Juventud impulsa patios productivos y crea escuela de formación de saberes

Las misiones Saber y Trabajo, Chamba Juvenil, Hogares de la Patria, el movimiento Eulalia Buroz, la Jpsuv y la alcaldía, se unen en el occidente de esta localidad para fomentar este proyecto y a su vez montar una escuela con “maestros pueblo”. Se han identificado experiencias de cría de conejos, gallinas, cabras, ovejos cerdos de cultivo de vegetales

_________________________________

María Victoria Sánchez Durán es apenas una muchacha de 16 años y ya es considerada una experta cunicultora. Desde hace unos cinco años, cuando un señor en Bejuma le regaló un cazar de conejos, se dedicó a criar estos animales peludos que parece que no envejecieran nunca. Actualmente tiene once madres y dos machos en las jaulas metálicas, colocadas en un pequeño galpón ubicado en la parte trasera de su casa en Montalbán, por los lados de la entrada del pueblo, viniendo de Bejuma.

Además de los conejos, Sánchez Durán posee unas cuantas gallinas, un vivero y un patio sembrado de auyamas, caraota, quinchoncho, maíz, yuca, hortalizas, plantas medicinales.

“En la casa no hemos tenido tantas necesidades como en otras”, dice, al referirse a las ventajas de tener un patio productivo, sobre todo en estos tiempos de dificultades, agravadas con la pandemia de la Covid-19.

Sánchez Durán es una de las “palabreadas” para que comparta sus conocimientos en la Escuela de Formación de Saberes que se montará muy pronto en el municipio Montalbán. El proyecto fue aprobado recientemente por la dirección regional carabobeña del Ministerio del Poder Popular para la Juventud, mediante la Misión Saber y Trabajo y la Misión Chamba Juvenil, según informa Luis Colmenares, otro joven, también criador de conejos, quien a nivel local está al frente del plan Yo soy Joven Productivo.

La escuela de Formación de Saberes, dice Luis Colmenares, funcionará en la Aldea Bolivariana José Andrés Castillo, donde también hay una sede del Inces, organismo que certificará los cursos y talleres que allí impartan los llamados “maestros pueblo”.

Un grupo formado por la Misión Saber y Trabajo, Misión Chamba Juvenil, Hogares de la Patria, el Movimiento Eulalia Buroz, la alcaldía del municipio Montalbán, la Juventud del PSUV, recorre las localidades o recibe información para identificar las experiencias productivas y a las personas o líderes que adelantan estos procesos, a fin de captarlos como instructores para la escuela de saberes, apoyarlos en sus labores de siembra o cría. Igualmente se busca multiplicar los patios productivos y otras iniciativas hogareñas que permitan aumentar la producción de alimentos, generar empleos, dinamizar la actividad económica y combatir, desde el ámbito local, la guerra que sectores poderosos, internos y externos, sostienen contra el pueblo y la Revolución Bolivariana.

“Venimos haciendo un trabajo desde hace dos años cuando el presidente Nicolás Maduro hizo el llamado a recorrer, buscar, incentivar a los jóvenes a la producción de alimentos. Ahora estamos abordando las comunidades. El trabajo es más fuerte porque nos están haciendo el llamado a duplicar y triplicar los esfuerzos para producir más. Tenemos un plan piloto para visitar las distintas comunidades y ver cómo ellas producen en tiempo de pandemia. Hay muchas experiencias satisfactorias, tanto en producción vegetal como animal, textiles, y otros oficios. Ya hemos visitado e identificado unos 20 patios productivos con experiencias distintas, en cría de conejos, gallinas, cerdos, cabras, ovejos, cultivos de vegetales, hortalizas, aliños, plantas medicinales. Todos están produciendo para el consumo del hogar, el sustento de la familia”, señala Luis Colmenares.

Trabajo en equipo

En las visitas a las comunidades del programa de los patios productivos, a Luis Colmenares lo acompañan Francis Romero, responsable del eje occidental del estado Carabobo de la Misión Saber y Trabajo, y además tiene a su cargo el área de proyectos estadales. Con ellos están Leonardo Heredia, Rosmary León, responsable municipal del Movimiento Hogares de la Patria Eulalia Buroz, formado por jefes de hogares del municipio, y José González, quien dirige la oficina municipal de la Gran Misión Saber y Trabajo.

“Las visitas”, indica Colmenares, “a las comunidades también las canalizamos a través de la Gran Misión Hogares de la Patria, porque son las lideresas las que están produciendo a través del hogar. Queremos priorizar a la juventud como parte importante del motor productivo nacional, pero estamos uniendo esfuerzos con las otras instituciones para incentivar a la comunidad en general a que produzca, a que podamos sacarle provecho al espacio más pequeño, para satisfacer necesidades colectivas”.

Colmenares detalla que la escuela de formación es dirigida por organizaciones juveniles, pero que esto no es limitante para que se involucren otras personas. El que pase por la escuela será certificado, y debe comprometerse a producir y expandir el sentido de pertenencia a la comunidad.

Francis Romero explica que se está a la búsqueda en el territorio de los “maestros pueblo”, que son los que tienen la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo de toda una vida.

“Me quedé sorprendida porque María Sánchez Durán tienen apenas 16 años y ya la captamos como maestra pueblo. Esto indica que hay personas jóvenes que sí saben y están produciendo. En esa escuela de saberes habrá cursos de cunicultura, textil, producción de alimentos agrícolas, cría de animales, carpintería, panadería. Eso también lo vamos a enlazar con el Inces que es el que certifica. La duración del curso va a depender del esquema y la metodología del maestro pueblo y de cuántos días a la semana puede disponer”, señala Romero.

Luis Colmenares detalla que con la escuela programan crear inicialmente un núcleo cunícula municipal en el cual se coloque una cantidad de madres e invitar a las personas a que se formen y conozcan la experiencia. Una vez certificados con el curso se les entregará una cantidad de ejemplares para que inicien la cría.

“Tenemos estimado llevar el núcleo a distintas comunidades. En un año evaluar, ponernos metas. Vamos a lograr que se declare al municipio Montalbán ciento por ciento actividad productiva cunícula. Imagínese que logremos muchos más con las mismas familias que se formaron en el primer núcleo. Vamos a tener una gran cantidad de productores, y vamos a ser referencia a nivel estadal”, asienta.

Rosmary León, responsable municipal del Movimiento de Hogares de la Patria Eulalia Buroz, destaca que las visitas a las comunidades han permitido constatar que hay más productores de lo que se había estimado. Campesinos y productores han crecido y persistido en el tiempo a pesar de la pandemia de la Covid-19 y la guerra económica. Se ha incentivado la producción animal y la producción de vegetales. Y también se ha visto cómo ha funcionado el trueque. Las personas han librado esa batalla con la producción familiar, ya que aunque hay escasez de alimentos se ha podido sobrevivir con la siembra local.

“Lo gratificante de esto es saber”, dice Rosmary León “que el legado de Chávez y el llamado que hace el presidente Nicolás Maduro, que nosotros replicamos a través de las distintas organizaciones, sí está llegando al pueblo. Tenemos una ventaja en el municipio ya que todas las instituciones están trabajando con un mismo norte. Cada organización tiene su visión, pero todos marchamos tras la misma meta, por eso fortalecemos el proyecto de los otros. Con ello cumplimos con el objetivo revolucionario que es el trabajo en equipo, la solidaridad y el aspecto social”.

Maestros pueblo

María Victoria Sánchez Durán confiesa que desde pequeña está relacionada con los conejos por un tío. Estos animales, dice, son más fáciles de atender que otros debido a su tamaño, su alimentación. No son tan agresivos. Los alimenta con comidas alternativas: pasto, vegetales, auyama, zanahoria, hojas de cambur.

“Yo los comercializo como mascotas o como consumo de carnes alternativas. Tenemos pecios por debajo del mercado para ayudar a la comunidad. Mis tías se benefician. En diciembre las ayudo con la cena familiar. El conejo es una carne que es sabrosa y no tiene mucha grasa. El destete se hace a los 45 días. A los tres meses se pueden vender a quienes van a iniciar la experiencias de criar o para consumo”, explica.

Alfredo Cortesía, otro joven de 29 años, también cría conejos, y sueña con montar una red en el futuro. Viene de una familia dedicada a la cría de ganado, cerdos, ovejos. En el patio, dentro de una pequeña estructura techada y cercada tiene seis conejos de distintas razas.

“También me he involucrado en el área artesanal y la cultural. Puedo hacer alpargatas, bolsos, correas de cuero. La parte cunícula la desarrollé con mis abuelos, mis tíos. Tengo la experiencia y la vivencia. El Ministerio de la Juventud me está abriendo las puertas para desarrollar mi proyecto. Estos conejos los compré yo con mi trabajo y los mantengo con mucho sacrificio”, confiesa.

Ángel Romero saca de la nevera un canasto de plástico con cuatro kilos de berenjenas cosechadas en el pequeño huerto del patio. Él y su familia se han ayudado mucho desde que decidió sembrar para combatir la guerra económica y la escasez de alimentos.

Cuenta que primero experimentó con semillas de ají. Trajo tierra negra. Hizo los almácigos y luego trasplantó las maticas. Colocó un hilo de berenjena, un hilo de pimentón, uno de ají. Ha sembrado quinchoncho, maíz, tomate. En el patio tiene además topocho, plátano, matas de romero y yerbabuena.

“Es parte de la economía; con esto uno aliña. Aquí los precios crecen a diario, pero con esto uno complementa un salado. Le reparto a la familia, a los llegados. Le mando al cuñado, a la suegra”, expresa.

Por su parte Oscar Osorio Manzo, un enamorado de la cría, decidió trabajar con animales pequeños, cabras, ovejos, ya que mantener el ganado hoy día es prácticamente imposible por el costo de los alimentos concentrados. Manzo también cultiva lombrices, de las cuales extrae fertilizante.

“Cabras y ovejos comen monte, pasto, que se corta gratis al lado de la carretera. Yo tenía unos niños de cortad edad para cuando comenzó el problema de la escasez de alimentos, entonces las cabras me daban la leche para el consumo de la casa y aparte de eso yo tenía un huerto con ocumo y cultivos caseros. Tenía como un ciclo: la cabras me daban el alimento para las lombrices y las lombrices me daban el abono para el huerto. A veces el huerto me daba comida para las cabras. Entre mi hermano y yo llegamos a obtener trece animales, un padrote y doce animales. Lo que queda es una cabra con su cría y el padrote. Dos ovejas que las cambié pelo a pelo por dos crías de cabra. La oveja me da la carne y la cabra la leche”, explica Manzo, un egresado de las aulas de la Unesr, núcleo Canoabo.

Además, en el patio, su madre tiene 24 gallinas pirocas. “Una gallina ponen un huevo cada dos días. Diariamente conseguimos unos cinco huevos. Con eso se sostiene una familia”, dice Osorio Manzo.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO
Caracas