La exposición, de entrada libre, ideada para toda la familia, consta de una colección de poco más de dos docenas de especímenes de coleópteros venezolanos luminiscentes
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En la Sala 3 del Museo de Ciencias se inauguró Espacio mínimo; la naturaleza de lo pequeño, un ámbito didáctico ideado para presentar a los seres más diminutos y cotidianos de nuestra naturaleza mediante una serie de exposiciones de pequeñas especies de los reinos animal y vegetal.
Explicó José Ignacio Herrera, director del museo, que la primera exposición está dedicada a los Bichitos con chispas, que no son otros que los bioluminiscentes, es decir, los que brillan con luz propia sin emitir calor, a saber: luciérnagas y cocuyos. Se trata de un escenario de encuentro entre jóvenes, niñas y niños y este grupo muy particular de insectos.
La exposición, de entrada libre, abierta al público general e ideada para toda la familia, consta de una colección de poco más de dos docenas de especímenes de coleópteros venezolanos luminiscentes, junto a gráficas que explican su naturaleza como si se tratara del diario de la niña Valeria, quien narra observaciones desde el lenguaje científico pero llano y una visión poética de estos invertebrados capaces de brillar con luz propia, recuerda una nota de prensa.
Consuelo González, museógrafa, explica: “La idea es estimular la curiosidad de niños y jóvenes para que busquen información sobre estos ‘bichitos’ y a la vez, a pesar de la aridez que puede significar el lenguaje científico con palabras como luciferina, luciferasa o bioluminiscencia puedan acercarse a ese conocimiento a través de una visión tan amable como la poética”.
Agrega que la muestra propone un diálogo fluido entre los visitantes y las luciérnagas y cocuyos desde la rudeza de un discurso con términos que a veces son muy raros e incluso desagradables, pero también desde la poesía: por ejemplo la de José Juan Tablada que nos narra: “Luciérnagas en un árbol ¿Navidad en verano?”.
“Nos encontramos con una verdad científica que pudo observar el poeta, quien ve la naturaleza de otra manera, pero se da cuenta de que estos animalitos nos anuncian la llegada del calor, entre la primavera y el verano, siendo esa la época del cortejo y apareamiento, entonces un verso nos brinda una realidad que también ve el científico, pero la explica de otra manera”, afirma González, quien reconoce la brillantez del poeta y su figura literaria llena de curiosidad y belleza.
Destaca cómo jóvenes, niñas y niños se aproximan al conocimiento desde el Espacio mínimo, que ofrece explicaciones científicas, literatura, poesía y canciones populares como la de Un Solo Pueblo que exalta al “Cocuy que alumbra toda la montaña”.
La Fundación Museos Nacionales persigue encender la chispa de la ecología, el respeto por la naturaleza y la necesidad de producir energía y luz de maneras más eficientes, menos contaminantes y más amables con el medio ambiente.