Las fuertes lluvias que azotan desde hace varios días gran parte de la isla de República Dominicana, obligaron a evacuar a 460 personas de sus casas, debido a que fueron afectadas por las precipitaciones y 20 de las 32 provincias del país se mantienen en situación de alerta. Así lo informaron hoy las autoridades locales.
Según un comunicado del Centro de Operaciones de Emergencia del país caribeño (COE), los fuertes aguaceros destruyeron tres viviendas y dejaron en mal estado 89, lo que provocó la evacuación de sus habitantes. Los afectados son residentes de la capital del país, Santo Domingo, y en la provincia San Cristóbal sur.
El organismo estatal también reportó que tres localidades de la provincia Duarte norte y cuatro de San Cristóbal están incomunicadas, debido a que las lluvias hoy provocaron el caos en varias calles y avenidas principales de la capital del país por inundaciones.
El mal tiempo es provocado por una onda tropical, que abarca desde las Antillas Menores hasta la República Dominicana, y que mantiene un potencial de desarrollo de 60 por ciento para convertirse en una depresión o tormenta tropical en los próximos dos días, explicó la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
El COE confirmó la alerta roja declarada para las provincias María Trinidad Sánchez nordeste, Duarte norte y Monte Plata Sureste, así como las provincias de Santiago, Espaillat, Barahona, San José de Ocoa, Peravia, Hato Mayor, El Seibo, La Altagracia, La Romana, San Pedro de Macorís y La Vega.
El órgano de emergencia también decretó alerta amarilla para el Distrito Nacional centro de la capital y para las provincias Santo Domingo, Monseñor Nouel, Samaná, Sánchez Ramírez y San Cristóbal.
En este sentido el COE recomendó a toda la población dominicana, en especial a los habitantes de las zonas vulnerables a deslizamientos de tierra, los que viven cerca a los ríos, arroyos y cañadas a tomar las medidas de precaución contra desbordamientos. Así mismo, instó a las embarcaciones de las costa atlántica y la Bahía de Samaná permanecer en puerto por los vientos y olas anormales.