LeBron James cumple 39 años y demuestra su vigencia en la NBA a puro récord

Si bien la NBA acostumbra vivir días festivos de febril actividad el 25 de diciembre y el 1 de enero de cada año, desde hace algunas temporadas otra jornada muy especial se insertó entre esas dos fechas: el natalicio de uno de los jugadores más brillantes que ha competido en esa liga. Este sábado, LeBron James celebrará su 39° cumpleaños sobre el parquet del Target Center de Minneapolis, donde Los Angeles Lakers visitará a Minnesota Timberwolves.

Será la 10ª vez que James jugará el día de su cumpleaños. El año pasado se despachó con 47 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias en el 130-121 de los Lakers sobre Atlanta. Así se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la NBA en anotar al menos 45 puntos con 38 años o más: antes lo habían hecho Michael Jordan (tres veces), Kareem Abdul-Jabbar y Jamal Crawford.

Solo una vez había logrado LeBron una marca mejor un 30 de diciembre: en 2009, cuando celebró sus 25 años, había hecho 48 puntos en el 106-101 de Cleveland sobre Atlanta.

Desde aquella última celebración, un combo de alegrías, frustraciones, tristezas y récords han sazonado la vida del alero durante la última vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Pero algunas cosas no han cambiado: el compromiso con el deporte que abrazó cuando tenía nueve años, su carácter hipercompetitivo, el liderazgo que ejerce sobre sus compañeros y el respeto que genera en sus adversarios (jugadores, entrenadores, simpatizantes).

En este último año, el jugador nacido en Akron y formado en la St. Vincent–St. Mary High School se convirtió en el máximo anotador en la temporada regular de la NBA: lo logró el 7 de febrero, con los 38 puntos que marcó en una derrota por 133-130 de los Lakers ante Oklahoma City Thunder, que le permitieron superar los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar y así añadir otra marca a su carrera.

También es el líder de todos los tiempos en puntos, victorias y partidos disputados en los playoffs de la NBA, y es el único jugador que ganó el MVP de las finales con tres equipos diferentes: Cleveland, Miami y Los Angeles Lakers.

Pero 2023 también le dio un duro cachetazo deportivo en mayo, cuando los Lakers sufrieron una lapidaria derrota por 4-0 en la final de la Conferencia Oeste ante Denver, a la postre campeón de la NBA. Después del último partido de esa serie, en el que marcó 40 puntos, bajó 10 rebotes y entregó 9 asistencias, King James sugirió que ese traspié podría marcar el final de su carrera.

“En este punto de mi carrera no juego por nada que no sea ganar campeonatos. Veremos qué pasa más adelante. Tengo que pensar si quiero continuar jugando”, lanzó el 22 de mayo y sorprendió a todos los presentes en la sala de conferencias del Crypto.com Arena de Los Angeles.

Un largo período de descanso y reflexión hizo que aquella posibilidad de retiro fuera archivada. Por eso, después de recorrer un extenso camino que comenzó en 2003, cuando tenía 18 años y fue seleccionado como número uno en el draft por Cleveland sin haber pasado por la universidad, James disputa su 21ª temporada en la liga más competitiva del planeta. Solo otros cinco hombres alcanzaron esa marca: Kevin Willis, Robert Parish, Dirk Nowitzki, Kevin Garnett y Vince Carter, quien ostenta el récord con 22 campañas.

En el primer tramo de la temporada, en la que los Lakers no terminan de hacer pie, LeBron y sus compañeros se dieron el gusto de quedarse con la primera edición del In-Season Tournament, un novedoso torneo en formato de copa que la NBA implementó este año. El alero fue determinante tanto en la semifinal contra New Orleans como en la final frente a Indiana y fue designado como el MVP del certamen.

“Solo tengo una palabra para definir a LeBron: extraordinario. Es una bendición saber que estás en el mismo lado que él”, lo elogió en esos días su entrenador, Darvin Ham. También sus compañeros destacaron la importancia del veterano para el equipo. “Se lo ve sano, fresco, con buen ánimo. Nunca está de mal humor, siempre está sonriendo, bromeando, riendo. Cuando un jugador como él actúa así, es un impulso muy positivo en el vestuario”, resaltó Austin Reaves, uno de los jóvenes del plantel.

A los 39 años, el ganador de cuatro títulos de la NBA (en 2012 y 2013 con Miami, en 2016 con Cleveland y en 2020 con los Lakers) y cuatro veces MVP de la temporada (2009, 2010, 2012 y 2013) mantiene una notable vigencia: promedia 34,3 minutos y 25,4 puntos por partido. Aunque de a poco las lesiones y el agotamiento empiezan a reducir su presencia en la cancha: en ninguna de las últimas tres campañas ha alcanzado los 60 partidos en la temporada regular.

Su debut precoz en la liga y su perdurabilidad han hecho que en los últimos años James, que promedió más de 25 puntos en todas sus temporadas en la NBA salvo en la primera (registró 20,9), juegue cada vez más seguido contra los hijos de rivales a los que enfrentó en el amanecer de su carrera, como Jabari Smith Jr, Jalen Brunson, KJ Martin, Jabari Walker, Gary Payton II o AJ Griffin.

Cada vez más se acerca al récord de 1.611 partidos en la temporada regular que ostenta Robert Parish: acumula 1.450 y ocupa el octavo lugar en la lista histórica (y el primero entre los hombres en actividad).

La posibilidad de alcanzar la marca de Parish dependerá de cuánto hilo quede en el carretel de LeBron, una pregunta para la que solo él tiene una buena respuesta. Por lo pronto, más allá de su voracidad por conseguir títulos (jugó su primera final de la NBA con 22 años y la última, hasta ahora, con 36), hay un par de objetivos en la lista del jugador que tiene contrato con los Lakers hasta 2025.

Uno de ellos es participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. En caso de hacerlo, representaría su cuarta intervención en una cita de este calibre: fue campeón con su seleccionado en Beijing 2008 y en Londres 2012, y se quedó con la medalla de bronce en Atenas 2004 (cayó en semifinal ante Argentina). En Estados Unidos ya se especula con un combinado que incluiría también a otras estrellas como Stephen Curry, Kevin Durant, Anthony Davis y Jayson Tatum.

Otra de las metas que James se propuso para el crepúsculo de su carrera es llegar a jugar en la NBA con Bronny, su hijo mayor, de 19 años, quien tres semanas atrás debutó en el torneo de la NCAA con los Trojans, el equipo de la Universidad del Sur de California, en un partido ante Long Beach State. Ese día, LeBron y sus otros dos hijos, Bryce y Zhuri, aplaudieron a rabiar desde una de las tribunas del Galen Center de Los Ángeles.

El estreno de Bronny se produjo apenas cinco meses después de haber sufrido un paro cardíaco, producto de un defecto cardíaco congénito, durante un entrenamiento de su equipo. Aquel fue uno de los momentos más difíciles en la vida de su padre, quien definió esos días como “un torbellino de emociones” para su familia.

“No importa lo que esté pasando, lo único que importa es la familia. Ver lo que (Bronny) tuvo que pasar en los últimos meses ha sido mucho.Pero lo mejor es que nos tenemos unos a los otros”, destacó LeBron, quien este sábado podrá festejar su 39° cumpleaños con sus hijos, su esposa Savannah y su madre Gloria Marie. Y jugando al básquetbol, como desde hace tres décadas.

T/Clarín