La historia no contada de EEUU se develó en la Universidad Experimental Gran Caracas

La “historia escondida” de Estados Unidos de América, desde su fundación en 1783, con algunos capítulos “bien guardados en una caja de Pandora”, fue el tema abordado por el historiador e investigador del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos (Iaedpg) Miguel Espinoza en una conferencia que tuvo como escenario el auditorio de la Universidad Experimental de la Gran Caracas (Unexca), núcleo Francisco de Miranda, ubicado en la esquina de Mijares de la parroquia Altagracia.

De acuerdo a una nota de prensa que reseña el evento, Espinoza señaló que Estados Unidos se consolidó como nación con el exterminio de la población indígena y el tráfico de esclavos negros africanos y comentó sobre su experiencia como alumno de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y el contenido superfluo de la cátedra de Estados Unidos que evadía elementos medulares y sustanciales de su historia.

Afirmó Espinoza que Estados Unidos invisibiliza su historia de invasiones, expoliaciones, despojos, saqueos, genocidios, masacres, explotación y barbarie. Tarifan y captan docentes en todo el mundo para que narren, expliquen, cuenten una historia oficial, suavizada, edulcorada, y presenten a esa nación como el país ejemplar, símbolo de la democracia, progreso y civilización, acotó el expositor.

Cuando apenas EEUU contaba con 13 colonias, sobre un territorio de un poco más del millón de kilómetros cuadrados, los primeros gobernantes estadounidenses pusieron en práctica su ofensiva expansionista, inspirados en lo que el periodista John L. O’Sullivan bautizó en 1845 como el “Destino manifiesto”.

Con la compra de Luisiana a Francia, durante el gobierno imperial de Napoleón Bonaparte en 1804, se duplicó la extensión territorial, y la población aumentó de 5 millones a más de 23 millones a mediados de siglo. Se estima que cerca de 4 millones de estadounidenses ocuparon territorios del oeste entre 1820 y 1850.

La fiebre expansionista no tuvo límites, expresó Espinoza, traspasó fronteras una vez colmadas las tierras que ocupan hoy; se apoderaron del norte de México en 1848, así como también de las islas de Hawai, Guam y las Filipinas con un discurso engañoso acompasado con la fuerza militar.

Con la compra de Luisiana, el despojo de la Florida al Imperio Español en 1817 y México, el nuevo imperio proclamó la República Yanqui Universal en 1848.

La misma historia se repitió en el Caribe en 1898, cuando se apodera de Cuba y Puerto Rico, como lo había hecho en La Florida oriental, un capítulo de las historia de EEUU en la cual figura el nombre de Venezuela.

Destacó el joven historiador que en 1817 las fuerzas patrióticas venezolanas cumplieron una misión casi desconocida en La Florida: decenas de expedicionarios venezolanos y extranjeros desembarcaron en la isla Amelia-Fernandina con el propósito de tomarla con una visión geopolítica y geoestratégica encaminada a bloquear el tránsito de embarcaciones estadounidenses -por el llamado Paso de los Vientos-, las cuales proporcionaban armas, pertrechos y logística a los españoles para que aplastaran la insurrección venezolana.

De igual forma, los venezolanos se plantearon la acción con el objeto de utilizar la isla Amelia-Fernandina como un teatro de operaciones militares e impulsar la independencia de Cuba, Puerto Rico, México y Centroamérica. Es así como el 29 de junio de 1817 se izó el tricolor nacional en la isla de Amelia. Pedro Gual se convirtió en su gobernador en octubre de ese año. Finalmente el 22 de diciembre la armada estadounidense cercó a los venezolanos, quienes ante la superioridad militar abandonaron la isla.

“Debemos mantenernos unidos y apelar a nuestro espíritu patriota para impedir que el neofascismo estadounidense siga agrediendo a nuestro país. Bolívar está hoy más presente que nunca y la sociedad venezolana internalizó que unidos seremos invencibles. No hay imperio invencible, cuando los pueblos deciden ser libres”, subrayó el historiador ante a un auditorio formado por estudiantes, profesores y la comunidad de las parroquias Altagracia y Catedral.

T/ Redacción CO
F/ Cortesía Unexca
Caracas