«La Revolución Bolivariana es la misma de Bolívar hace 200 años», sentenció este viernes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, a propósito de la conmemoración del Bicentenario del Congreso de Angostura, instalado en Angostura (hoy Ciudad Bolívar) un 15 de febrero de 1819, y que representó el segundo Congreso Constituyente de Venezuela.
Acompañado por el pueblo revolucionario de la referida entidad, el mandatario del país suramericano señaló que los patriotas venezolanos jamás se subordinarán ante las pretensiones imperialistas del magnate Donald Trump, quien en diversas declaraciones no ha descartado una invasión militar contra nuestra Venezuela.
«Nuestro pueblo nunca se rindió y siempre encontró el camino para reivindicar a Bolívar. No es casualidad que 180 años después surgiera el gran reivindicador: Hugo Chávez ¡República Bolivariana para siempre!», subrayó el jefe del Estado venezolano al recordar la resistencia victoriosa de los pueblos indígenas y africanos, así como de los próceres independentistas ante el genocidio y colonialismo sistemático de las tropas realistas españolas en Nuestra América.
El Presidente de Venezuela señaló que el Libertador Simón Bolívar “es el símbolo de la unión cívico militar revolucionaria” que hoy transita nuestro país.
«Sin un Ejercito Libertador unido, leal y victorioso, jamás hubiera nacido la República, jamás hubiera resucitado; Sin un Ejército unido, leal y victorioso, jamás hubiera habido un Bolívar ni una historia patria, y seguramente estuviéramos todavía en las tinieblas del colonialismo europeo», dijo.
Igualmente, Maduro calificó como un hecho “obsceno” que un grupo de personas nacidas en Venezuela le pidan al imperio norteamericano que invada a nuestro país.
«Tenemos que fortalecer la movilización, la consciencia y la educación político ideológica», agregó.
Chávez bajó a Bolívar de la estatua
El Presidente enalteció que “el Comandante Hugo Chávez bajó al Simón Bolívar de las estatuas y lo convirtió en pueblo libertador. Al mismo tiempo, celebró que el líder socialista “colocó la historia en su justo lugar”, reivindicando nuestros símbolos patrios y concibiendo la historia como “fuerza viva” y no como una simple acumulación de hechos pasados.
«Son grandes las enseñanzas del proceso bolivariano. Son inmensas las enseñanzas del Discurso de Angostura. En ese discurso Bolívar fue madurando su concepto, su idea, su filosofía. Fue un discurso que escrito en los polvos de los caminos, en su campaña por Apure (…) cabalgando los caminos de los llanos, en batalla, fue madurando cada idea, cada concepto», expresó.
Visión geopolítica del Libertador
El presidente Nicolás Maduro también hizo referencia a la visión geopolítica del Padre de la Patria, quien fundó a Colombia en tierra venezolana, específicamente en las inmediaciones del Río Orinoco. Recordó que el Ejército Libertador nunca conquistó; liberó. En ese sentido, ratificó que el paso del Ejército bolivariano por Boyacá, Pichincha, Junín y Ayacucho tuvo como propósito luchar contra los poderes fácticos y colonialista de la época, para impulsar la creación de una “poderosa nación de Repúblicas (la Gran Colombia) que estaría protegida por las fuerzas independentistas.
Finalmente, el jefe del Estado venezolano precisó: «Hago un llamado a la unión nacional, a la unión de la Patria (…) no nos metemos con nadie, que nadie se meta con nosotros»
A continuación un fragmento del Discurso de Angostura pronunciado por el Libertador Simón Bolívar que goza de mucha vigencia en estos tiempos:
«No ha sido la época de la República, que he presidido, una mera tempestad política, ni una guerra sangrienta, ni una anarquía popular, ha sido, sí, el desarrollo de todos los elementos desorganizadores; ha sido la inundación de un torrente infernal que ha sumergido la tierra de Venezuela. Un hombre, ¡y un hombre como yo!, ¿qué diques podría oponer al ímpetu de estas devastaciones? En medio de este piélago de angustias no he sido más que un vil juguete del huracán revolucionario que me arrebataba como una débil paja. Yo no he podido hacer ni bien ni mal; fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de nuestros sucesos; atribuírmelos no sería justo y sería darme una importancia que no merezco. ¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos pasados y del orden actual? Consultad los anales de España, de América, de Venezuela; examinad las Leyes de Indias, el régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la religión y del dominio extranjero; observad los primeros actos del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos y el carácter nacional. No me preguntéis sobre los efectos de estos trastornos para siempre lamentables; apenas se me puede suponer simple instrumento de los grandes móviles que han obrado sobre Venezuela; sin embargo, mi vida, mi conducta, todas mis acciones públicas y privadas están sujetas a la censura del pueblo. ¡Representantes! Vosotros debéis juzgarlas. Yo someto la historia de mi mando a vuestra imparcial decisión; nada añadiré para excusarla; ya he dicho cuanto puede hacer mi apología. Si merezco vuestra aprobación, habré alcanzado el sublime título de buen ciudadano, preferible para mí al de Libertador que me dio Venezuela, al de Pacificador que me dio Cundinamarca, y a los que el mundo entero puede dar»