El fundador del partido opositor Voluntad Popular, Leopoldo López, hizo nuevamente públicas sus diferencias con la llamada Mesa de la Unidad. Denunció que la Mesa intenta “inhabilitar” a su grupo político, por lo que reclamó mayor apertura para su organización.
Destacó que quisieron “aniquilar cualquier opción de representación nuestra. En todos los circuitos donde se pusieron los presos políticos las opciones más importantes de ser electos eran de Voluntad Popular. Casualmente en todos esos circuitos AD tiene la pretensión de poner los sustitutos”.
López agregó que, a pesar de su apoyo a la coalición opositora, “eso no nos quita que presentemos nuestra diferencia con la manera cómo se construyó” el acuerdo unitario. “No tienen nada de malo (los partidos políticos), pero pudimos tener una unidad con más primarias y más apertura que expresara los anhelos de cambio”.
“Estamos articulando un movimiento de abajo hacia arriba, que quiere abrirle espacio a distintos tipos de liderazgo, tener unas prácticas internas donde desde el principio seamos profundamente democráticos. Hasta nuestro nombre lo escogimos en una asamblea en Maturín”.
AUTOBÚS SIN CONDUCTOR
López dijo sentirse insatisfecho por que “existen deficiencias serias en los procesos de selección y conducción dentro de los partidos políticos”. Agregó que aunque continúa creyendo en los partidos políticos, aunque considera que dentro de ellos existen deficiencias. En este sentido, dijo que la mesa opositora trabaja con dos tesis: “La del acuerdo entre partidos y la que defendemos, que es la apertura, la participación de la ciudadanía”.
El ex alcalde afirmó que la mesa es un espacio en el que conviven los partidos políticos, y estima que para que mejore se deben establecer reglas claras que permitan no cometer los mismos errores del 2008. “Con lo que yo no estoy de acuerdo es con que se diga que aquí el mecanismo para la consolidación de la unidad reposa sobre 3 ó 4 personas”, insistió.
CONFÍA EN EL CNE
El ex alcalde reafirmó la legitimidad del Consejo Nacional Electoral como arbitro de los comicios parlamentarios. “Comprobamos que los temores eran infundados. La gente participó, quedó en evidencia que la inversión en democracia vale la pena, se derrumbó el mito sobre las máquinas del CNE”, expresó el dirigente opositor.