La Constituyente: por la paz y la soberanía nacional

Por: Maximiliano Pedranzini

En estos tiempos tumultuosos que afronta Venezuela, encaminar el país a la paz social es el objetivo que marca la agenda del Gobierno bolivariano y sin duda la del presidente Nicolás Maduro. Las constantes amenazas a la democracia por parte de la derecha aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han generado un clima de conflicto que pone en riesgo la gobernabilidad buscando debilitar al chavismo.

El carácter reaccionario de las manifestaciones impulsadas por la oposición que combinan vandalismo, guarimba y terrorismo urbano, convierten estas acciones en un método para extorsionar al Gobierno y sofocar las instituciones democráticas. De esta manera actúa la oligarquía y prueba de ello se encuentra en el informe de Comando Sur revelado recientemente y que fue presentado a la Comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense por el jefe al mando, el Almirante Kurt Tidd. Este breve, pero esclarecedor párrafo del documento pone blanco sobre negro: “Con los factores políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada bajo un enfoque de cerco y asfixia”.

Cae el velo de una oposición deliberadamente golpista y cipaya. La construcción de una crisis en todos los aspectos que produzca un marco de hostilidad entre la propia población para posibilitar que una intervención imperialista al país se lleve adelante es de una infamia imperdonable que merece ser denunciada y repudiada enérgicamente. Una conspiración que busca entregar la soberanía en manos del imperialismo y sus socios oligárquicos.

Se juega la soberanía de una nación, la integridad física, moral y espiritual de un pueblo que es traicionado por compatriotas que no tienen conciencia nacional y mucho menos moral.

El pueblo no debe esperar que el Gobierno actúe, sino que debe actuar en consecuencia. Debe autoconvocarse, tomar las calles, profundizar el poder popular que es la esencia de la Revolución Bolivariana y llamar a la Constituyente para defenderse de un enemigo que convive bajo el mismo techo y que no duda en entregarlo. Así de abyectos son los cipayos vendepatria de Nuestramérica. Así de canallas y descarados. Traidores a su patria que no tienen pudor en enfrentar a hermanos de un mismo pueblo. Apologistas de la violencia y el terror. Sin cipayos y vendepatrias no hay golpes ni injerencismo. Dormimos con el enemigo. Ya es hora de desterrarlo de una vez y para siempre. Por la Constituyente. Por la paz.

T/Maximiliano Pedranzini