En un comunicado publicado el martes, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, calificó de “deplorable” la situación en que se encuentran unos 14 000 migrantes y refugiados, mayoritariamente de Haití, en un campamento improvisado debajo del puente internacional que une Del Río (Texas, EEUU) con Ciudad Acuña (México).
“Las expulsiones sumarias o masivas de individuos, actualmente en curso bajo la autoridad del Título 42, sin examinar sus necesidades de protección, son inconsistentes con las normas internacionales”, enfatizó Grandi, luego de señalar que estuvo “impactado” por ver las escenas que se están viviendo en la referida localidad.
En este sentido, criticó la forma de comportamiento de los agentes fronterizos estadounidenses con los migrantes que intentan cruzar desde México, lo cual ha hecho que tanto la ONU como diversas ONG cuestionenlas políticas que se estarían aplicando en este caso.
El lunes, se hizo viral un vídeo que mostró a los agentes estadounidenses a caballo amenazando a los migrantescon sus riendas. En una de las fotos se vio que un policía agarra a uno de los haitianos por la camiseta mientras el caballo trotaba en círculo.
El martes, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe (capital haitiano) fue escenario de la ira y protestas, luego de que se revelara que el Gobierno del país centroamericano había aceptado las deportaciones. “Estoy enojado con el Gobierno. En prisión nos dijeron que el Gobierno haitiano había firmado para enviarnos de regreso a Haití”, dijo una migrante llamado Yranese Melidor, quien había llegado en un vuelo anterior.
En un informe, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU anunció el sábado que afina un plan para deportar a al menos 14 800 migrantes, que se encuentran en miserables condiciones en el referido campamento.
Estas devoluciones se realizan bajo el llamado Título 42, una acta aprobada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump al inicio de la pandemia que permite expulsar del país a todos los que puedan suponer una amenaza para la salud pública y que ahora da continuidad el actual mandatario, Joe Biden.