“La grave crisis económica mundial ha potenciado las condiciones para un cambio revolucionario”

“El Imperio de esta época está en franca declinación de su hegemonía. Lo derrotaremos mientras no le entreguemos el poder de decidir nuestras cuestiones de orden público interno, que ejercía la Corona de España antes de Carabobo”, señala Luis Britto García, al responder de nuevo una batería de preguntas en torno a diversos temas enviados por el Correo del Orinoco.

Britto, uno de nuestros más lúcidos intelectuales, dueño de una vasta obra literaria y ensayística, guionista de cine, explorador submarino en su juventud, humorista, no rehúye pregunta alguna, ni asume posturas complacientes. Es un irreductible

“No hay más optimismo que el radicalismo”, señala al final de este dialogo con la agudeza que le es propia. Se le preguntó si podíamos ser optimistas en este mundo pos pandemia.

Del nuevo presidente de Estados Unidos Joe Biden, estima que llega con un programa: el de superar, por lo menos mediáticamente, a Trump. “Si Trump nos amenazó, Biden amenazará más; si Trump apoyó invasiones de mercenarios de opereta, Biden instrumentará ofensivas de payasos de circo…”.

En torno al proceso que sobre el territorio Esequibo se ventila en la Corte Internacional de Justicia, asevera que nuestro país no debe “ someterse a esa ni a ninguna otra corte internacional en materias de orden público interno. Nuestra Constitución lo prohíbe, y ése fue el derecho que ganaron nuestros Libertadores en nuestra Guerra de Independencia”.

El cuestionario completo sigue a continuación:

– El 2021 arranca al parecer con buenos augurios, para Venezuela. Es así o usted avizora moros en la costa.

-El Gran Moro en la Costa es el mismo, sólo que ahora se llama Joe Biden. Cada vez que preguntan sobre las perspectivas que abre un nuevo Presidente de Estados Unidos, recuerdo que el Complejo Militar Industrial sigue siendo el mismo; la cúpula capitalista idéntica, y el bipartidismo de políticos sirvientes del capital, inmutable. Peor todavía; Trump por lo menos en su discurso fingía cierto nacionalismo y proteccionismo para su país; criticó las guerras perpetuas y aunque prosiguió con las que estaban en curso, no inició ninguna nueva; Biden parece ser más abiertamente instrumento del capital financiero transnacional y ya está  amenazando con agredir nada menos que a Rusia y a China.

– El coronavirus desnudó el sistema capitalista, Ahora los países desarrolllados se quieren quedar con todas las vacunas. Qué broma, ¿No?

-Esperar otra cosa era ingenuo. Tradicionalmente se han quedado con todo lo valioso: los recursos naturales, el trabajo barato de nuestras masas, nuestro patrimonio cultural. Dentro de las teorías de la conspiración sobre la pandemia, está la de que ésta coincide de manera sospechosa con postulaciones de los grupos conservadores y del Club de Bildelberg sobre la necesidad de disminuir la población: desde luego, la población de los países en desarrollo. Por ineptitud del capitalismo tardío, parece que la población que más está disminuyendo por esa causa es la estadounidense.

 

– Se fue Donald Trump y Nicolás Maduro sigue en Miraflores ¿Qué se puede esperar de Biden?

-Biden llega con un programa: el de superar, por lo menos mediáticamente, a Trump. Si Trump nos amenazó, Biden amenazará más; si Trump apoyó invasiones de mercenarios de opereta, Biden instrumentará ofensivas de payasos de circo. Pero no es cosa de risa: son payasos con armas de alta tecnología, drones, satélites espías, instrumentos para interferir las comunicaciones y sobre todo quintas columnas neoliberales internas y forajidos financieros cómplices del saqueo y del bloqueo.

La carga del bloqueo

-¿Qué le parece el Corvativir y las gotas milagrosas de José Gregorio Hernández? 

-Sobre materias que no conozco no opino. Incluso en publicaciones como el Scientific American hay encendidos debates sobre las vacunas y medidas terapéuticas  y preventivas institucionales; no puedo calificar terapias alternativas. De acuerdo con las reglas de la investigación médica establecidas por Claude Bernard, sólo se puede juzgar por los resultados, verificados con grupos de control.

-Según se ha dicho la Revolución Bolivariana se mantiene en pie resistiendo al bloqueo y las medidas criminales, gracias a este pueblo noble, indomable, batallador, con plena conciencia de su destino, herederos de las glorias de los libertadores, y con una dirigencia , empezando ahora por Nicolás Maduro, que ha estado a la altura ¿Es así, usted agregaría otra consideración?

-Que la carga fundamental del bloqueo ha recaído sobre ese pueblo noble, indomable y batallador. Durante este último quinquenio ha disminuido abruptamente su participación en el Producto Interno Bruto que crea con su trabajo, mientras que la participación de los empresarios en el PIB se ha incrementado proporcional y desproporcionadamente.  Vemos que el salario mínimo no cubre la canasta básica, mientras por otro lado se abren sucursales de automóviles de lujo como el Lamborghini, y casinos a granel para malgastar las ganancias excesivas de la minoría.

-Se afirma que también nos han subestimado…

-Sí, pero el sacrificio no debe recaer casi exclusivamente sobre el sector social que menos medios tiene para resistirlo.

– ¿Cómo ve usted el fallo de la Corte Internacional de Justicia en cuanto al Esequibo?

-Venezuela es un país soberano, que conforme con el artículo 1 de su Constitución goza de inmunidad de jurisdicción y no puede, ni debe, ni tiene competencias para someter sus materias de orden público interno a tribunales, árbitros ni Cortes Extranjeras. Carecen por tanto de validez y efectos las disposiciones de los Tratados contra la Doble Tributación, de la Ley de Promoción y Protección de Inversiones y de la Ley Antibloqueo que someten nuestras cuestiones de orden público a tribunales foráneos. La Junta Arbitral extranjera del Laudo de París decidió despojarnos del Esequibo; la Corte Internacional hará lo mismo, como lo han hecho todos los órganos jurisdiccionales extranjeros a los cuales hemos cometido el imperdonable error de someternos, abdicando de la soberanía como si nunca hubiéramos ganado la batalla de Carabobo.

-¿Es la Conte Internacional de Justicia un organismo confiable e imparcial?

-Tan confiable e imparcial, que hace casi una década en pocos minutos expidió una orden de detención contra Khadafi, basándose en un supuesto bombardeo de éste contra opositores que, según testimonios de la vigilancia satelital rusa, de la estadounidense y de periodistas de Telesur destacados en Libia, nunca ocurrió. Esa decisión sirvió de pretexto para 20.000 misiones de bombardeo de la OTAN que desmantelaron el país que tenía el mayor grado de Desarrollo Humano del África,  fragmentaron su territorio, instalaron una Junta de Gobierno autoelegida, posibilitaron el latrocinio de reservas internacionales de 250.000 millones de dólares, robaron su petróleo y arrancaron una espantosa guerra civil que todavía no se decide. Todo el que se someta a tribunales foráneos puede esperar parecidos resultados.

 – Que puede hacer Venezuela? ¿Es correcta la posición de no aceptar la decisión de esa Corte?

-No someterse a esa ni a ninguna otra corte internacional en materias de orden público interno. Nuestra Constitución lo prohíbe, y ése fue el derecho que ganaron nuestros Libertadores en nuestra Guerra de Independencia.

Crisis y cambio revolucionario

 -Con el bloqueo por parte del imperio gringo, se han despertado las potencialidades de nuestro país y del pueblo. Estamos construyendo barcos, aviones, vagones ferroviarios, se le ha dado impulso a la agricultura ¿Estamos saliendo del pata ´e rolismo de la cuarta república, del cuanto hay pa´ eso? ¿Cómo lo ve usted?

-Me parece muy bien y celebro cuantas iniciativas productivas se adopten. Sólo lamento que muchas de ellas no hayan arrancado desde 1999, cuanto teníamos mejores ingresos, podíamos importar insumos, equipos y piezas de repuesto y todavía no nos impedían vender nuestros productos con un cerco brutal.

 – ¿Qué nos puede decir de Carabobo y sus 200 años?

-Carabobo dividió en país entre los venezolanos, que decidimos que Venezuela tiene el derecho de decidir sus cuestiones de orden público interno con sus propios tribunales, según lo participó Bolívar al cónsul estadounidense en la controversia sobre la confiscación de las goletas contrabandistas Tiger y Liberty, y los anticarabobos, partidarios de que nos juzguen y en definitiva nos gobiernen tribunales extranjeros. Todavía hay anticarabobos; todavía hay que ganarles una nueva batalla.

 – ¿Estamos en una situación parecida a la de 200 años atrás? ¿Estamos a punto de derrotar al imperio de esta época?

-El Imperio de esta época está en franca declinación de su hegemonía. Lo derrotaremos mientras no le entreguemos el poder de decidir nuestras cuestiones de orden público interno, que ejercía la Corona de España antes de Carabobo.

 –  ¿Qué nos dice del mundo y de esta humanidad post pandemia ¿Podemos ser optimistas?

-La gravísima crisis económica mundial, cuyos efectos muchos medios de comunicación atribuyen sólo a la pandemia, ha potenciado las condiciones objetivas para un cambio revolucionario, al intensificar exponencialmente la concentración del capital en un número cada vez menor de manos y empeorar brutalmente la pobreza, el desempleo y la marginalización de las mayorías. Es una situación que deben aprovechar las vanguardias para avanzar revoluciones radicales. Si no lo hacen, esas masas depauperadas caerán en manos de movimientos reaccionarios fascistas y racistas, como ya ha sucedido en varios países. No hay más optimismo que el radicalismo.

T/Manuel Abrizo
F/Archivo CO