La detención y tortura de los menores sucedió el pasado 17 de julio. Los uniformados los golpearon y los insultaron mientras los desalojaban de un terreno que los jóvenes habían recuperado para sembrar.
La Policía Nacional de Honduras, cumpliendo órdenes del Estado y con la autorización del sistema judicial, mantuvo en la cárcel a cuatro niños campesinos que también fueron torturados por espacio de media hora boca viendo hacia el sol en el suelo y sin comer. Unas 48 horas después fueron puestos en libertad y a las órdenes del sistema judicial de Marcala, La Paz.
La detención y tortura de los menores sucedió el pasado 17 de julio durante el desalojo de una tierra perpetrado por los uniformados con gases lacrimógenos y uso excesivo de la fuerza.