La anticampaña de Haddad y el PT

Deducciones

Por: Reinaldo Bolívar

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El resultado de la primera vuelta electoral en Brasil se debe a un trabajo de despolitización que viene haciendo la derecha desde que Lula da Silva ganó por segunda vez la Presidencia en 2007.

En la medida en que avanzaban los gobiernos de Lula, se iba produciendo un incremento en el acceso a los recursos de los más pobres, lo cual redundó en un ascenso social. Como no hubo un trabajo de concienciación de la proveniencia del Estado de Bienestar, los millones que ascendieron económicamente aspiraron a tener más y a diferenciarse de los que tenían menos. Con ello se perdió la base del voto popular.

El aparato comunicacional junto a factores ideologizante como los cristianos protestantes llenaron el vacío de formación de la población.
Lula ganaría sin mayores problemas porque es visto como el líder que ayudaría a salir de la crisis económica y volver al Estado de Bienestar. La derecha se encargó de anularlo.

La derecha se apropió de las ofertas ociales de la izquierda. Ofreció seguridad, le prometió a los sectores medios y altos mantener su estatus, y tomó las consignas más conservadoras para seducir a los fieles religiosos que a odian a la sexo-diversidad, a la negritud, a la igualdad sexual y la libertad de culto. Y culpó a la izquierda de todo lo visiblemente malo.

La izquierda hace una campaña para eruditos. Olvida términos populares y usa palabras que dicen muy poco para las mayorías, aun no formadas. De nada vale decir que el candidato es uiltraderechista, fascista, misógino, racista, homofóbico, si esos conceptos no son del dominio popular. Al contrario, unificó en un candidato una derecha que estaba atomizada y a una ciudadanía desinformada.

Las encuestas sectoriales muestran al candidato “temerista” con aceptación, hasta en sectores despreciados por él: 42 % de las mujeres, 47 % de los afro lo apoyan.
La izquierda obvia la regla de oro de una campaña electoral de la oposición cual es polarizar y asociar al rival con la mala gestión de un gobierno. En este caso, con Temer, que tiene menos de 3% de aceptación.

Esperemos que en esta escasa semana hacia la segunda ronda la estrategia haya sido más electoral, de lo contrario tocará construir desde la oposición la necesaria conciencia de clases que necesita Brasil para retomar el camino perdido.

@bolivarreinaldo
Caracas