Las mujeres de Gambia luchan por sus derechos reciclando plásticos

Las mujeres gambianas están abordando el creciente problema de los residuos del país convirtiendo viejas bolsas de plástico en bolsos, juguetes y joyas. Además, con ello ganan cierta independencia económica.

Actualmente, varios países africanos, entre ellos Kenia, han prohibido las bolsas de plástico. Sin embargo, su uso persiste en todo el continente y en el mundo, en gran medida porque son ligeras, resistentes y fáciles de conseguir.

Gambia no es una excepción. Al igual que en muchos otros países, donde no se eliminan adecuadamente, las bolsas terminan en las calles, en los ríos y en la costa del Estado más pequeño de África.Incluso las pequeñas aldeas no han escapado al problema.

Ante esta problemática, a finales de los años noventa, Isatou Ceesay decidió que tenía que hacer algo para limpiar su aldea natal, Njau, cerca de la frontera con Senegal.

Esta mujer ejemplar estableció un pequeño centro de reciclaje con otras cuatro mujeres y desarrolló una técnica para cortar las bolsas de plástico en largas tiras que se pueden reutilizar en nuevas bolsas, carteras, juguetes y joyas.

Hoy en día, su iniciativa femenina, además, produce y vende briquetas hechas de hojas y cáscaras de nueces, que se utilizan como combustible.

A partir de ahí, miles de mujeres de todo el país trabajan para la Iniciativa de la Mujer – Gambia.

Los ingresos obtenidos de las ventas financian cursos de lectura y escritura para las mujeres, lo que les permite cierta independencia en un país profundamente patriarcal.

T/DW
F/Archivo