La Revolución Bolivariana detuvo la estrategia de dominio de Washington hacia América Latina

En el marco del seminario Rebelión Antineoliberal en Nuestra América, que concluye, Yudith Valencia se preguntó si los paquetazos neoliberales en Ecuador, Chile y Colombia no representaban una estrategia para disminuir la presión acumulada y luego negociar. Le pareció “curioso” que en foros internacionales el discurso contrarrevolucionario involucre a Venezuela con el terrorismo

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La economista y docente universitaria, Judith Valencia, presentó como una “curiosidad” la casi simultaneidad o seguidilla de protestas en Ecuador, Chile y Colombia, contra “paquetazos” neoliberales en los meses de octubre y noviembre, meses en que se produjeron elecciones presidenciales en Bolivia, Argentina y Uruguay. La profesora se hizo una larga pregunta que compartió con los asistentes al Seminario internacional Rebelión Antineoliberal en Nuestra América, que se desarrolla en el edificio de la Cancillería.

“¿Acaso no podríamos derivar del hecho simultáneo la aparición de un novedoso dispositivo estratégico con intención de provocar, desencadenar estallidos, jornadas de protesta, para disminuir la presión acumulada del malestar social, diagnosticado, detectado entre los pueblos a tiempo de rebelarse, al tiempo de sentarse a negociar, no a dialogar para entenderse, sino a un dame que te doy y a precisar liderazgos y atemorizar?”, dijo Yudith Valencia.

Esta interrogante fue la primera de cuatro “curiosidades”, a la que se refirió durante su participación en el seminario, que reúne a más de 50 intelectuales, organizado por la Red de Intelectuales Artistas y Movimiento Sociales . El seminario concluye hoy.

Valencia intervino ayer en el foro moderado por la historiadora y filósofa venezolana Carmen Bohórquez, denominado “Nuestra América: epicentro de la confrontación de los modelos y del reordenamiento mundial que marcó la segunda jornada. Junto a ella intervinieron el historiador y analista venezolano Juan Romero, el filósofo Manuel Azuaje, y el analista internacional argentino Marco Teruggi.

Carmen Bohórquez, en una exposición introductoria, dijo que “ninguna concesión, ningún logro que se haya alcanzado se ha dado por voluntad de las élites dominantes, solo la lucha de los pueblos ha logrado que la humanidad haya avanzado en la adquisición de derechos humanos y mejoras en la vida social y política”.

En un recuento histórico, la especialista explicó que la actual situación regional deriva de la reacción de Estados Unidos ante el proceso de transformación geopolítica y unión de América Latina y el Caribe durante la primera década del siglo XXI.

La diferencia en este mismo período, reflexionó, ha sido la ruptura que “la derecha imperial ha provocado entre los países latinoamericanos que comenzaban a construir la unidad de todos en función de un proyecto común”.

La filósofa sostiene que, por injerencia, la Casa Blanca ha llevado a varios gobiernos de la región a cambiar la integración auténtica por una “vergonzosa subsunción en el proyecto imperial”, que se caracteriza por los antivalores del unilateralismo, la autorreferencia y la imposición de sus intereses.

En retrospectiva, recordó que en la primera mitad del siglo XX, aunque hubo algunas revueltas populares, no se produjeron movimientos que lograron transformaciones sociales permanentes.

“Debemos aprovechar el momento de resurgimiento de las luchas de los pueblos que estremecen Nuestra América, para fortalecer la unidad que sigue hoy día con la misma perentoria necesidad de hace 200 años. La unidad es la condición necesaria para hacer posible el triunfo definitivo de la justicia, la paz, y el derecho”, sugirió.

Constitución común

En su disertación, la profesora Yudith Valencia se preguntó cuál es la estrategia que interrumpe Venezuela con su proceso constituyente, con la refundación de la República, con su democracia protagónica y con la unión cívico-militar.

Anunció que se referiría a ese período de la estrategia, convenida en 30 años, 1964 y 1994, porque pensaba que entender el carácter de esa interrupción es importante para el contexto de los acontecimientos actuales.

“Voy a enunciar unas breves líneas con relación a ese contexto. Traigo algunas curiosidades, algunas ocurrencias de lo que está pasando y algunos temas que creo importante para el debate nuestro en la elaboración política”, dijo.

Agregó que el 9 de marzo de 2015, Barack Obama acusa a Venezuela de amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos de América.

“Cuando en 1998 Chávez es electo Presidente y convoca a dar inicio al proceso constittuyente para refundar la República, comienzan las anotaciones al expediente de la amenaza. Transcurren 20 años desde 1999 hasta 2019. Es noticia la guerra total con dispositivos de ataque criminal para socavar la voluntad y soberanía de la mayoría de un pueblo que ha decidido ser libre. Cierto, no fue cualquier proceso el interrumpido por la decisión soberana”, aseveró.

Sostuvo que las alianzas criminales mercenarias imperiales venían actuando con políticas de hechos cumplidos contra los acuerdos internacionales convenidos. 2001 es un año clave. El 14 de diciembre de 1994 con Clinton presidente, los 34 gobiernos de la OEA reunidos en Miami, iniciaban el proceso de reestructuración del Sistema Interamericano, cumplidos ya los objetivos de la Unión Panamericana de 1889 a 1954. La reestructuración en el Plan de Denver expresa la intención política de las Cumbres de las Américas de conjugar medidas disolventes del carácter nacional de las constituciones asumiendo el proyecto común de una constitución hemisférica, continental, acoplada a las normas y disciplinas de la Organización Mundial del Comercio, OMC, por aparecer en enero de 1995.

“El proceso constituyente, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, interrumpe la estrategia de Washington, del Pentágono, hacia la América”, sentenció.

Señaló Yudith Valencia que desde 1964 Washington fortalece su lucha por unificar intereses capitalistas nacionales hacia una estrategia hemisférica continental, internacional, y que en una primera mitrada, año a año, se podría no haber entendido la conspiración de las fuerzas capitalistas regionales por acoplarse.

Cuando el 14 de diciembre de 1994, en Miami, firman la reestructuración del Sistema Interamericano, se cumplían 30 años, 1964-1994 , del experimento de adecuar las políticas y leyes de esas partes con intereses capitalistas en los estados nacionales al todo estratégico, al hemisferio, al continente americano. Expuso que así como hoy Rusia, China, el mundo multipolar, mueven el enjambre del capitalismo occidental, en 1957 la URSS, con el lanzamiento del Sputnik y con el cosmonauta Yury Gagarin en el espacio en los sesenta, y los rebeldes bajando de la Sierra en Cuba, conducirían a revisar la estrategia continental americana en Washington.

“La oferta de la vuelta a la democracia representativa electoral”, continuó la expositora, “la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, Aladi, con el Tratado de Montevideo de 1960, la Alianza para el Progreso, los planes de desarrollo de la Cepal, no eran suficientes. En 1962 expulsan o sacan a Cuba de la OEA, argumentándolo de dictadura castrocomunista. Y en 1964 comienza con el golpe de Estado al presidente Joao Goulart, en Brasil, el experimento de articular las multinacionales norteamericanas a la estructura productiva brasilera. La burguesía brasilera, los monopolios usa americanos y la represión militar, el experimento segmenta al Sur. Aparece el Pacto Andino y estando el tiempo, Chile elige a Salvador Allende. Kissinger y Nixon radicalizan el experimento a fondo. No más Cepal con su estado de bienestar e industrialización compartida. El proyecto monetarista gana la partida. Los organismos internacionales de la ONU cumplen el papel de la Reserva Federal. Corre la década de los setenta y con el Plan Condor exterminan al enemigo interno. El experimento monetarista irá tomando vuelo. El dispositivo de la deuda conducirá a las privatizaciones abriendo la ruta del Consenso de Washington”

Curiosidades

Valencia se refirió al historial imperial para mantener su dominio en América Latina y el Caribe, y reconquistar los territorios perdidos a través de diversas fórmulas, a partir de 2009, como los casos de Brasil, Paraguay, Honduras, Haití, Ecuador, Argentina, Bolivia.

“El imperio capitalista unipolar por estar en condiciones críticas hace la guerra para reordenar su hegemonía, reordenar las fuerzas en el mundo capitalista desde occidente hacia el globo, al rescate de los territorios perdidos, como en el caso de Bolivia, de los gobernantes aliados como Ecuador, Chile, Colombia. Para ello recompone, arma de batalla, dispositivos mercenarios. Las fuerzas del capitalismo se comportan como cualquier organismo vivo, mutan, atacan todo movimiento de fuerzas soberanas”, indicó.

Las líneas matrices imperiales sostenidas durante 30 años, se ven interrumpidas por el proceso bolivariano de refundación de la patria y con las políticas regionales como ALBA TCP, Petrocaribe, Unasur, Celac. Los No Alineados, los 77, más China. Todo ello en el intertiempo 2004-2012.

De las otras tres “curiosidades”, Yudith Valencia, las expuso, sin referirse tácitamente, dentro del contexto que apunta a preparar y condicionar el terreno y la opinión para un agresión contra Venezuela. Explicó que hace unos 15 días, el presidente Donald Trump en una entrevista a la BBC News dijo que su Gobierno lleva 90 días, septiembre, octubre, noviembre, trabajando para clasificar como organización terrorista extranjera a los carteles mexicanos de la droga, y que estaban bien metidos en ese proceso. Esta acusación se extendería a quienes colaboran con estos vendedores locales y clientes que aportan recursos materiales.

“Ya el Instituto de Política, una ONG de Harvard, había hecho esa recomendación en 2002. En materia de terrorismo desde septiembre de 2001 la política de seguridad de Washington, del Pentágono, permite atacar antes de que el hecho ocurra. Se tata de prevenir sin violar ningún acuerdo internacional. Es el caso de que todos los discursos de funcionarios contrarrevolucionarios en los organismos nacionales y multilaterales perfilan a Nicolás Maduro y Venezuela con las características de terrorista. Esa es mi segunda curiosidad”, afirmó.

En la curiosidad tres apuntó a los jóvenes y las series de Nexfi, entre algunas recientes, Casa de Papel, Narco México, series acondicionadoras de opinión pública.

“Mi cuarta curiosidad: 2018-2019: aparecieron señuelos, signos de alegría. En México, gana López Obrador, defensor de la soberanía. En Colombia, las movilizaciones en defensa de los acuerdos de paz y renovación de la participación electoral. Las calles argentinas contra Macri buscaron la unidad. Estos signos, junto a la reposición de las izquierdas en el Foro de Sao Paulo y la unión de personalidades progresistas en el Grupo de Puebla, al enemigo como que le vino como anillo al dedo. Moreno, Piñera, Duque, Almagro, los golpistas criminales en Bolivia acusan al Foro de Sao Paulo y sus iniciativas, a Cuba, Venezuela y a Nicolás Maduro como responsables causantes de los actos de violencia, no de las jornadas de protesta, de los actos de violencia que se generan en las jornadas pacíficas. No nos acusan de las protestas sino de la violencia”, dijo.

T/ Manuel Abrizo
F/ Gustavo Frisneda
Caracas