En EE.UU. cada año envían a dos millones de adolescentes a prisión, pese a que el 95% de ellos nunca cometieron un crimen violento, informa la revista NationalJournal.
Además, en los centros de detención viven más de 60.000 estadounidenses, de 18 años de edad o menos.
El problema principal es que el 76% de los jóvenes que se encuentran detenidos en las cárceles nunca regresan a la escuela.
Algunos senadores ya están elaborando enmiendas para cambiar la situación y sustituir el encarcelamiento por trabajos sin reclusión.