciento este año, como en los dos anteriores, y por lo demás se limitó a prometer «una mejora» de las pensiones mínimas y de viudez.

Sin embargo, no cifró cuál sería ese aumento, y sobre todo, lo condicionó a la aprobación de los Presupuestos de 2018, que su Partido Popular, minoritario en la cámara, sigue negociando arduamente y presentará hacia finales de marzo.

Argumentó que el país tiene ante Bruselas el compromiso de no rebasar el 3 por ciento de déficit, y que debido al envejecimiento de la población, las pensiones son un gasto creciente que es necesario contener. De hecho, el gasto público en pensiones pasó en diez años del 21.6 por ciento del total al 29 por ciento en la actualidad, siendo la mayor partida de gasto de las administraciones.

Rajoy volvió a pronunciarse sobre la cuestión este sábado en un acto de su partido en Marbella (sur), para reiterar que será precavido de cara a futuros aumentos. Dijo así que las pensiones «subirán lo que podamos, y haremos un gran esfuerzo, pero no pueden subir lo que no podamos».

La presión es fuerte sobre el gobierno conservador de Rajoy, que al calor de la recuperación económica ya subió los sueldos de los funcionarios y propició un acuerdo entre la patronal y los sindicatos para aumentar el salario mínimo un 4 por ciento este año.

Al mismo tiempo, supone una ecuación política delicada para el PP, que tiene en los pensionistas un importante vivero de votos y trata de conservarlos frente al empuje del partido liberal Ciudadanos, al que los sondeos colocan ahora en cabeza.

T/CO con información de La Jornada
F/AFP