Los militares ecuatorianos del Batallón de Selva 55 “Putumayo” destruyeron aproximadamente 1.800 plantas de coca, ubicadas en dos parcelas de un área total de 2.200 metros cuadrados.
Los sembríos se encontraban en un terreno selvático de difícil acceso, en una isla formada en el río Putumayo, 20 kilómetros río abajo desde la cabecera cantonal de Putumayo (Puerto El Carmen), en el sector denominado Sindiyacu (región Amazónica).
Las plantas se encontraban sembradas en forma dispersa, evidenciando una falta de cuidado y mantenimiento. Las plantaciones estaban visiblemente afectadas por las inundaciones que se suceden en el sector por la crecida del río Putumayo, producto de la fuerte estación invernal que afecta a la región amazónica.
La destrucción se ejecutó conjuntamente con efectivos de la Policía Nacional, con el fiscal contra el Crimen Organizado Transnacional e Internacional, Pablo Santos, quien tomó procedimiento y autorizó la destrucción en el lugar.
Una vez realizado el marcaje del área, se procedió a la contabilización y desprendimiento de las plantas, la cuales fueron incineradas en el lugar que se encontraron.