Como parte de la programación preparada por el plan permanente Cuatro cuerdas una Patria, a finales del año pasado se realizó el primer concurso de composición Fredy Reyna, certamen que convocó a la participación de creadoras y creadores en cinco categorías, dos de las cuales quedaron desiertas. Lejos de considerar esto como un elemento negativo, para el docente y compositor Leonardo Lozano “los niveles de exigencia que se establezcan ahorita en la composición para el cuatro pueden servir de mayor estímulo entre las creadoras y los creadores que el mismo premio”.
En el certamen el jurado formado por los destacados autores Juan Carlos Núñez, Luis Ochoa, Gerardo Gerulewicz, Jesús “Chuchito” Sanoja y también Leonardo Lozano, reconocieron las obras “Concierto típico”, de Ricardo Escorcio, en la categoría de Obra para cuatro y orquesta típica; “Mi cuatro enamorado”, de Lula Pereira, en el segmento de Canción sobre el cuatro venezolano y “Cuatro X Cuatro”, de Pedro Mauricio González, quien resultó ganador por decisión unánime en el rubro dedicado a las Obras para cuatro solista.
Lamentablemente el cuerpo evaluador no encontró piezas con la calidad suficiente para merecer los galardones en las categorías creadas para reconocer las Obras para cuatro y orquesta y Obra para cuatro y ensamble instrumental.
Lozano, creador de la primera cátedra académica de cuatro solista, en su condición de cuatrista, compositor y docente se atrevió a asegurar que de todo el jurado “quien esperaba con mayor avidez estas obras (en los renglones declarados desiertos) era este servidor, Leonardo Lozano, porque yo sufro en carne propia la producción musical y he dedicado parte de mi vida a este instrumento para el que no se han escrito en el ámbito académico tantas cosas como uno quisiera”, declaró.
A pesar del resultado de esta primera edición del concurso de composición Fredy Reyna, Lozano insistió en que el alto grado de exigencia del certamen podría encaminar a las compositoras y los compositores venezolanos a crear con mayor rigor para el instrumento nacional en el ambiente académico.
Además de cuatrista, Leonardo Lozano es guitarrista y como compositor tiene el mérito de haber escrito tres de los seis conciertos conocidos para cuatro y orquesta.
En un somero análisis comparativo, el docente concluyó que mientras la guitarra cuenta con “un manantial de composiciones”, todavía existe una deuda en la conformación de un repertorio que le de una solidez al cuatro en el área académica, como la tienen el capo folclórico y popular.
En este sentido el músico aclaró que, por el contrario, en cuanto a la música tradicional del pueblo venezolano sí existen “y han existido siempre” grandes compositores con un talento que muchas veces supera al virtuosismo que se desarrolla en la academia.
Incluso, Lozano advirtió que gracias a su prácticamente omnipresencia en la tradiciones musicales de toda la geografía venezolana, el cuatro ya era un patrimonio cultural de la humanidad antes de la declaratoria oficial como tal, realizada el año pasado.
“Más bien desde el ámbito académico nos hemos ido sumando a la consolidación del cuatro, conscientes del valor que tiene dentro de la cultura musical venezolana”, apuntó.
Lozano señaló además que el el sector musical formal no solamente aporta una metodología más completa y precisa para la composición para el cuatro, sino que también ofrece la posibilidad de perpetuar, por medio de la escritura, las piezas creadas para el madero cordófono venezolano.
En este sentido comentó que durante mucho tiempo se perdieron todos los aportes de los músicos venezolanos que no dejaron sus obras escritas, lo que ocurrió hasta el siglo XX cuando se crearon los sistemas de grabación de sonido, “a los que muchos cuatristas tampoco tenían acceso”, aportó.
De tal manera que buena parte de las creaciones populares y folclóricas para cuatro han subsistido gracias a la trasmisión de conocimientos de generación tras generación.
Siendo el instrumento nacional venezolano ¿por qué persiste una escasez de obras para el cuatro? Lozando se remonta a los orígenes del cuerpo sonoro nacional y responde que la guitarra renacentista o guitarrilla (antecedente directo del cuatro) llegó a la tierra de Bolívar de manos de militares y misioneros que hacían “una usanza bastante humilde” del aparato, que no dejó mayores huellas desde el punto de vista literario.
Durante un tiempo el instrumento permaneció casi exclusivamente en el ámbito popular y folclórico, luego de convertirse propiamente en el cuatro criollo y no es sino hasta el siglo XX que el madero con cuerdas fue abordado en el ambiente académico.
Leonardo Lozano sostiene que esta apertura del instrumento hacia el área formal, a pesar de ser muy reciente, es sin embargo fructífera. Él mismo tiene ya tres conciertos para cuatro y orquesta, su colega Orlando Cardozo, fundador de la cátedra para el instrumento en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), tiene una creación similar y el maestro Luis Ochoa, por su parte también tiene obras para cuatro solista de un nivel técnico muy exigente.
El trabajo de estos y otros autores venezolanos, sumado a iniciativas de Estado como el plan permanente Cuatro cuerdas una patria y la declaratoria del Año del Cuatro, en opinión de Lozano permitirán una consolidación integral del instrumento a mediano plazo.
“El cuatro va bien encaminado. El fruto se recoge después de que se ha labrado y sembrado, nosotros estamos haciendo ese trabajo y los frutos los veremos más adelante, estoy seguro de eso. Pienso que el concurso Fredy Reyna y todas las iniciativas del plan Cuatro cuerdas una patria ha movido muchos corazones y pienso que ha sido un éxito. El gran ganador ha sido el cuatro”, celebró.
30 AÑOS SOBRE LOS ESCENARIOS
El docente, instrumentista y compositor Leonardo Lozano ha dedicado 40 de sus 48 años al cuatro. A mediados de este año cumplirá 30 años como concertista profesional y para celebrarlo prepara una serie de presentaciones en Caracas, Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Bolívar, ciudades que han jugado un rol importante en su carrera, según declaró al Correo del Orinoco.
“El 14 de junio de 1984 di mi primer concierto y desde entonces he tenido la satisfacción de abrir cátedra para el cuatro en el ámbito académico, de escribir obras de cámara para el instrumento. He sido ejecutante del cuatro dentro y fuera de Venezuela y he tenido la suerte de vivir la vida que un musico lleva, con sus pesares y alegrías”, contó.
Aun cuando no tiene nada definido todavía, Lozano adelantó que durante la celebración de sus tres décadas sobre los escenarios comenzará desde julio de este año hasta el mismo mes de 2015.