La tragedia de Héctor Lavoe se expone de nuevo en los teatros caraqueños de Catia y Alameda

La pieza se ha enfrentado con éxito a diversas audiencias

La pieza, enriquecida con temas de salsa y boleros interpretados en vivo con el acompañamiento de siete músicos, cuenta con la dirección escénica de Érika Pacheco, mientras que Aulio Solano lleva la orquesta. La producción es de Christopher Bencomo.

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Un cantante, víctima de la explotación comercial de las mafias adscritas a la gran industria internacional de la música, que se enfrenta a sus angustias, sus sueños, sus tormentos y sus esperanzas, es la historia que plantea Lavoe contra Lavoe. La tragedia del cantante, una obra inspirada en la última etapa en la vida del legendario artista puertorriqueño, escrita por el caraqueño Edgar Borges.

La pieza, enriquecida con temas de salsa y boleros interpretados en vivo con el acompañamiento de siete músicos en escena, ha conmovido al público, especialmente a las y los aficionado a la música del afamado artista boricua, desde su primera temporada completada hace ya casi un año en el Centro Cultural B.O.D. de Altamira, en Caracas

DONDE Y CUANDO

En esta oportunidad, el montaje, que cuenta con la dirección escénica de Érika Pacheco, la guía musical de Aulio Solano, la producción de Christopher Bencomo y la actuación de Carlos Áñez, quien tiene ya cerca de ocho años en la interpretación, se presentará hoy sábado 22 de julio y mañana domingo sobre las tablas del Teatro Catia, como parte de la progranación del Circuito Metropolitano de Teatro administrado por la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte) del municipio Libertador.

Además, la pieza tendrá una función el sábado 29 en el Teatro Alameda de San Agustín. Todas las presentaciones será a las 5:00 pm.

TEATRO EN SALSA

Según afirmó Bencomo en conversación con el Correo del Orinoco, la pieza intenta alejarse de la perspectiva morbosa y lasciva que se concentra el los aspectos oscuros del personaje como su adicción a las drogas y su enfermedad, para mostrar el legado que dejó Héctor Lavoe y el drama humano de un artista abandonado luego de ser “exprimido” hasta lo último, por la música.

El productor del montaje advirtió que no se trata de un musical. Se trata, por el contrario, de una obra de teatro en el sentido convencional, enriquecida con interpretaciones en vivo de las canciones más emblemáticas de Héctor Lavoe, que en este caso cumplen además la función de “oxigenar” la historia, estrechar el vínculo con el público, apoyar a la estructura narrativa y aportar un ritmo discursivo dinámico.

INTERPRETAR, NO IMITAR

En el sentido narrativo, la música representa el vínculo del cantante con el público, con sus momentos de felicidad y plenitud, su oasis en medio de su tragedia.

Por otra parte, señaló Bencomo, Lavoe contra Lavoe. La tragedia del cantante no es una historia biográfica que persigue la fidelidad en los hechos. Es más bien una ficción, una lectura del autor, con base en la realidad.

De tal manera que la pieza persigue mostrar una interpretación de la dimensión íntima del gran artista que, aun siendo una fulgurante estrella, siempre estuvo profundamente solo y abandonado en el ambiente frívolo hostil del espectáculo y la fama, al acecho de sus propios demonios.

“No mostramos a un imitador, ni a un doble, es un actor profesional, que interpreta a Héctor Lavoe, no hay un fiel parecido vocal, pero gracias a la interpretación de Carlos Áñez el público lo percibe como real”, aseguró el productor.

VISIONES ONÍRICAS

Por su parte, la directora Érika Pacheco describe la obra como una propuesta surrealista que se mueve entre el sueño del artista, su pesadilla y la realidad.

El sueño, aclaró Pacheco está vinculado en esta puesta en escena con la relación de Lavoe con el escenario, con la música y con su público. Mientras que la pesadilla está marcada por la intervención de Mr. Taquilla, “un ente, más que un personaje”, representante de los inescrupulosos productores del showbusiness, a quienes no les importó usar la adicción a las drogas e incluso la enfermedad del cantante para usarlas como elementos de promoción, con la intención de sacar el mayor provecho comercial posible.

En la realidad de la obra, Lavoe se enfrenta a sí mismo, frente al espejo, donde están representados sus temores, sus esperanzas, sus recuerdos y su situación de soledad y abandono.

“Entre mi repertorio y el corazón del público, nunca habrá ninguna taquilla”, dice en la obra un Héctor Lavoe consciente del amor de su público.

“Desde el punto de vista humano mostramos a un hombre solo que después de sacarle lo que le tenían que sacar, lo dejaron completamente solo en un departamento acompañado solamente con una botella de licor, un sofá, un perchero y un espejo que lo enfrenta a sí mismo, a sus tormentos sueños y anhelos”, confirmó el productor.

PARA BAILAR

Como de hecho ha ocurrido en las funciones de las temporadas anteriores, esta obra tiene la particularidad de invitar al público a cantar e incluso a bailar los temas interpretados en vivo, con una verdadera orquesta de salsa y la voz del Lavoe interpretado por Áñez.

Son en total 14 temas entre los que se cuentan “Periódico de ayer”, “Te conozco”, “Juana Peña”, “Todo tiene su final”, “Mi gente”, “Despedida”, “Emborráchame de amor”, “Linda” “Seguiré sin ti”, “Soñando despierto” y “Ausencia”, entre muchas otras. Inclusive el público tiene el permiso de pedir otras y, lo mejor de todo, es que tanto el actor, como la orquesta, están preparados para complacerlo.

Lavoe contra Lavoe. La tragedia del cantante es un trabajo escénico musical, ya probado en unas cuantas funciones, frente a diversas audiencias a las que consigue vincular y conmover con esta interpretación íntima de la vida y obra de una leyenda de la salsa, aún hoy, luego de 24 años de su muerte cumplidos el pasado 29 de junio, continúa en el corazón del público latinoamericano.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Luis Franco
Caracas