Un total de 889 arrestos arrojó en todo el país la Operación Fiela, una iniciativa del gobierno de Sudáfrica para acabar con la delincuencia y restablecer el orden en zonas afectadas por la reciente violencia contra los extranjeros.
La operación, que inició a finales del mes pasado, permitió hasta el momento neutralizar a individuos asociados a las drogas, asaltos, asesinatos, así como con la tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.
El mayor número de detenciones ocurrió en las provincias de Gauteng (414), KwaZulu Natal (278) y Eastern Cape (125), según informó este lunes la Estructura Nacional Conjunta de Operaciones e Inteligencia (Natjoints).
También trascendió que al menos 745 personas fueron conducidas por permanecer sin documentación dentro del territorio sudafricano. «Estos individuos serán deportados y entregados a las autoridades de sus respectivos países», subrayó el teniente general Elias Mawela, presidente de Natjoints.
Operación Fiela, que significa «barrido» en sesotho, es una estrategia interdepartamental multidisciplinaria dirigida a librar al país de armas ilegales, casas de drogas y redes de prostitución, entre otros delitos.
Además pretende frenar el flujo de inmigrantes indocumentados, la trata de personas y la anarquía general.
El aumento de la visibilidad de las fuerzas de seguridad se ha traducido hasta ahora en calma en las áreas conocidas de violencia como Thabazimbi, en Limpopo; Thembelihle, en el sur de Johannesburgo, e Isipingo, en KwaZulu-Natal.
Mawela destacó la respuesta a la medida y alentó a los miembros de las comunidades, tanto nacionales como foráneos, a que vivan en paz y armonía.
Indicó a su vez que los servicios de inteligencia continúan supervisando el ciberespacio evaluar y detectar cualquier comentario que pudiera incitar a la violencia contra los extranjeros.
Durante los disturbios relacionados con ataques de xenofobia en el último mes perdieron la vida siete personas y más de mil 500 fueron desplazadas de sus lugares de residencia.