“Hoy día tenemos una sociedad históricamente más robusta”|Lionel Muñoz: En Venezuela se ha construido una historia nacional “que no es nacional”

El historiador Lionel Muñoz afirma que “hoy día –si se compara con la situación de hace 20 años – tenemos una sociedad históricamente más robusta”. Lo atribuye a que en el pueblo ha despertado “el afecto” y “la necesidad” de conocer su pasado cada vez con más detalle.

En Venezuela se ha construido una historia nacional “que no es nacional”. Muñoz sostiene que “ha sido básicamente la historia de Caracas o la historia de la Región Centro-Norte-Costera del país”.

Es por esa razón que desde hace mucho tiempo el resto de las regiones reclaman su lugar en esa historia nacional. Ese reclamo, indicó el historiador, se introdujo también con la presencia en Venezuela de un conjunto de vertientes teóricas y metodológicas que llegaron hasta acá entre los años 70 y 80 para reivindicar la presencia de esos espacios.

Desde entonces, se ha dado la posibilidad de estudiar la evolución en términos históricos no solo de las regiones político-administrativas que componen Venezuela, sino también espacios más pequeños: las localidades.

POR UNA HISTORIA MÁS COMPLETA

Las regiones y las localidades componen la nación; sin embargo, son distintas de ella, ya que incluso muchas son anteriores a la propia nación. Muñoz cita como ejemplos Maracaibo y Guayana. Recuerda que todos esos territorios se fueron agregando en un proceso que dio por resultado el surgimiento del Estado Nacional.

En este sentido, considera que “hay que reivindicar la necesidad de estudiar ese proceso para que la historia de Venezuela sea más completa”. También apuesta por la reivindicación de los sectores subalternos, el pasado de las comunidades, los que nunca fueron nombrados.

“Si uno se va a la Independencia, uno se da cuenta de que son unos contados episodios que dan cuenta de unos personajes muy concretos, pero dónde estaba el común de la gente como tú y como yo. Ahora se trata de eso, de apostar la presencia de esos personajes que no figuran en la historia de tráfico grueso”, planteó en conversación con el Correo del Orinoco.

Una historia en la que quepamos todos es, a juicio de Muñoz, un anhelo que se ha encontrado con lo que plantea la Revolución Bolivariana, que además está garantizado en la Constitución.

No obstante, esa meta se ha alimentado de dos fuentes: “las comunidades en sus regiones enamoradas de su historia, tejiendo su relación con el pasado; y el encuentro de esa pequeña historia con la historia académica”.

SIEMPRE APARECEN DETRACTORES

A la pregunta sobre la posibilidad de que existan académicos que cuestionen esa metodología, Muñoz responde que “siempre aparecerán quienes digan que eso es una cosa de rústicos, siempre habrá la descalificación, pero cada vez tienen menos sustento en la realidad histórica”.

En la medida que avanzó el siglo XX comenzaron a aparecer nuevas preguntas en el seno de la comunidad de historiadores, refiere Muñoz. Pero además sucedió algo muy importante: la institucionalización de los estudios históricos bajo el régimen universitario en los años 30.

Hay allí un piso institucional que le fue dando cabida a un conjunto de inquietudes que provenían tanto de historiadores venezolanos como de la relación que ellos comenzaron a tener con otros espacios, explicó.

Muñoz no duda en sentenciar que “no hay historia imparcial”. Aunque existe objetividad en cuanto a los hechos, también hay versiones que dependen de la intencionalidad del quien la cuente.

NO HAY VERDAD ABSOLUTA

La reciente edición del Congreso de Historia Regional y Local, que se llevó a cabo en Caracas, es señalada por Muñoz como una de las muestras de que la gente sí tiene interés y curiosidad por sus antecedentes y por la incidencia de esos datos en la vida actual.

La garantía de esa búsqueda estriba en el fortalecimiento de la conciencia histórica de la sociedad venezolana, asevera el historiador. Asimismo, enfatiza que toda historia es contemporánea – “así estemos hablando del siglo XIV o de los sucesos del año 2002” –, pues lo fundamental son las preguntas que desde el presente se formulan con relación a ese pasado.

El constante hacer de la historia implica además que “no hay una verdad absoluta, no hay un solo cuento”. Eso también significa que es plural. “Y esa pluralidad se rescata en términos de la diversidad de actores que se han sumado, de la visión política en relación con los asuntos del pasado y los del presente. Hay allí una carga fundamental”.

T/ Jeylú Pereda
F/ Ángel Dejesús