Las caras de Luisa Ortega Díaz (IV): La impunidad asalta la Fiscalía General

Las palabras de la exfiscal atizaron la violencia

TEMÁTICA:

POR: JIMMY LÓPEZ MORILLO

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“(…) y si el mundo te castiga, mujer,/ lo siento por ti”
Rafael Hernández

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Cuando el 12 de febrero de 2014 la oposición criolla asedió durante horas la sede de la Fiscalía General de la República, poniendo en marcha su anunciado plan golpista denominado “La Salida”, en medio de la furia de los manifestantes, la entonces estudiante Gaby Arellano, desbordada por el odio, profería improperios de todos los calibres contra Luisa Ortega Díaz, tildándola, entre otras cosas, de “corrupta”.

Poco más de tres años después, tras sus declaraciones del 31 de marzo de 2017, la situación dio un inesperado giro de 180 grados: una de las villanas de otrora, la que fuera blanco de la iracundia oposicionista aquel Día de la Juventud, pasó a ser la nueva heroína del fascismo nacional e internacional.

La mecha había sido encendida por la principal cabeza del Ministerio Público y, sospechosamente, como una señal, marcó el inicio de los cuatro meses más violentos para Venezuela en lo que va de este siglo XXI.

Pernalete y Figuera

El 26 de abril, durante una de las manifestaciones cada vez más feroces en la plaza Altamira, el joven de 20 años Juan Carlos Pernalete cayó en circunstancias extrañas, desatando el escándalo y morbo de los medios nacionales e internacionales que, sedientos de sangre y –por qué negarlo- de la caída del rrréeegimen de Maduro, habían apostado a cientos de corresponsales en nuestro país.

Días después, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas Poljak, dio a conocer que las investigaciones habían determinado como causa de la muerte del muchacho el uso de una pistola de perno cautivo, utilizada por uno de los manifestantes y no el impacto de una bomba lacrimógena como difundieron los medios…

En el 2014 Gaby Arellano profería improperios contra Luisa Ortega Díaz

Ya Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV, había expuesto que ningún efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana se encontraba en las cercanías de donde había sido abatido el estudiante.

No tardó en ripostar Luisa Ortega Díaz, quien en una rueda de prensa, con voz y manos temblorosas, leyó un comunicado en el cual afirmaba que las investigaciones realizadas por el Ministerio Público determinaron que Juan Carlos Pernalete había sido víctima de una bomba lacrimógena. Tras su particular lectura, sin atender preguntas de los periodistas, fue sacada del salón casi en volandas por sus acompañantes.

En la calle, sus escasas declaraciones atizaban la violencia, la cual cobraba mayores dimensiones, alimentada por un odio exacerbado a través de las redes digitales. Los vecinos secuestraban a sus propios vecinos en sus lugares de residencia. Se impedía el paso a ambulancias, transportes de alimentos y medicinas. Se amenazaba a comerciantes. Las autoridades dejaron de hablar de “guarimbas” y comenzaron a referirse a actos terroristas. La inacción de la fiscal general era escandalosa.

El 20 de mayo, confundido con un chavista, Orlando Figuera, de 21 años, fue atacado salvajemente en Chacao, golpeado, apuñalado e incinerado vivo. La noche del 3 de junio, tras una terrible agonía, cedió su último aliento en el Hospital Domingo Luciani.

El 4 de junio, el Presidente de la República se refirió al tema:

“Ayer, en horas de la noche, triunfó el odio, triunfó la violencia, luego de haber sido atendido con los más delicados y grandes cuidados, falleció este joven Orlando Figuera, asesinado por el odio fascista, quemado a la luz del día en el municipio Chacao, en la plaza Altamira (…) Venezuela pide más que justicia, Venezuela pide que haya una reflexión del alma nacional y que cese inmediatamente la acción de la violencia y de los violentos. Yo les pido un esfuerzo mayor a los venezolanos para que triunfe la paz en cada calle, esquina y cada corazón”, dijo el Jefe de Estado, en la edición 89 de Los domingos con Maduro.

De nuevo, saltó Luisa Ortega Díaz, con una insólita declaración:

“Es realmente dantesco lo que ocurrió con el hombre quemado y apuñaleado en Altamira, y es muy grave que estén circulando esos videos manipulados en beneficio de algunos de los grupos en pugna”, expuso, nuevamente en rueda de prensa.

La entonces fiscal general ya mostraba tránsitos por sus propios abismos, abriendo de par en par las puertas a la impunidad en esa institución.