El 5 de marzo de 2011 fallece en Caracas Lina Ron, dirigente popular fundamental del proceso bolivariano, en la ciudad de Caracas, y quien en distintas oportunidades expresó actos de defensa radical a favor del Comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana.
ATENCIÓN A LOS CASOS
La capacidad de trabajo y atención a cuanta solicitud, queja o reclamo llegaba a sus manos de parte de mujeres y hombres humildes, dio a Lina Ron liderazgo en comunidades de la capital de la República y en el estado Miranda.
Quienes la conocieron recuerdan de ella la meticulosidad para hacer seguimiento a cada trámite en favor de los más desprotegidos de la sociedad que la requerían para procurar solución a situaciones dramáticas. En tiempos en que Diosdado Cabello ejercía la Gobernación de Miranda, y dio a Lina una dirección del área social, Lina direccionaba a las respectivas dependencias, las carpetas con cada planteamiento, manteniendo con empeño la atención para que se diese respuesta y solución al requerimiento, usualmente referido a situaciones de salud, necesidad de vivienda, reparaciones o solicitud de ayuda económica. Y a medida que se engrosaba la lista de casos, Lina incrementaba su tren de llamadas o de idas a las respectivas oficinas de quienes debían solventar los casos.
IRREVERENCIA
Y Lina, a partir de esa praxis del liderazgo arraigado en los más débiles y por años excluidos, afirmó su presencia en espacios de referencia política de Caracas. Tal fue la Plaza Andrés Eloy Blanco, en la esquina de Santa Capilla, donde logró canalizar y dar expresión de contenido revolucionario a inquietudes de grupos que hasta entonces carecían de guiatura para desplegar su vocación transformadora en el profundo sentido humanista de todo cambio histórico. La radicalidad de Lina supo reconducirse para dar desahogo a la irreverencia profunda en amplios sectores del pueblo, en numerosas oportunidades.
EN BARRICADA
Luego del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002, Lina estará a la cabeza de una movilización frente a la Embajada de EEUU en Caracas. En otra ocasión tomó el Palacio Arzobispal y da lectura a un comunicado llamando a los prelados, “a que depusieran su actitud ante el proceso que se vive en el país”. Se distinguió Lina por su defensa de la Revolución Bolivariana al modo en que las milicianas de la Comuna de París de 1871, daban cara a los soldados que en contra de la capital del Sena, enviaba el gobierno de Adolphe Thiers. Su compromiso revolucionario se resume en esta expresión “Ser chavista es un dogma, una forma de vida”. Fue proverbial su lealtad al Comandante Hugo Chávez.