La fecha de vencimiento está relacionada con la comercialización y no con el uso del fármaco

El experto negó que haya personas afectadas por consumir medicamentos vencidos

El experto en química fue enfático al afirmar que si un medicamento está vencido, puede “tomarse con toda confianza”. Cuestionó que el tiempo de duración de un producto sea similar al tiempo permitido por las autoridades sanitarias

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Para el experto en materia farmacéutica Eduardo Samán la fecha de vencimiento de los medicamentos está más relacionada con la comercialización que con el uso del fármaco, y fue más allá al afirmar que los medicamentos vencidos pueden ser consumidos con confianza.

“No nos va a hacer daño”, sentenció Samán, quien luego agregó que para que un medicamento haga daño, su metabolito (cualquier sustancia producida durante el metabolismo: digestión u otros procesos químicos corporales) tiene que ser perjudicial para el organismo.

En este sentido, indicó que las sustancias con metabolito tóxico no son aprobadas como medicamentos por las autoridades sanitarias. “Esta es la razón por la que en Venezuela ni en otras parte del mundo” se reporten personas afectadas por consumir un medicamento vencido, dijo.

“Si un medicamento está vencido, nosotros nos lo podemos tomar con toda confianza, si tiene una fecha de vencimiento muy reciente, nos lo podemos tomar con los ojos cerrados, (…) si tiene más tiempo, un año, dos años, tres años, no nos va a hacer daño”, enfatizó.

EL OBJETIVO ES LA GANANCIA

En conversación con el Correo del Orinoco, el experto precisó que para determinar el tiempo de uso de un fármaco, los laboratorios realizan un análisis llamado estudio de envejecimiento acelerado, el cual consiste en someter el medicamento a condiciones extremas de temperatura (40, 50 y 60 grados centígrados) y de humedad, se somete a un estrés para medir la velocidad de degradación.

Asimismo, habló sobre el estudio de envejecimiento natural. En este caso mencionó que los fármacos se colocan en un estante y durante un periodo de tiempo establecido se calcula la velocidad de degradación. Los resultado de dichos estudios son consignados ante las autoridades sanitarias.

Las empresas farmacéuticas elaboran sus formulas en función de estos análisis, los cuales les permiten modificar el PH y los excipientes, entre otros elementos. El objetivo, expuso Samán, es garantizar que el principio activo del medicamento se mantenga en un rango menor o mayor al 10 por ciento del señalado por el fabricante.

Aseveró que debido a esta característica “se han encontrado medicamentos que luego de 30 años” de ser dispensados, especialmente los comprimidos, se conservan en ese rango de fabricación, “mantienen su potencia casi intacta, casi al 100 por ciento. El medicamento todavía funciona”.

No obstante, observó que esta particularidad se cumple, siempre y cuando se encuentren almacenados en condiciones adecuadas, de lo contrario, sucede que se dañarán sin llegar a la fecha de vencimiento.

Como ejemplo del uso de fármacos con un periodo de tiempo superior al máximo señalado, el experto aseguró que el ejército de Estados Unidos, en previsión de presuntos ataques militares en su contra, mantiene almacenadas grandes cantidades de medicamentos. Son medicinas que pocas veces son utilizadas y que al principio del programa eran desechadas, una práctica que, según dijo, acarreó grandes perdidas al país del Norte.

“Al principio los botaban, pero después crearon un programa para extender su fecha de vencimiento, y a casi todos los medicamentos de la reserva estratégica de Estados Unidos les han extendido su tiempo de uso de entre seis a ocho años una vez vencidos. Sin embargo, este mismo Gobierno exige que las farmacias y las clínicas boten los medicamentos al vencerse”, alegó Samán.

“Esa fecha no es un factor técnico, ya que si con un estudio se demuestra que un producto es estable hasta por más de 10 años, no tiene sentido que la fecha de vencimiento permitida sea de tres solamente. Esta decisión está relacionada con el tiempo óptimo para obtener la ganancia máxima”, argumentó Samán.

Con respecto a este punto, el también experto en química explicó que las empresas tienen la capacidad de formular sus productos para que soporten un tiempo prolongado, sin embargo señaló que esto no sería rentable para el negocio, pues “la vida optima en estantería para obtener la máxima ganancia es de dos a tres años”, es decir, agrega Samán, el tiempo que las empresas estiman es el idóneo para la obtención de ganancias, es el mismo que las autoridades sanitarias permiten como fecha de vencimiento.

“Esa es la vida de estantería. El capitalismo no fabrica para la satisfacción de necesidades humanas, fabrica para la estantería, para el mercado, para la venta, para obtener la máxima ganancia”, reitera Samán.

NO ESTÁ EN LA LEY

El experto precisó que según la Ley del Medicamento promulgada en el año 2000, estos se clasifican en especialidades farmacéuticas, especialidades farmacéuticas genéricas, productos biológicos y productos naturales.

En defensa de su punto alegó que en el caso de las especialidades farmacéuticas, genéricas y de productos naturales, la ley “no prohíbe” textualmente “la dispensación de un producto vencido”. No es el caso de los productos biológicos, cuya dispensación estando vencidos sí es sancionada, pero siempre y cuando pongan en riesgo la vida del paciente.

El exministro del Poder Popular para el Comercio durante el Gobierno de Hugo Chávez cuestionó la negativa de las autoridades sanitarias de prorrogar la vigencia de un medicamento por más de tres años, a pesar de que los estudios científicos realizados para su lanzamiento demuestren que el fármaco es estable hasta por 10 años.

Indicó que en el caso de los productos con tiempo en el mercado, los cuales mediante estudios de envejecimiento se ha demostrado que son inocuos por 10 a 15 años, la fecha de vencimiento máxima permitida es de hasta cinco años.

Recordó que en 1979 los fármacos no tenían impresa la fecha de vencimiento, pero en ese mismo año la FDA (por sus siglas en ingles), la agencia del Gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos, decidió colocarles una fecha máxima para su comercialización.

MÁS BARATO

En otro orden de ideas, el experto aseguró que Venezuela es uno de los países donde se expenden medicamentos “a muy bajo costo”. “En Venezuela los medicamentos siguen siendo muy baratos respecto al exterior, la gente que ha tenido la oportunidad de salir del país sabe lo que cuesta una caja de Losartán en Panamá”, dijo.

Samán señaló que el país tiene las suficientes capacidades para producir medicamentos porque cuenta con las reservas de biodiversidad más grandes del mundo y un clima de 12 meses que beneficia a este mercado.

T/ Redacción CO
F/ Archivo CO
Caracas