La ANC debe fortalecer mecanismos para la defensa de derechos culturales

Gustavo Pereira: No se ha entendido que la cultura es primordial

Sobre el preámbulo de la Constitución, de su autoría, está de acuerdo con que sea renovado si así lo estiman los constituyentistas

La nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC) deberá, a nuestro juicio, fortalecer las formas de cumplimiento de los derechos culturales consagrados en la Carta Magna del 99, bien sea agregando nuevos artículos, estimulando acciones específicas o conformando instrumentos jurídicos que permitan sanciones u otras atribuciones indispensables”.

Así lo expresó el destacado poeta margariteño Gustavo Pereira, ex-constituyentista y autor del preámbulo de la Constitución de Venezuela, en la Cátedra Federico Brito Figueroa, del Archivo General de la Nación, donde disertó sobre Cultura, Revolución y Constituyente.

Sostuvo que “los antivalores de la cultura del petróleo, no sus valores, han permeado nuestra realidad para enfermar y aniquilar nuestros valores ancestrales, la radio y la televisión erigidos en mentores de la conducta ciudadana cumplen relevante papel en la formación y extinción de esos valores y antivalores”.

Destaca que esto es posible comprobarlo ahora “en las demenciales acciones de sectores movidos por el odio inculcados por sus dirigentes políticos y económicos, a quienes jamás hemos visto deslindarse como tampoco en años anteriores de los crímenes y otras atrocidades del imperio de los Estados Unidos”.

A su juicio, el desarrollo de los bienes culturales como una causa prima continúa siendo una de las fallas de la Revolución Bolivariana. En tal sentido expresó: “Lamentablemente en algunos sectores del funcionariado se siguen confundiendo los términos de cultura y espectáculo, cultura y divertimento, cultura y simple jolgorio”.

Detalló Pereira que a 18 años de haberse iniciado el proceso revolucionario conducido por Hugo Chávez, expresado en la Constitución aprobada en referendo, se puede asegurar que buena parte de sus dirigentes se esmeran por los derechos culturales ahí consagrados. Citó la conversión del Consejo Nacional de la Cultura (Conac) al Ministerio de la Cultura, que llevó a la conformación de planes dirigidos a democratizar la creación y acceso a los bienes culturales.

Señaló que pese a estas conquistas, con meritorias excepciones, están rezagadas en el resto del país políticas de Estado que deberían desarrollarse por ser normas constitucionales. “Nunca se habían editado tantos libros en la historia republicana y al alcance de las mayorías, ni producido tanto cine y música nacional, apoyado tanta iniciativa creadora, rescatado tantos valores históricos, divulgado tantas verdades soslayadas, pero desafortunadamente ello no basta”, afirmó.

Dijo que pareciera un problema estructural de la carga burocrática del Estado, como vieja herencia colonial: “Es una parte considerable, si no la mayoría de las gobernaciones, Consejos Legislativos, alcaldías, partidos y organizaciones comunales simplemente se desentienden del asunto, mientras que muchos promotores y cultores populares, museos, casas de la cultura y bibliotecas siguen trabajando entre carencias primarias corriendo el riesgo de daños irreversibles a valiosos inventarios del patrimonio artístico del nuestro país”.

CRISIS DE VALORES

Expresó que tenemos una crisis de valores y un desbordamiento de la violencia que ha excedido los límites que todos nosotros, sin excepción, habíamos pensado. “Esos muchachos que aparecen en actos violentos no pasan de 24 años y su formación la han recibido de nuestro sistema escolar. Se pregunta el poeta “¿y cómo siguen siendo tratados los docentes por el Estado venezolano?”. Estima que esto debe tratarse en la ANC.

Afirmó que donde hay cultura no hay miseria, e indicó que esto ya está contenido en los ejes fundamentales recogidos en la actual Constitución en cuatro artículos y en el preámbulo que él trabajó como constituyentista. “El artículo 5 que me tocó elaborar contempla el carácter pluralista que caracteriza a la cultura bolivariana. Se pensó en la garantía de la libertad de creación”.

Comentó que la libertad de creación es entendida como el derecho a la invención, pero aclaró que como en la Constituyente había una mano peluda adulteró este artículo y en vez de la palabra invención colocó inversión, que es una cosa distinta y a veces hasta contraria. “Ya sabemos sus nombres y apellidos y se hacían pasar por revolucionarios”, acotó.

Recordó que en la Carta Magna se establece que todo venezolano tiene el derecho a la invención, proyección y divulgación de toda obra científica, técnica y humanística sin más limitaciones del respeto de los otros derechos humanos.

Los medios públicos y privados, dijo, deben contribuir a la formación ciudadana, posibilitar el acceso a la información veraz y fomentar valores. En tal sentido expresó que se deben reforzar mecanismos para darle cumplimiento a este articulado.

¿UN NUEVO PREÁMBULO?

Sobre un posible nuevo preámbulo, Pereira enfatizó que “nada es eterno, todo tiene su momento, ¿por qué no? Si los compañeros que llegan a la nueva Constituyente consideran que las nuevas realidades han dado paso a otra forma de ver el país, las palabras que en alguna manera interpretaban esas realidades tendrán que modificarse, y esas palabras expresarán las nuevas realidades. Nada es eterno, ni siquiera el amor, aunque sigue siendo la utopía humana”.

Entre otras carencias el poeta citó el desconocimiento de la historia, y como ejemplo se refirió al destacado rol que jugaron las mujeres en la lucha independentista. Para Pereira es indispensable leer las cartas de Simón Bolívar, lo cual en su opinión debería ser un ejercicio primario de nuestros niños para darse cuenta del verdadero ser humano que habitaba en él.

Finalmente, Pereira dijo que sueña que así como se han construido estadios de fútbol, en todos los estados se deberían conformar centros de cultura confortables, con salas de arte, lectura y música, tiendas, espectáculos, etc., “con actividades constantes para evitar que se conviertan en cascarones de humo como suelen ser muchísimas casas e instituciones vacías, que solo hacen un acto cultural cada semana”, afirmó.

T/ Elízabeth Pérez Madriz
F/ José Luis Díaz
Caracas