Será presentando hoy a las 10:00 am, en Los Teques|Libro Nosotros en Nuestra América recopila reflexiones que desnudan el genocidio europeo

A Carlos Suárez, docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela, le preocupa que nos acostumbremos a mirar la historia de los pueblos originarios, como la historia de “otros”. “Hay quienes hablan de ‘ellos’, y yo digo: bueno, son ellos y nosotros. Pero en realidad, en ese ‘nosotros’ tiene que haber un reconocimiento de que hay una historia de ‘ellos’ de la que nos podemos distanciar”, expresa con vehemencia. Y sentencia: “Todos somos nosotros en Nuestra América, aquí, en este lugar”.

A partir de esa convicción, Suárez decidió preparar el libro Nosotros en Nuestra América, que recoge textos del comandante Chávez, Iraida Vargas, Mario Sanoja, Luis Britto García, Furto Vivas y Gustavo Pereira, así como de Miguel Ángel Asturias y Pablo Neruda, entre otras firmas. El libro se presentará hoy a las 10:00 am en el acto de conmemoración del Día de la Resistencia Indígena, encabezado por el alcalde Alirio Mendoza, en la plaza Guaicaipuro de Los Teques.

REFLEXIÓN VERAZ

Comunicador y educador comprometido, Suárez tuvo como motivación para producir esta “modesta complicación”, la “necesidad verificada en nuestra docencia en la UBV-Aldea Los Teques” de textos que faciliten la comprensión de los procesos de formación de los pueblos originarios y su proceso de resistencia. “Si la información es deficiente para ubicarse en la dimensión de la historia, es imposible una reflexión veraz sobre nuestro devenir como nación”, advierte.

“En la Venezuela de hoy, libre de analfabetismo, el Estado ejerce su responsabilidad en materia educacional, con el aumento de la matrícula en todos los niveles y la disminución de la deserción por mejoras en la atención a la población escolar, becas, provisión de alimentación y de libros. Esos logros son las condiciones necesarias pero no suficientes para la transformación educativa”, señala.

Esas esas condiciones, sostiene, son el sustrato de “la participación y el protagonismo de los sujetos revolucionarios en los problemas y también en la discusión de los contenidos curriculares”. Al respecto, señala que hay vacíos que se deben cubrir con materiales críticos para la discusión. Esa es su principal aspiración, espera que el libro alimente los encuentros y el diálogo en torno de nuestra historia desde una visión distinta a la que ha consagrado el genocidio indígena con el ardid de la “conquista”.

ETNIA-NACIÓN CARIBE

La selección hecha por Suárez pone el énfasis en el desenmascaramiento de la versión que presenta como “descubrimiento” la invasión europea del siglo XV. Así, por ejemplo, en “Los pueblos caribes: una etnia-nación”, artículo escrito por Iraida Vargas y Mario Sanoja, recupera el tema del holocausto indígena, soslayado hasta la invisibilzación por “la mayoría de los historiadores hispanistas (…) interesados en promover una imagen civilizadora de los conquistadores españoles”.

Esa pretensión, denuncian Vargas y Sanoja le asignó a los pueblos originarios la condición “una supuesta barbarie aborigen”.

Este texto deja ver que la operación historiográfica cuestionada por Vargas y Sanoja, además de implicar una desvalorización moral, ocultó a la gente datos históricos significativos. ¿Sabía usted, por ejemplo, que en México y Quisqueya fueron exterminados 9 millones de indígenas? ¿sabía usted que debido a ello “muchos españoles se dedicaron a perseguir y capturar indígenas designados como caribes, en el litoral venezolano? ¿sabe para qué? Para venderlos como esclavos con el fin de reponer la mano de obra que hacía falta en España y Puerto Rico.

GUAICAIPURO CUATÉMOC

Suárez recuperó una versión de un texto de Luis Britto García publicado por primera a comienzos de los años 90, trae de vuelta al espíritu de la gente aniquilada en el holocausto indígena. En “Guaicaipuro Cuautémoc cobra la deuda a Europa”, con humor y una fina ironía, el escritor se desdobla en un hermano que es todas las voces indígenas para hablarle al “hermano aduanero europeo”, al “hermano usurero europeo”, al “hermano leguleyo europeo”.

Guaicaipuro Cuautémoc va poniendo las cosas en su sitio: “Yo también puedo reclamar pago. También puedo reclamar intereses”. Así, bajo la forma de un relato en primera persona, Britto García expone en toda su crudeza que en la idea de un “día del descubrimiento” hay mucho más que cinismo: semejante concepto es apología y celebración del genocidio.

AMOR SOCIAL

Fruto Vivas considera que “los modelos habitados de en comunidades de las diferentes etnias de la selva amazónica, los yanomamis, con sus chavonos circulars en forma de plazoletas, los yekauanas, piaroas y pemnnes con sus churuatas de palma”, y los warao y wayuú con sus ciudades flotantes, expresan la producción de lo bello, mediante lo cual “el ser humano se apropia de su mundo y su vida”.

“Es en la creación de su propia vivienda donde el hombre manifiesta su libertad y su autonomía”, agrega Vivas, con lo que nos invita a considerar la arquitectura de estas etnias como una afirmación política de su condición de pueblos con una identidad propia.

SOL DE PECHO

De Gustavo Pereira, se incluyó el poema “Sobre salvajes”, un irrepetible texto que nos cuenta que los warao del delta del Orinoco “dicen Mejo-koji (el Sol del pecho) para nombrar al alma”, y para decir amigo dicen Ma-jokaraisa: mi otro corazón”. Es la misma gente que “para decir tierra dicen madre / para decir madre dicen ternura”. La misma gente que -como quiere mostrar el pequeño libro producido por Suárez- nunca perdió su propia voz.

LAS PALABRAS DE UN LÍDER

El libro Nosotros en Nuestra América comienza a hablarle a las lectoras y los lectores con la voz del comandante Chávez. Estamos en noviembre de 1999 y el flamante Presidente presenta al país el proyecto de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “De los derechos de los pueblos indígenas ¡Qué maravilla! Creo que en pocas constituciones del mundo entero se reconocen, como en el artículo 119, hermanos aborígenes”. Y al concluir la lectura del artículo, expresó:

“Ustedes se están incorporando de nuevo a la nación toda, no pueden estar excluidos, ya hago un llamado a los venezolanos, estamos aprobando algo de justicia de siglos, (para) los hermanos yecuana, yanomami, los piaroa, cuibas, yaruros, yukpas, barí, guajiros, todos. Vengan de nuevo, son hermanos nuestros, no son salvajes, no son irracionales como algunos los llaman todavía (…) Nos estamos reivindicando con nosotros mismos, este es un pueblo igualitario, el pueblo venezolano”

T/ Carlos Ortiz
F/ Joel Aranguren
Caracas