La GAN muestra el prolífico y fantástico imaginario de “Cheo” Pérez

Casi desconocido pero con un estilo propio digno de admirar. Autodidacta con una obra genial. Un artista popular muy lejos de la ingenuidad y conocedor de las corrientes de la Historia del Arte. José Rafael “Cheo” Pérez comienza a ser reconocido como un indispensable referente de la plástica venezolana.

La Galería de Arte Nacional (GAN) inauguró ayer Cheo Pérez. El fantástico imaginario de la 524, la segunda individual de este humilde creador caraqueño de 62 años de edad, que recoge 169 piezas de su prolífica actividad creativa pese a las condiciones más adversas.

La muestra fue posible por los aportes de un grupo de seis coleccionistas, la empresa privada y de la Fundación Cheo Pérez para hacer un justo reconocimiento al creador con esta individual.

DESDE UN HUMILDE HÁBITAT

El número 524 en el nombre de la exhibición hace referencia a la identificación de la “humilde casa” del artista en Guaicoco, Caracas, donde realiza su obra pictórica muchas veces en soportes pobres, poco idóneos y hasta con pintura regalada, “porque vive en reiteradas condiciones de limitaciones económicas y precariedad social”, explicó al Correo del Orinoco Félix Hernández, investigador de la GAN y uno de los curadores de la exposición.

La primera individual de Pérez se realizó hace cuatro años en el Museo de Petare Bárbaro Rivas, con un catálogo muy documentado de Francisco Da Antonio, que Félix Hernández presentó a la directiva de la GAN para realizar este proyecto expositivo y así reivindicar al artista.

Aunque realizó algunos estudios formales en la Escuela Cristóbal Rojas, así como algunos talleres; el investigador del museo sostiene que este pintor es autodidacta y su plástica se inscribe en el arte popular que se realza por “una cultura visual profunda”.

“Quizás, Cheo se metió a ver catálogos, libros, a ver Historia del Arte. Estudió solo y logra hacer una reinterpretación de la Historia del Arte, de esas vanguardias como el expresionismo y el fauvismo. Su estilo va por ahí pero con un toque muy personal”, describió Hernández.

Pérez “se apoya en procedimientos técnicos de extrema síntesis y sencillez formal a la hora de describir sus personajes y motivos”. Asimismo, emplea “una reducida paleta de colores poco saturados de gran sobriedad”, señala el curador en el texto de sala.

DE CULTO PARA UNOS POCOS

Félix Hernández insistió en que la de Pérez “es una obra sin igual, que no tiene parecido” con otra, y “nos pareció importantísimo traer a Cheo a la Galería de Arte Nacional, porque son más de 30 años de labor artística, como un pintor de culto, solo conocido por los pocos que le llegaban a través de sus andanzas por Petare”.

Al recorrer la exposición se observan siete temas, “los más reiterados” en la producción del autor: Estampas circenses y otras festividades; En la intimidad del retrato memorioso; Escenas musicables y melomanías; En compañía de las bailarinas; Recuerdos del paisaje urbano; Naturalezas muertas y bodegones y; Semblanzas, “una suerte de microbiografía en imágenes”.

Todos estos temas, son las fantasías, las vivencias y escenas de otros tiempos de Cheo Pérez en Petare, ese pueblo caraqueño con toda su diversidad, su casco colonial, bares, espacios públicos.

Félix Hernández prometió que los involucrados en la exposición esperan publicar próximamente un libro dedicado a la obra de Cheo Pérez, para el cual buscan financiamiento.

Con la inauguración de esta muestra finalizó el calendario de exposiciones de este año de la Fundación Museos Nacionales, dijeron las autoridades de esta institución que asistieron a la actividad, en la que también estuvo el artista, acompañado por su hermana, Esmeralda Pérez y amistades.

 

La crítica

“El maestro Cheo Pérez puede ser considerado un sobreviviente o continuador del estilo de la llamada Escuela de Caracas y en este sentido en su obra se observan rasgos comunes con la obra de maestros como Armando Barrios (en sus primera época) y de J.V. Fabbiani y otros pintores de la misma tendencia en materia de temáticas, técnica y empleo del color armónico. Opino que el maestro Pérez no es un pintor naif o ingenuo como se ha hecho ver, puesto que en sus obras hay elementos propios del aprendizaje escolar, sin que llegue a ser una obra académica. Y en este sentido, cabe situarla en el género del arte popular”, opina el maestro Juan Calzadilla.

No obstante, el investigador Francisco Da Antonio sostiene que Pérez “no puede ser considerado como uno más de ese profuso inventario de artistas populares registrado en el país a partir de 1970, cuanto es un autodidacta de aguda sensibilidad, acuciosa percepción visual y voluntarioso empeño de pintor que triunfa sobre todas sus flaquezas, carencias materiales y dificultades exógenas”.

De acuerdo con el crítico Pérán Erminy, “el sistema artístico de Cheo Pérez (sistema, como praxis, como método y procedimiento acostumbrado) parece esencialmente espontáneo, pero es consciente y nunca deja de estar construido y controlado por la conciencia”.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Miguel Romero
Caracas