La MUD del desencanto al rechazo

SÍNTESIS

POR: HUGO CABEZAS

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La dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en su desespero por alcanzar el poder, no le importó el cómo. Lo importante era alcanzarlo fuera como fuera. Pateo la Constitución, recurrió a la coerción, a la amenaza, al odio, al miedo, a la fuerza, a la violencia, al terrorismo, a la mentira, al engaño, etc., lo cual la deslegitimó como “fuerza” política, ante sus correligionarios.

Y es que en la política el sentido común tiene una gran importancia. Porque es allí, en el sentido común del pueblo, en el que se produce esa “secreta mutación” de los intereses individuales en intereses generales, en intereses de la colectividad.

Es aquí, precisamente, donde se encuentra el mayor error cometido por la dirigencia de la MUD. Se creyeron superiores. No entendieron que una fuerza política nunca es dominante si su sostén principal es la coerción, sobre todo, si esta tiene como base el uso de la fuerza bruta contra los demás sectores de la población, sobre las clases sociales dominadas o subalternas, como las llamó Gramsci. Un poder político que actúa de esta manera, a partir de estos principios, carece de legitimidad, porque desprecia la voluntad general, la voluntad del pueblo.

La dirigencia de la MUD ha sido tan miope, tan poco asertiva, que ha hecho de la actual coyuntura sociopolítica que vive nuestro país una situación de caos. No ha sido capaz de entenderla como un proceso de transición. De una Venezuela puntofijista, clientelar, partidocrática, inequitativa y excluyente hacia una Venezuela que se construye a partir del noble propósito de alcanzar la felicidad y la igualdad de todos los venezolanos, de construir una sociedad en la que impere la justicia social.

Miopía que le ha impedido hacer de la “crisis” una oportunidad, incapaces de imaginar, mucho menos pensar, cosas que puedan ser alternativa de la misma. Siguen anclados en su pasado. Por eso, en vez de agregar nuevos sectores a sus intenciones políticas, producen rechazo. Y ello es así porque en sus planes no está el objetivo de “construir pueblo”, el venezolano no le interesa como sujeto de la construcción política de la sociedad.

La retórica de la dirigencia de la MUD nos recuerda la narración de Platón sobre el fugitivo de la caverna: “…ahí abajo no se ha visto jamás la luz, ahí se habla el lenguaje de las sombras”. Y ese es, precisamente, el lenguaje con que ella se ha dirigido a los venezolanos. Hablan por hablar. Han sido incapaces de decir cosas bellas, justas y verdaderas. Y son así porque su objetivo político, como hemos dicho, es acceder al poder para su disfrute individual. Han hecho de la mentira su ideología, para decirlo con palabras de Louis Althusser, su “macizo ideológico”.

Pues bien, la MUD como organización política vive una agonía temprana. Su espada de Damocles ha sido la nueva realidad política del país. Cada vez mas distante del pueblo. Pero, cada vez, mas sumisa a los perversos y oscuros intereses del capitalismo internacional.

El fracaso en la convocatoria para el llamado plebiscito, de las elecciones primarias para escoger sus candidatos a gobernadores y el arranque de la campaña electoral de estos, son la mejor constatación de esta afirmación. Por eso, sus seguidores transitan del desencanto al rechazo.

Dulce: Palo y palo les volvimos a dar en la Asamblea General de la ONU. De manera particular en el Consejo de Derechos Humanos. Quisieron aprobar una resolución contra nuestra Patria y solo tuvieron 11 respaldos. Hasta el llamado Grupo Lima, se desmorona.

Amarga: No asistieron a la reunión de Santo Domingo del miércoles pasado, para darle continuidad al diálogo por la paz. Será que de nuevo patearán el tablero y, siguiendo instrucciones de Trump, se retirarán de las elecciones de gobernadores. ¿Será que quieren reanudar la violencia? ¡Ojo pelao!

@hugocabezas78
Caracas