Creando conciencia de Casto Gil Rivera|Liberación y democracia socialista (Opinión)

El MEP, primer partido socialista de Venezuela, conmemora hoy 10 de diciembre los 47 años de su fundación en el Teatro Boyacá de la Parroquia San Agustín de Caracas.

Tuvimos el alto honor de contribuir en su nacimiento, acompañando al Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, al lado de Jesús Angel Paz Galarraga, Salom Meza, Ángel Bajares Lanza, Manuel María Lander, Juan José Delpino, Eustacio Guevara, Isaac Olivera, Hildegar Pérez Segnini, Aristóbulo Istúriz, Isaías Rodríguez, Hugo y Temístocles Cabeza, José González Navarro, Adelso González, Humberto Anzola, César Olarte y un larguísimo etcétera; todos factores de relevancia en este hito de la historia política del país en el año 1967.

Su norma principal es la conducción del pueblo en la lucha revolucionaria por la igualdad, por un mejor orden social; sin clases antagónicas sino una comunidad de trabajadores, de la ciudad y del campo, en la que se plantee la democracia socialista, la propiedad social de importantes medios de producción y control social sobre los que se encuentren en manos particulares; la nacionalización o estatización de las empresas básicas, la erradicación del burocratismo y la participación de las trabajadoras y los trabajadores en sus gestiones.

En su tesis se plantea que la clase obrera, junto a intelectuales progresistas, debe constituir la vanguardia en la lucha revolucionaria por la liberación nacional y la democracia socialista.

Lamentablemente este aniversario encuentra a numerosos mujeres y hombres de todo el país, entre ellos nietos y sobrinos del Maestro Prieto, luchando ante el Tribunal Supremo de Justicia por la implantación de una verdadera democracia participativa dentro del MEP, como lo establecen la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones y los propios Estatutos de nuestra organización.

Nuestra aspiración es que las bases del partido escojan libre y democráticamente a sus líderes, sin temor, chantajes ni “dedocracia”; el rescate de la honestidad y los principios éticos y morales de nuestros fundadores; la legitimación de las autoridades del partido en todo el país.

Nuestro “pecado” es exigir auténtica democracia y respeto a miles de compatriotas que luchan por los principios pautados en nuestro Libro Morado: Del tradicionalismo a la modernidad.

riveracastogil2530@hotmail.com