Tras diez años de su visita a la isla|Julieta Venegas endulzó a La Habana con la magia de su voz

Con su voz melódica y dulce, la cantautora mexicana Julieta Venegas cautivó al público habanero que se hizo cómplice en un concierto especial y único, dedicado a las mujeres y niñas del mundo, víctimas de la violencia.

«Hola mis queridos cubanos, es un placer muy grande poder estar aquí entre ustedes. Estoy feliz», expresó emocionada Venegas, quien desplegó toda la magia de su voz en un desbordado Teatro Nacional, cuya sala Avellaneda quedó pequeña para recibirla.

Los cantantes cubanos Rochy Ameneiro y Santiago Feliú fueron los encargados de abrir la velada, a favor de la campaña Únete de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que cada quien, desde su arte, dijo No a la violencia contra las féminas, no al machismo, no al maltrato.

Sonriente y mostrando esa suavidad que la caracteriza, Venegas entró al escenario acompañada de la euforia y aplausos para interpretar, desde el piano, una de las piezas de su más reciente álbum Otra cosa.

Poco más de una hora y media le bastó para entregar lo mejor de sí al público, con temas de casi toda su discografía y algunos clásicos convertidos ya en himnos para sus seguidores entre ellos Limón y sal, Lento, De mis pasos, Canciones de amor y Un lugar.

La armonía entre su inseparable acordeón, el piano y la guitarra, la elegancia y delicadeza de su figura, y la ternura de sus canciones en las que habla del amor, el desamor, la inseguridad, la vida, fueron los ingredientes perfectos de una noche mágica para sus admiradores que la aplaudieron una y otra vez.

Casi al filo de la medianoche, a punto de despedirse, interpretó, quizás, una de sus piezas más conocidas por los cubanos, Me voy, con la que levantó en pie al auditorio, en su mayoría joven. Y casi al final, una grata sorpresa: acompañada de Rochy Ameneiro hizo vibrar al teatro con los acordes de Eres para mí.

La artista mexicana agradeció a los presentes por todas las muestras de afecto manifestadas y aseguró que no era una despedida sino un muy hasta pronto.

Tras casi 10 años de su primer concierto en la isla, cuando apenas iniciaba su trayectoria, Julieta Venegas regresó para encantar a los cubanos, que le retribuyeron con una cerrada ovación.

Este miércoles la Embajadora de Buena Voluntad de Unicef presidirá un panel en la que demandará poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, y mañana partirá rumbo a Ecuador para participar en las fiestas de Quito.

Fuente/Prensa Latina
Foto/Archivo