Júrame que no es verdad lo que pasó

Los medios concentrados se negaron a visibilizar al pueblo venezolano y su histórica participación en los comicios del domingo. Prefirieron hacer gala del fuego con el que terroristas de oposición atacan a los cuerpos de seguridad, para presentarlo como una muestra de la represión

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“Yo iba caminando por la avenida Río de Janeiro y de repente veo, al llegar al cruce del puente de Las Mercedes, que los chamos se acomodan detrás de los escudos, mientras en el otro extremo se agrupaba un montón de fotógrafos, de repente empiezan a amenazarnos para que corramos. Los chamos disparan con esos tubos como de fuego, los fotógrafos empiezan a tirarnos fotos a nosotros. Esperaban la respuesta de las lacrimógenas por parte de la policía y nuestro pánico ante los manifestantes encapuchados para convertirnos en sus ‘víctimas de la represión’, todo estaba montado para vernos encerrados y que tuvieran sus fotos, o tal vez peor, sus muertos, para las portadas de los medios donde laboran”. Así nos relata una joven trabajadora su travesía para huir de uno de los macabros espectáculos armados por la oposición en complicidad con fotorreporteros para obtener su botín. No les importa la vida de los venezolanos, lo de ellos es la bolsa de plata.

En un terrible guión de película, un grupo de reporteros, la mayoría al servicio de medios internacionales, se han convertido en mercenarios de la comunicación, a quienes no les importa la vida ni el sufrimiento humano. Están convencidos de que tienen que llenar sus bolsillos a costa de convertir a Venezuela en una tragedia.

Son tan peligrosos como aquellos que disparan, como a esos que queman vivos a otros seres humanos. Tal vez son peores, están mucho más conscientes de su rol que muchos de los jóvenes que participan en las guarimbas a cambio de droga o dinero. Esos jóvenes podrían darse cuenta del engaño al que son sometidos, los fotorreporteros que participan del guión están en plena conciencia de qué hacen y con qué objetivo.

Así como participan de las farsas, involucrando como “extras” a personas inocentes, también lo hacen en las emboscadas contra los cuerpos de seguridad. El 10 de julio fue el primer “ensayo”: la banda de violentos coloca un explosivo para emboscar a una comisión motorizada de la Guardia Nacional Bolivariana. Todo filmado y fotografiado cuadro a cuadro por los fotorreporteros. Estalla la bomba y ellos festejan con su botín. Mercenarios.

El domingo 30 de julio necesitaban un episodio similar para mentir al mundo con sus fotos. Las mismas gráficas tomadas en un escenario de emboscada preparado lo repitieron ayer. Necesitaban mucho fuego, necesitaban colocarse en el lugar desde donde se viera que el fuego era obra de las víctimas. Siete efectivos de la PNB resultaron heridos en distintos grados de gravedad. Las víctimas convertidas en victimarios por la dictadura de los medios y de sus mercenarios fotorreporteros.

El País de España y los diferentes significados del 42%

JÚRAME QUE NO ES VERDAD

El domingo el pueblo venezolano se encargó de despejar muchas mentiras. La masiva participación en los comicios constituyentes les desbarataba el discurso. Los centros de votación llenos les impedía hacer la foto de impacto que necesitaban para presentar a un gobierno deslegitimado. Solo les quedaba encerrarse en los reductos de la violencia para ejecutar la emboscada terrorista y comunicacional.

Ayer los medios concentrados demostraron, una vez más, su esencia, actúan como un cartel. Desde Buenos Aires hasta París dijeron lo mismo: represión y dictadura, eran sus palabras clave para elaborar sus portadas y titulares. El fuego su gráfica. No les pidamos alguna palabra sobre las zonas que fueron secuestradas por las bandas violentas, eso sería esperar mucho de ellos.

El caso de la “gran prensa” española parece el más espeluznante. Los dueños de los medios con periodistas a sus servicios piensan que están en los tiempos de Felipe V y que Venezuela sigue siendo una Capitanía General. Sus portadas dedicadas casi por entero a Venezuela, dedicadas a dar órdenes de hablar de una dictadura con el pueblo votando. Muchos de ellos son los mismos o herederos de aquellos que trataban con beneplácito al dictador Pinochet o que hacían portadas con un angelical Hitler compartiendo con niños.

Qué decir de medios peruanos como El Comercio que calló sin rubor alguno en la época de la guerra sucia contra la izquierda, que guardó silencio ante las masacres. O qué decir de Clarín de Buenos Aires, que habla de “Domingo sangriento en Venezuela”. Son los mismos que festejaban con bombos y platillos cada aniversario de la dictadura. Todos queriendo dar clases de democracia a la Venezuela que vota casi anualmente y decide libremente sus destino.

LA OTRA CARA

Hubo también la prensa que dijo la verdad o que, al menos mostró equilibrio. La coincidencia, la mayoría de ellos no son parte de los medios concentrados. La Jornada (México) habló de “Ocho millones de personas que avalan la Constituyente”. Página12 (Argentina) decía:»Un voto con festejo chavista y crítica opositora».

El medio digital ElDiario.Es de Madrid expresaba: “El 41% del censo electoral vota la Asamblea Constituyente de Venezuela impulsada por Maduro”. Actualidad RT (Rusia) dijo: “Gana la democracia en Venezuela”. En tanto Hispantv (Irán) expresó: “Amplia votación en favor de la Asamblea Nacional Constituyente”. A decir verdad, son pocos frente al cartel. Pero es mucha la voluntad del pueblo venezolano por demostrar su verdad.

T/ Chevige González Marcó
F/ Internet
Caracas


La foto

En el portal Público.Es el periodista Pascual Serrano también escribió al respecto. Su trabajo se titula: “La foto de un atentado terrorista en Caracas que convierte en represor a la víctima”. Lo reproducimos a continuación:

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La mayor parte de los medios de comunicación españoles han utilizado la violencia durante la jornada electoral en Venezuela para cargar contra «la represión del régimen de Maduro», a pesar de que se trataba de ataques de los grupos de encapuchados que colaboran con las marchas opositoras.

Este domingo fueron las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela. Entre las numerosas acciones violentas de la oposición que intentó boicotear las votaciones destacó una bomba incendiaria detonada al paso de varios efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Caracas.

Una explosión que provoca siete agentes heridos y que nadie hubiera dudado en calificar de atentado terrorista en cualquier lugar del mundo.

Pero en los medios españoles, en plena campaña contra el gobierno de Maduro, hasta el punto de que llevan semanas silenciando las acciones terroristas de los manifestantes opositores, incluidos los asesinatos de simpatizantes del gobierno que han sido quemado vivos, convierten la espectacular foto del atentado en una acusación de represión contra el gobierno.

Es el mundo al revés, el gobierno que convoca unas elecciones es acusado de dictador y la foto de un atentado terrorista contra él se presenta en portada de periódicos como la prueba de su represión.

Los agentes de policías de un gobierno legítimo sufren un atentado con bomba y la prensa española lleva la foto a la portada para hablar de “violencia y represión” del gobierno, “baño de sangre” provocado por el presidente, las votaciones son “votación golpista” y “desata la violencia”. Y la policía no sufre un atentado, simplemente pasó por al lado de una explosión. Hemos llegado al punto en que acercarse a un quiosco de prensa es alejarse de la verdad de lo que sucede en el mundo.

T/ Pascual Serrano
Madrid


DESVERGÜENZA

A continuación reproducimos el editorial el medio digital LaRepublica.Es acerca del rol jugado por los medios del Estado español en la jornada de elección constituyente. El texto se titula “La desvergüenza de los medios españoles con Venezuela alcanza límites repugnantes”

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Más de ocho millones de venezolanos (el 41,5% del total) votaron en la elección de los 545 miembros de la Asamblea Constituyente, según los datos de la Comisión Nacional Electoral. Para entender lo que supone que ocho millones de personas hayan votado, basta dar unos datos: en las elecciones presidenciales de 2012, Hugo Chávez obtuvo 8.191.132 votos. En 2013, Maduro superó los 7 millones y medio de votos, y en las parlamentarias del 2015 rondaron los 5,6 millones.

Nicolás Maduro celebró la victoria: “Tenemos una Asamblea Constituyente, ocho millones de votos en medio de amenazas es un éxito absoluto. Fue la mayor votación que tuvo la Revolución Bolivariana en 18 años, el pueblo dio una lección de valentía”, afirmó Maduro, ante centenares de partidarios que se concentraron en la plaza Bolívar, en Caracas.

La oposición por su parte se ha inventado la cifra del 12% para deslegitimar a los más de ocho millones de venezolanos que han ejercido su derecho al voto, y ha asesinado a 12 personas durante la jornada electoral, dejando además 63 heridos.

Pese a esta realidad incontestable, los medios españoles siguen preparando a la opinión pública para una invasión del país latinoamericano.

El diario ABC en su portada de hoy ha titulado que “Maduro encubre con violencia y represión el fracaso de su constituyente”, ilustrando la supuesta violencia con una fotografía de una explosión durante un atentado perpetrado por la oposición fascista.

En Antena 3, durante un programa especial en la mañana de hoy, ha clamado en favor del golpe de Estado, y tertulianos como Carlos Baute ha calificado de “héroes y libertadores” a los terroristas de la oposición.

En Telecinco, que también ha emitido un programa especial sobre Venezuela, se ha acusado al gobierno legítimo de Nicolás Maduro de “narcogobierno” y han culpado del desabastecimiento en el país a la administración venezolana, olvidando que es la gran burguesía del país (que según el presentador del programa no existe) la que lleva años escondiendo miles de toneladas de productos básicos, para acusar al gobierno de desabastecimiento.

El País, el diario golpista por excelencia, publica en el mismo artículo que José Félix Pineda, un candidato chavista a la Constituyente en Ciudad Bolívar, fue asesinado a tiros, y que la violencia la ha ejercido el gobierno venezolano. Demencial.

El medio de Pedro J. Ramírez, El Español, ha publicado un artículo, llamando al proceso democrático venezolano “La Constituyente sangrienta”.

Estados Unidos por su parte, condenó enérgicamente la elección de la Asamblea Constituyente en Venezuela y prometió “medidas fuertes y acción rápida” dirigida al gobierno del presidente Nicolás Maduro. “Esta elección pone en peligro el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación”, declaró en un comunicado Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado norteamericano.

Mientras todo esto ocurre, los países donde Occidente ha llevado “la democracia” siguen disfrutando de la prosperidad impulsada por Estados Unidos y Europa: Libia se ha convertido en un estado fallido donde diariamente se subastan esclavos. Siria sigue combatiendo desde hace 6 años, a los fascistas del Estado Islámico armados por EEUU y Europa. Y Ucrania está gobernada por un régimen literalmente neonazi, que asesina con total impunidad. Pero oiga, donde no hay libertad de expresión y los medios defienden al régimen es en Venezuela.

T/ LaRepublica.Es
Madrid