La carta de un presidente-pueblo ante la sombría ineptitud de Trump

Esta vez, con una carta abierta, le tocó al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, levantar su voz y hablarles a los estadounidenses. Ese que se mueve, en su mayoría, en la burbuja del consumismo, y que hoy está agonizando por el coronavirus (Covid-19) y por la obscura ineptitud de un gobierno que va entre la amenaza (con la que busca debilitar psicológicamente y menoscabar la moral de Venezuela), el recule y ahora la evasión de responsabilidades frente el avance desmedido de una pandemia en el territorio norteamericano.

Allí, una administración supremacista, encabezada por Donald Trump, intenta tapar esa realidad reforzando su ataque contra Venezuela. ¡Sí! Ese mismo presidente que es hoy en día repudiado por la misma población norteamericana, y ha quedado como lo refleja uno de los más recientes titulares del rotativo The Washington Post como el “peor presidente de la historia de Estados Unidos”.

Mientras, en tierra bolivariana, el presidente Maduro desvela, en esta misiva, esa naturaleza del capitalismo que ha mellado el modelo de inclusión social; basta solo con revisar el objetivo ideológico en sí mismo del imperialismo norteamericano y sus seguidores que no son más que tentáculos que buscan desplazar el bolivarianismo, fingiendo que solo se trata de un ataque hacía una persona, cuando sabemos que es contra todo un pueblo, y sepultar toda opción política que debata la dominación estadounidense, atentando incluso contra el significado y la acción de la democracia.

El nuevo ataque, a la patria de Bolívar, representado por el envío de una flota militar a las costas venezolanas con el propósito de un bloqueo naval, es acordado con argumentos que se caen impregnados de mentiras, al decir cosas como las expresadas por el fiscal estadounidense, William Barr (quien recomendó la invasión de 1989 a Panamá contra Noriega).

Este, sin prueba alguna, emite acusaciones de narcotráfico en contra del presidente venezolano, pese a que la información del propio Departamento de Defensa demuestra que Venezuela no es un país de tránsito primario de drogas hacia los Estados Unidos, como sí lo son naciones aliadas de Washington, entre estas, Honduras y Colombia.

Por este, entre muchos motivos, envueltos por acusaciones infames, la carta abierta de Nicolás Maduro al pueblo estadounidense adquiere mucha importancia en el contexto actual. El Presidente venezolano alerta sobre las motivaciones reales de un Trump racista, incapaz y fracasado en un año de elecciones presidenciales en Estados Unidos.

El hijo de Chávez, el Presidente obrero, hace una lectura de toda esa inacción (de Trump) para atender a su población y del impacto de las medidas coercitivas unilaterales, impuestas por Estados Unidos, que impiden al país bolivariano en el contexto actual la compra de medicamentos para enfrentar el Covid-19. En esta carta defiende a la Nación y a las innumerables conquistas sociales de inclusión de la Revolución Bolivariana.

No escatima el Jefe de Estado venezolano en destacar los lazos de unión existentes con el pueblo estadounidense, pero sin olvidar y recordarle a ese mismo pueblo de Norteamérica que el conflicto actual entre ambos países se circunscribe a las políticas injerencistas impulsadas por la Casa Blanca. Por ello, Nicolás Maduro llama a los estadounidenses: “Hago un llamado al pueblo de los Estados Unidos para que ponga freno a esta locura, para que responsabilice a sus gobernantes y los obligue a enfocar su atención y sus recursos en la atención urgente de la pandemia. Pido, junto al cese de las amenazas militares, el fin de las sanciones ilegales y el bloqueo que restringe el acceso a insumos humanitarios, tan necesarios hoy en el país. Les pido, con el corazón en la mano, que no permitan que su país se vea arrastrado, una vez más, a otro conflicto interminable, otro Vietnam u otro Irak, pero esta vez más cerca de casa”.

Consternación frente a comportamiento de Donald Trump

También causa consternación que ante más de 637 mil casos positivos por Covid-19 y más de 27.866 fallecimientos, en territorio estadounidense, quedando en evidencia la incapacidad del sistema capitalista frente a la pandemia, el –perdona vidas – (Trump), enfile sus intereses en Venezuela, tratando de llevar a “la región a un conflicto de guerra costoso, sangriento y de duración indefinida”.

Habrá que hacer tiempo para conocer cuál será el comportamiento del pueblo estadounidense ante lo que hoy sucede en su tierra y qué conciencia emerge de él respecto al daño que hace su presidente a un pueblo como Venezuela, por aquello del día a día en el que están atrapados los ciudadanos norteamericanos.

Movimientos sociales y líderes del mundo responden a la carta

Hoy, Nicolás Maduro no es el único que llama a detener lo que calificó en esta carta como la “locura de Trump”, al reconocerse a sí mismo en el sueño común de Martin Luther King, quien, como dijo una vez el comandante Hugo Chávez, “también es el sueño de Venezuela y de su gobierno revolucionario”.

El emplazamiento al pueblo estadounidenses asumieron líderes, organizaciones políticas y movimientos sociales del mundo que expresan su solidaridad con Venezuela y tienen muy claro de que se trata de una guerra por parte de la fórmula impuesta por el pentágono.

A todas luces, saben que es una arremetida del gobierno de Estados Unidos, que utiliza una nueva modalidad de golpe de Estado sobre la base de acusaciones infundadas que intentan minimizar el reconocimiento que posee la Patria de Bolívar en su lucha contra el narcotráfico, el trabajo real por el pueblo y su inclusión en el modelo socialista.

Líderes del mundo coinciden en que con el más reciente ataque del Gobierno de Estados Unidos en contra de Venezuela, Washington pretende distraer a la opinión pública acerca del colapso de los servicios de salud de ese país frente al Covid-19; mientras que organizaciones sociales como el Movimiento Nacional de Amistad y Solidaridad mutua Venezuela-Cuba ha condenado las acusaciones de la Casa Blanca contra el Gobierno venezolano, al tiempo que rechazó la reiterada injerencia del mandatario Donald Trump, en Venezuela.

“Desde el Movimiento Nacional de Amistad y Solidaridad mutua Venezuela Cuba, expresamos nuestra más enérgica condena a la política de agresión e injerencia imperial del gobierno de Donald Trump en la ejecución de sanciones inmorales y criminales contra Venezuela”, refiere un mensaje de la organización.

Presiones al más puro estilo de la Guerra Fría

Para el internacionalista Jean Paul Mertz la “carta abierta del presidente Nicolás Maduro resulta uno de los documentos más importantes al momento de analizar” en “el panorama actual, no sólo de Venezuela y Estados Unidos, sino a nivel mundial”.

En su apreciación en torno a las amenazas que ejerce Estados Unidos sobre Venezuela, indica que “resulta imprescindible resaltar como parte del análisis la capacidad para sintetizar situaciones que suelen analizarse de forma independiente por el abordaje mediático «normal» (reflejo de la sobre especialización del sistema y de intereses de poderes fácticos en que las narrativas no se relacionen sino bajo los parámetros impuestos)”.

Sostiene Mertz que “la evidente necesidad de cambiar el sistema se refleja de modo terrible en los propios pueblos del llamado ‘primer mundo’, y el marcado contraste con el éxito del Gobierno Bolivariano, aún en medio de todas las presiones que, al más puro estilo de la guerra fría, impone Washington sobre nuestro pueblo”.

En opinión del internacionalista la carta del dignatario venezolano “no se puede perder de vista, ni dejar de destacar”, e incluso invita a que se abra debate en relación a la misma, como ya viene ocurriendo (muestras de solidaridad y atención respecto a la carta), cuando voces del mundo se hacen eco de la misiva y se pronuncian en solidaridad con el pueblo bolivariano y el presidente Maduro.

Dice Jean Paul Mertz que es imperioso “contrastar la retoma de hechos y referentes históricos tanto en el discurso del presidente Maduro (Chávez, Martin Luther King) como en la retórica de la administración Trump y el fiscal Barr, al citar el pretexto tan utilizado contra nuestra región del término «lucha contra el narcotráfico», además del objetivo ideológico expreso del imperialismo y sus lacayos no ya de solo desplazar la alternativa bolivariana, integracionista, de izquierda, en la región, sino de criminalizar y eliminar definitivamente toda opción política que cuestione la dominación estadounidense, atentando incluso la esencia misma de la democracia”.

“El alcance de la carta como testimonio de la presente situación quedará, pase lo que pase, como prueba para la posteridad acerca de la actitud y posición de ambos presidentes en un momento crucial para Venezuela y el mundo”, puntualiza Mertz.

T/ Prensa Presidencial-Anaís Pérez
F/Cortesía – Agencias
Caracas