Rusia dice que tiene una política exterior independiente y no obedece a Estados Unidos.
Al mismo tiempo, Moscú ha aumentado sus esfuerzos para encontrar una solución política al conflicto sirio, que ha azotado al país árabe por más de 5 años.
Parece cada vez más difícil encontrar una solución política al conflicto sirio cuando crece la tensión entre Rusia y EEUU. El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, dice que su país no seguirá órdenes de Estados Unidos y que Washington tiene que entender que, por sí solo, «no puede hacer nada».
Durante una visita a Atenas (capital griega), donde se ha reunido reuniones con altas autoridades griegas, Lavrov ha criticado a Washington por retractarse de acuerdos específicos para resolver los problemas en Alepo y ha denunciado un plan de sabotaje de los esfuerzos por encontrar una solución política.
A pesar de todo ello, Rusia ordenó otra pausa humanitaria en Alepo con el objetivo de prevenir bajas sin sentido, dejando a los civiles y los combatientes armados abandonar la parte oriental de la ciudad, controlada por terroristas.
Moscú ha anunciado ya, con la aprobación de Damasco, múltiples treguas humanitarias en Alepo, pero lamenta que estas pausas sólo hayan sido explotadas por los terroristas para fortalecer su presencia humana y militar.