La ley de los CLAP

PUNTO CRÍTICO

POR: ROY DAZA

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La nueva ley de los CLAP es un instrumento jurídico pertinente y necesario, forma parte de la política económica en curso, que viene adelantando el Presidente Nicolás Maduro, para enfrentar los ataques sistemáticos en contra nuestra economía.

Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción son los encargados de la distribución de los alimentos -que a precios muy bajos- vende el gobierno para contribuir con la familia venezolana, pero los CLAP se han venido convirtiendo en un movimiento social de trascendencia, y no podía ser de otra forma, porque son el mismo pueblo organizado por calles y comunidades, el que atiende el problema número uno del país: garantizar la alimentación; no hay precedentes en la realidad política venezolana, de una organización social de tal alcance, como el que tienen los CLAP.

Los CLAP son una de las bases para forjar la economía del “bien común”, una asociación libre de los productores, y los productores no son otros que los trabajadores.

La combinación perfecta de una nueva economía es la de un Estado que progresivamente va delegando en las organizaciones sociales, buena parte de sus funciones, y en la que los equilibrios macroeconómicos sean evaluados en un trabajo conjunto entre el ejecutivo, el parlamento, las organizaciones empresariales patriotas, los comités de trabajadores, los consejos comunales y los CLAP. Que la última palabra la tendría el Jefe del Estado: es obvio; pero lo que la realidad indica es que las decisiones en materia fiscal, cambiaria y monetaria, requieren de consensos, y los consensos no son un asunto de unas cúpulas reunidas, o de “técnicos”.

¿La economía del “bien común” puede convivir con la economía privada capitalista y con las empresas estatales? No solo puede, sino que debe convivir, porque construir una nueva economía no es un decreto ni una fantasía de unos intelectuales trasnochados, no, es la acción misma de la sociedad organizada democráticamente.

dazaroy@gmail.com
Maracay / Edo. Aragua