POR: TULIO MONSALVE
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Se hace notable e intenta convertirse en tendencia de peligroso rumbo el alejarse del habla del pueblo. Darle la espalda a esa fuente de información que significa la palabra de la gente de la calle. Esa que puede decir cosas bellas e ingeniosas sin que aparenten ser poéticas. Basta, como lo hace, expresar con limpia claridad las ideas que tiene en la cabeza. Pero cuando las ideas no están organizadas y cuando el sustrato que las apoya es débil y poco madurado es obvio que la palabra surja torpe y poco fluida.
Pero el pueblo venezolano siempre se ha caracterizado por el uso ágil y la sabrosa riqueza de sus ocurrentes salidas llenas de agudeza que provocan de inmediato una sonrisa. Variada en sus formas. Una de ellas son los refranes, le escuché decir a Aníbal Nazoa que él recordaba con más humor y sapiencia ese de: “Gallina que come ñema ni que le quemen el pico”. Dicho que por su amena voz y lejanía a la vulgaridad recordamos de cuando en vez.
Por ejemplo ayer cuando descubro, en primera plana, un como dicen los psiquiatras: “deja vu” o sea algo ya visto. Repetido. Y más que conocido: calcado. Así descubro que el 5 de marzo de 2018 se realizó un acto que proponía “proclama por la democracia de la sociedad civil desde el Aula Magna de la UCV”.
De inmediato pensé en el refrán citado y el deja vu de un acto, muy, pero muy parecido, celebrado el 5 de marzo 2002 en la Quinta La Esmeralda, a donde el rector Ugalde “le levantó la mano” al unísono a Pedro Carmona Estanga y a Carlos Ortega. Y mostraba un sortilegio muy particular de lo que se venía: un golpe de Estado. En ese caso, con Luis Ugalde, rector de la UCAB. Un grupo empresarial Fedecámaras con Pedro Carmona. La fuerza sindical con Carlos Ortega de la CTV; para comenzar.
16 años después solo cambia el escenario, -el fin es el mismo- para nuestro pesar, ahora el Aula Magna y quien ameniza el acto es una rectora –eterna-. Repite otro rector de la UCAB, Francisco Virtuoso, y la Fuerza laboral la representa José Bodas, en lugar de Carlos Ortega. No podía faltar Fedecámaras reencarnada ahora por Carlos Larrazábal, un petit clon de Carmona.
Que se propone hoy: “crear un corredor humanitario”, que sabemos en el lenguaje militar el preámbulo de cualquier invasión militar, Libia, Irak, Siria, Paquistán, Panamá y dejémoslo hasta allí por qué la lista es larga, y el final conocidísimo.
El pueblo tiene voz: “Gallina que come ñema ni que le quemen el pico”.