Nueve libios sobrevivientes de una embarcación que estuvo a la deriva en el Mediterráneo, en 2011, en la cual murieron 63 personas, presentan este martes demandas judiciales contra militares de España, Reino Unido, Francia, Holanda e Italia, todos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), por denegación de auxilio contra personas especialmente protegidas.
El drama se vivió en marzo de 2011, cuando 72 personas, entre ellos dos niños, salieron de Libia en una lancha, en momentos en que comenzaba la intervención militar por parte de la Otan contra esa nación, para derrocar al entonces presidente, Muammar Al Gaddafi.
Una vez en alta mar, se quedaron sin combustible y la embarcación comenzó a andar a la deriva.
De acuerdo con www.eldiario.es, que tuvo acceso a los informes y las querellas, mientras la lancha estaba a la deriva un avión sobrevoló y transmitió sus coordenadas al Centro de Coordinación de Rescate Marítimo de Italia. Este a su vez envió una llamada de socorro a los buques que se encontraban en la zona, con fuerte presencia de fuerzas militares de varios países involucrados en la intervención militar en Libia, pero ninguna acudió a socorrerlos.
Los testimonios recogidos en las querellas señalan que sólo se acercó un helicóptero militar, desde donde les lanzaron galletas y seis botellas de agua, pero no los rescataron.
“Pensábamos que nos rescatarían, pero no lo hicieron. Aquel helicóptero nunca regresó. Al principio, cuando vi que bajaban la cuerda, creí que nos iban a subir uno a uno, como en las películas. Pero después de que nos dieran esas botellas de agua se fue y no volvió más”, recordó uno de los pocos supervivientes, citados por diario español.
Otro de los sobrevivientes contó: “El helicóptero era de color militar, verde y gris, un verde tipo militar. Estaban el piloto y un soldado. Para bajar el agua usaron una cuerda. El agua que nos dieron eran botellas europeas y el nombre era italiano”.
“Entonces fue cuando la gente empezó a morirse, uno tras otro, a veces dos al día”, relató.
Los sobrevivientes agregaron: “Los primeros en morir fueron los niños. Había dos. Uno debía tener más o menos tres años y el otro dos”; luego fallecieron las mujeres y el posteriormente el resto.
MOSTRAMOS LOS CADÁVERES
Además del helicóptero, los tripulantes de la lancha estuvieron muy cerca de la fragata Méndez Núñez, de España, y de un portaaviones. De este último despegaron dos naves aéreas que sobrevolaron la embarcación.
“El portaaviones estaba a unos 300 metros de nosotros. Les hicimos señas, les mostramos nuestros bidones de gasolina vacíos, las botellas de agua vacías, yo incluso levanté el cadáver de un bebé. Pero nada. Se fueron”, contó.
Otro testimonio añade: “Cuando vimos el buque les mostramos los muertos. Los tomamos en brazos y se los mostramos, para pedirles ayuda (…) pero dieron una vuelta más y luego se fueron”.
Luego de 16 días a la deriva las corrientes arrastraron la embarcación a la costa, cerca de la ciudad libia de Misrata, con 11 personas con vida. No obstante, una mujer murió al llegar. El resto de los sobrevivientes fueron encarcelados por las autoridades locales y un hombre falleció en prisión.
Días después consiguieron la libertad y la mayoría huyó a Europa a través de Túnez.
LA DEMANDA
En el caso de España, la demanda judicial la presentan dos de los nueve sobrevivientes y lo hacen contra el comandante y oficiales al mando de la fragata Méndez Núñez.
“Hay un delito por denegación de auxilio contra personas especialmente protegidas. Hay una embarcación con inmigrantes refugiados del conflicto, se dan las oportunas señales de alarma, pero en lugar de socorrerlos salen en dirección contraria”, explicó Gonzalo Boye, uno de los abogados de los querellantes en España.
La demanda presentada aduce que la fragata española, que estuvo cerca de la lancha, “desatendió una información concreta y relevante, que comprendía además una obligación regulada en distintos convenios internacionales y en nuestro propio ordenamiento”.
El informe Sobre el Barco Abandonado a la Muerte, realizado por Forensic Oceanography como parte del Consejo Europeo de Investigación, señala que esas pérdidas humanas tuvieron lugar “a pesar de la fuerte presencia de fuerzas militares navales y aéreas implicadas en las operaciones en Libia, lanzadas por una coalición internacional compuestas por varios Estados y de la Otan”.
Entre marzo de 2011 y enero de 2012, unas 1.500 personas habrían perdido la vida al escapar de Libia, debido a la intervención militar extranjera, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
No obstante, el número de víctimas fatales dentro del país debido al bombardeo superó los 70.000 civiles, asesinados por las más de 20.000 incursiones aéreas y 8.000 ataques armados de la Otan.