La Doctrina Monroe naufraga en aguas del mar Caribe al compás del “Alma llanera”

Venezuela e Irán consolidaron sus nexos de amistad y cooperación con el reciente capítulo en aguas caribeñas bajo un clima tenso y un dedo en el gatillo por las amenazas de intercepción de Estados Unidos. El presidente Maduro agradeció la solidaridad y valentía del pueblo persa y su Gobierno

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Faltando pocos minutos para las nueve de la noche del sábado 23 de mayo, tanto en Venezolana de Televisión como en Radio Nacional de Venezuela (RNV) interrumpieron su programación ordinaria para enlazarse con la multiestatal Telesur. A bordo del buque oceánico Yekuana de la armada venezolana, la periodista Madeleine García anunció, sin ocultar su emoción, que el tanquero petrolero iráni Fortune acababa de entrar en aguas nacionales en el mar Caribe. Durante la transmisión, en RNV colocaron, en onda de festejo y agradecimiento, el himno nacional, el “Alma llanera” y el himno de la República Islámica de Irán.

La entrada al mar territorial venezolano del primero de los cinco buques petroleros iraníes cargados con combustible, insumos, repuestos, y aditivos para nuestra industria petrolera y la puesta en funcionamiento de las refinerías, se produjo entre una creciente expectativa y tensión por el anuncio que circuló en los medios de comunicación días antes sobre que una flota de guerra de Estados Unidos se proponía impedir que los tanqueros con gasolina llegaran a puertos venezolanos. Se habló, incluso, de una conflagración de consecuencias impredecibles, y se comparó el capítulo con el de la llamada “crisis de los misiles”, por la que Estados Unidos y la Unión Soviética, en la década de los sesenta del siglo pasado, estuvieron a punto der atacarse con armas nucleares, luego de que la URSS instalara misiles en Cuba. Sin embargo, el Fortune, según expresó Madeleine García, no reportó obstáculos en el camino. No hubo advertencias, ni amagos, ni ningún tipo de impedimentos de naves extrañas. Eso lo dijo el capitán iraní del Fortune y lo confirmó el capitán del buque oceánico Yekuana, que escoltó al tanquero persa.

Entre los comentarios tejidos por la periodista de Telesur, en el estudio del canal 8, que a esa hora transmitía el noticiero, y en RNV, en la voz de su directora Isbemar Jiménez, se calificó de histórico ese 24 de mayo por la circunstancia de que un barco cargado con gasolina llegara en auxilio de Venezuela en momentos en que sufre una aguda crisis de combustible, asociada al ataque inclemente del imperio estadounidense y de la extrema derecha criolla contra nuestra industria petrolera, pero, además, es la primera vez que Irán, país también atacado y asediado por el hamponato instalado en la Casa Blanca, exporta combustible a Suramérica.

“Venezuela e Irán rompen barreras, rompen sanciones”, señaló la directora de RNV. También se sentenció: “Es un día histórico porque Venezuela e Irán han demostrado que no le temen a las amenazas”.

Madeleine García dijo que un escuadrón de aviones Sukhoi, de la Fuerza Aérea Venezolana, la mañana del domingo, al salir el sol, escoltarían al Fortune como un gesto de agradecimiento al pueblo y Gobierno iraní de la nación venezolana.

Isbemar Jiménez recordó que el estrecho acercamiento entre Venezuela e Irán fue propiciado por Hugo Chávez y el presiente iraní Mahmud Ahmadinejad. En 2006 Chávez visitó Irán. Ahmadinejad también visitó nuestro país. Ambos gobiernos, dentro de las relaciones de amistad y hermandad, firmaron más de 200 acuerdos de cooperación. Nicolás Maduro, como canciller de Chávez, jugó un papel protagónico en las negociaciones. Chávez prestó auxilio a Irán en 2008 con un envío de combustible en un momento particularmente difícil para este país.

La noche del sábado se informó que el tuit “Gracias Irán”, del PSUV, era tendencia nacional.

El episodio fue tomado por analistas como una muestra del fin de la Doctrina Monroe en América Latina.

Semana caliente

La semana pasada fue extraordinariamente noticiosa en Venezuela debido al cruce de al menos cuatro eventos simultáneos montados en la cresta de la ola informativa: las incidencias de la fracasada Operación Gedeón con la captura de los mercenarios y la publicación del contrato firmado entre Juan Guidó y la empresa estadounidense Silvercorp, la partida de los buques iraníes con combustible hacia Venezuela en medio de la amenaza de interceptarlos en aguas caribeñas, el aumento alarmante de los casos de Covid-19 en la frontera con Colombia y Brasil debido al regreso masivo de venezolanos contagiados en esos países y que obligó al Gobierno Nacional a decretar toque de queda en los municipios fronterizo de Apure, Táchira, Zulia y Bolívar, el cese intempestivo de las operaciones en Venezuela de la empresa Direct TV, según la empresa y que por presiones de Estados Unidos, que dejó sin acceso a la información y al entretenimiento a más de dos millones de hogares o el 40 por ciento del mercado de suscripción por cable. Además, en esos días se produjo otro fuerte ataque a la moneda, lo cual se tradujo en un nuevo aumento de precios de los productos y bienes esenciales. Por otro lado, continuó el saboteo a los servicios básicos, agua, luz, telecomunicaciones.

Durante esa semana el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Samuel Moncada, envió al secretario general del organismo, António Guterres, una carta para alertar sobre la «amenaza de uso inminente de la fuerza militar por parte de EE.UU.» contra cinco barcos iraníes que transportan gasolina a Venezuela, lo que calificó de «acto de guerra establecido en el Derecho internacional».

En la misiva, publicada en su cuenta de Twitter, Moncada reiteró que Washington, como parte de su «campaña de máxima presión», impide que el combustible llegue a Caracas para “aliviar la actual escasez que existe en todo el país”.

En ese contexto, citó algunas publicaciones que habían recogido las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre Venezuela, en las que reiteró que «está rodeada a un nivel que nadie conoce, pero ellos sí». Además, recordó que el 20 de mayo de 2020 The Wall Street Journal reportó, con referencia a algunos funcionarios de la administración Trump, que Estados Unidos «podría incluso intentar confiscar los barcos iraníes a través de un procedimiento judicial estadounidense […] por violar la ‘ley estadounidense».

«Este es un claro ejemplo de cómo el Gobierno de Estados Unidos de América pretende tanto violar el Derecho internacional como ejercer ‘autoridad’ sobre la soberanía de otros Estados independientes», destacó.

Por su parte, en Irán, el presidente Hasán Rohaní aseveró que Estados Unidos tendría problemas si interfería en la navegación de los petroleros de la República Islámica.

«Si los estadounidenses causan problemas a nuestros petroleros en el Caribe o en cualquier parte del mundo, ellos también tendrán problemas», citó la agencia Tasnim a Rohaní, quien el sábado mantuvo una conversación telefónica con el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.

“Los iraníes no juegan carritos”, señaló jocosamente uno de estos mensajes enviados por las redes sociales aquí en Venezuela.

El pasado miércoles 20 de mayo, durante un acto celebrado en el centro textil de la FANB, ubicado en Fuerte Tiuna, el presidente Nicolás Maduro, al saludar al pueblo y Gobierno iraní, envió un mensaje medio cifrado, pero bastante claro sobre la determinación de Venezuela de actuar en caso de que pasara algo en el mar Caribe: “Impresionante Irán. Gracias por el apoyo. Estamos listos para lo que sea, dónde sea y cómo sea”.

En ese mismo acto, el ministro del Poder Popular para la Defensa de Venezuela, general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó que los buques iraníes «apenas entren a la zona económica exclusiva, serán escoltados por naves, buques y aviones de la Fuerza Armada Bolivariana”.

“Nosotros hemos establecido contacto con el ministro de Defensa de Irán. Todos estos buques, cuando entren a nuestra zona económica exclusiva, serán escoltados por naves, buques y aviones de la FANB para darles la bienvenida y decirle al pueblo iraní: gracias por tanta solidaridad y cooperación, en medio de estas dificultades que está enfrentando el mundo, que es nuestra casa, por el coronavirus”, dijo Padrino López.

Gasolina que espía

En las redes sociales, entre ellas Whatsapp, se hizo seguimiento pormenorizado del capítulo de los buques tanqueros iraníes y su ruta marítima hacia Venezuela. Las naves partieron a mediados de mayo con un itinerario que contemplaba el paso por el canal de Suez, el estrecho de Gibraltar, las islas Canarias, el mar Caribe. La flotilla, según el cronograma hecho público en Whatsapp, llegaría a Venezuela en el siguiente orden: el Fortune, el 23 de mayo, el Petunia, el 27 de mayo, el Forest, el 27 de mayo, el Faxon, el 30 de mayo y el Clavel, el 2 de junio.

Pablo Jofré Leal, periodista y analista internacional, en un artículo para el portal web de Hispantv, consideró: “La situación más candente se vive con relación a las amenazas vertidas por Trump y su equipo cívico-militar contra Irán, que en su legítimo derecho de comerciar con quien desee y vender sus productos, en este caso petróleo, a quien esté dispuesto a comprarlo, lo enfrenta a la amenaza militar de Washington. En específico, un freno naval a los barcos petroleros que desde puertos persas -desde Bandar Abás- navegan a puertos de la nación sudamericana. Estados Unidos, aprovechando sus determinaciones contra Venezuela, que significó activar el envío de buques de guerra a la zona marítima cercana al país sudamericano, ha determinado que dichos navíos: el USS Detroit, USS Lassen, USS Preble y el USS Farragut, podrían ser utilizados para detener el arribo de los buques petroleros iraníes, una amenaza inaceptable”.

Otro análisis “reenviado” por las redes sociales, firmado por Iván Agüín, invitaba a prepararse para ver en los próximos días la crisis diplomática-militar más importante de los últimos años.

“En las próximas 96/192 horas”, señala el autor, “se producirá en el medio del mar Caribe la reedición de la crisis de los misiles rusos en Cuba en 1962, que puso al mundo a punto de una guerra termonuclear, con un remake que lo más posible a futuro los historiadores reseñarán como la crisis de los de los buques iraníes en Venezuela de 2020”.

Agüín afirmó que el cargamento de combustible que traen los buques, más los aditivos, materia prima, repuestos para la industria petrolera, una vez que se reparen las refinerías de Amuay y Punta Cardón, en tres años de operatividad producirían 72.270.000.000 litros de gasolina, cantidad que no se consumiría en 50 años.

“… es decir, el aporte iraní rompería prácticamente con el bloqueo. A Venezuela nunca más se le podría asfixiar, por lo menos en materia energética, lo que denota la suma importancia de ese embarque, prácticamente el futuro de Maduro, de la Revolución, de Venezuela, está allí”.

Afortunadamente, las predicciones del autor del artículo resultaron fallidas. El capital iraní del Fortune afirmó que no hubo inconvenientes durante la travesía.

Otro artículo proveniente de un grupo opositor, en el que se descalificaba la gasolina iraní y se alertaba sobre un extraño componente espía, fue recibido con perplejidad y sonoras carcajadas. La nota fue publicada con un comentario previo: “Ahora sí es verdad que los escuálidos perdieron la última neurona viva que les quedaba. Miren esta vaina”.

“Alerta”, indica el escrito opositor, “La gasolina que está llegando a Venezuela en los tanqueros iraníes, aparte de que es de muy mala calidad y puede acortar considerablemente la vida de nuestros vehículos, tiene otra característica que es lo peor que nos puede pasar”.

“El país persa es uno de los más adelantados en la nanotecnología, liderados por los estudios del reconocido Ing. Qasem Khomeini y su grupo de ingenieros que han avanzado con investigaciones mayormente prohibidas en países donde existe democracia y libertad. Por lo tanto esta gasolina trae nanochips de geolocalización que puede pasar información increíblemente precisa acerca de la localización de nuestros vehículos y por lo tanto esto se contrasta con los datos que pide la GNB cuando te llenan el tanque de gasolina”.

“Es mejor no poner esta gasolina para que la dictadura no tenga control sobre nosotros. Ya hay unos conciudadanos de la resistencia haciendo unos experimentos con electromagnética para desestabilizar estos nanochips de geolocalización”, señala el artículo.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO
Caracas