Las barras que Henry Ramos Allup autoriza en la Asamblea Nacional (AN) les gritan de todo a los chavistas.
Lo que vociferan contra Cilia Flores, Diosdado Cabello, los diputados exministros y los ministros que asisten a presentar su Memoria, es impublicable.
Ramos hace que los “regaña” como el papá alcahueta que le toca la mano al niño y le canturrea: “eso es caca”.
Ayer se coló una barra bolivariana para oponerse a la ley que privatiza hasta el alma de la República. Irritado, Ramos abortó la sesión.