El Kiosco de Earle: Sin épica

La marcha opositora fracasó porque fue convocada para luchar contra algo que no existe: la “dictadura” de Maduro.

La derecha quería convertir el 23 de enero en una “gran jornada histórica”, como en 1958.

Las bases, al brillar por su ausencia, enviaron un mensaje a sus dirigentes: sean serios.

Estos inventaron entonces que en adelante las marchas serían sorpresivas y, en efecto, fueron los primeros sorprendidos: nadie los acompañó.

Los autoerigidos “héroes” del 23 carecen de épica.

T/ Earle Herrera