El estreno en Venezuela está previsto para el viernes 21 de septiembre
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El filme, coproducido entre Alemania y Suiza, está inspirado en un libro homónimo del escritor germano de origen checo Otfried Preußler reconocido por sus obras dirigidas al público infantil y juvenil.
En una iniciativa por llevar a los circuitos comerciales alternativas diferentes a los títulos de la dominante industria cinematográfica estadounidense, el próximo viernes 21 de septiembre se estrenará en nuestro país el filme coproducido entre Suiza y Alemania La pequeña brujita (Die kleine Hexe), un drama mezclado con algo de comedia nórdica para toda la familia del director suizo Mike Schaerer, conocido entre otras películas por Las aventuras del pequeño fantasma (2013), quien en esta oportunidad toma como base un guión de Matthias Pacht, inspirado en el libro de homónimo del escritor alemán de origen checo Otfried Preußler.
La película cuenta la historia de una pequeña bruja de 127 años que por su corta edad tiene prohibido asistir al baile anual por la Noche de Brujas. Ansiosa por encajar dentro de su estirpe, decide violar las normas y colarse en la celebración donde es capturada y posteriormente excluida.
Antes de expulsarla de la fiesta las brujas mayores queman su escoba y la obligan a caminar durante tres días hasta su casa en el bosque, con la carga del enorme Libro de los Hechizos, que debe estudiar y dominar completamente en el lapso de un año, luego de lo cual debe presentar una prueba para ver si se convirtió en “una buena bruja” con mérito para bailar junto a las más experimentadas.
LO BUENO, LO MALO Y EL LIBRE ALBEDRÍO
Aunque con una estructura narrativa convencional que sigue el modelo aristotélico dividido en principio, desarrollo, conflicto, desenlace y fin, La pequeña brujita, no obstante, apuesta por un planteamiento diferente con un cuento sin princesas, príncipes, ni hadas y mucho menos súper héroes.
Por el contrario, como el nombre lo sugiere, se trata de una historia de brujas, con un registro discursivo ajustado de tal manera que el público infantil pueda comprender, de la manera más entretenida posible, el conflicto filosófico entre el bien y el mal, y el principio bíblico del libre albedrío.
En estas dicotomías, la pequeña hechicera, interpretada por Karoline Herfurth (conocida por su intervención en la película de 2006 El Perfume: la historia de un asesino, dirigida por Tom Tykwer) es víctima de la confusión sobre lo que debe ser una bruja buena y una buena bruja: en principio el clan de las experimentadas le exigen que se convierta en una buena nigromántica, es decir que desarrolle sus capacidades para ser lo que se supone que una bruja debe hacer.
Por el contrario, en la inocencia de sus 127 años la aprendiz entiende que debe usar sus dones para hacer el bien a los demás.
Luego de un año, cuando la pequeña brujita debe presentar la prueba ante una asamblea de las más experimentadas, demuestra todo lo que ha aprendido a costa de estudio y esfuerzo. No obstante es rechazada por hacer el bien, es decir, el mal en consideración de las brujas.
Hacia el desenlace, aturdida por su deseo de pertenecer a su estirpe, la brujita deberá ejercer su libre albedrío.
BUCÓLICA Y RURAL
Destaca de la película, su aparente alta factura, enriquecida con una muy atractiva dirección de arte a cargo del alemán Maximilian Lange (más conocido por una amplia trayectoria como diseñador de producción en su país), caracterizada por una estética bucólica y rural muy fiel a los cuentos infantiles ambientados en países centroeuropeos, paisajes interpretados acá con una prolija iluminación dirigida por Matthias Fleischer.
La pequeña brujita es cuando menos una oportunidad de apreciar estéticas y narrativas diferentes en una cartelera dominada por una estandarización que cada vez busca contar menos e impresionar más, con efectos visuales puestos por encima del discurso.
El filme suizo-alemán estará en las carteleras comerciales del país desde el próximo viernes 21 de septiembre.