En las calles caraqueñas afloran comentarios de todo tipo con respecto a los bonos entregados por el presidente Nicolás Maduro: que si está comprando al pueblo, que si es populismo, que si se ampara en la flojera, que se está “sinvergüenceando” a las mujeres que ahora van a parir más. Otros dicen que se critica por “criticá”, como solía decir Joselo, pero para Nestor Hernández, en la plaza Lina Ron, el asunto está muy claro: se trata de una coyuntura, de una situación difícil que padece el venezolano, de allí el respaldo solidario que viene desde el Presidente.
“Mira”, expresa Hernández, “toda política pública que vaya en favor de disminuir las penurias por las que estamos pasando es totalmente positiva, llámese bonos, CLAP, casas de alimentación, llámese bono navideño, bono de Reyes, bono de carnaval. Son mecanismos que en un momento coyuntural como el que estamos viviendo, disminuyen un poco la carga negativa que genera la guerra económica”.
-Pero lo detractores dicen que eso es populismo…
-Eso (el populismo) lo aplicaron ellos en la Cuarta República. Yo recuerdo que en las famosas romerías blancas adecas regalaban techos de cinc, cabilla, cemento. Ahora, estos bonos son políticas públicas que van dirigidas a los sectores más desposeídos, inclusive, mucha gente que no comulga con el proceso revolucionario se beneficia. Lo critican, pero
lo reciben. Entonces, yo sí creo, si bien no es una solución estructural, dentro de la coyuntura, los he recibido con muchísimo agrado porque los necesito.
-¿En qué lo gastó?
-Básicamente en comida. Uno que trabaja día a día, te alcanza para gastos cotidianos. Otras personas lo gastarán en medicina. Hace diez años no era necesario el bono porque había bonanza. Nadie recuerda que dentro del proceso revolucionario tuvimos 16 trimestres continuos de crecimiento económico. Se mantenía el poder adquisitivo, ahora en esta crisis producto de la guerra económica internacional, la baja del barril del petróleo y producto de otras variables, bueno, aquí estamos: bienvenidos los bonos.
Mary Cruz Méndez Morales piensa que los bonos son muy oportunos, aunque algunos los critican equiparándolos con una arepita. Celebra que se entreguen sin discriminación, mediante un método automatizado. Se benefició a uno y otro sector.
“Me parece que son provechosos. Una ayuda, venga de donde venga, es bien recibida. En cuanto a la 
cantidad, si te están ayudando, no tienes por qué exigir. Los resentidos, los que critican, son los que exigen”, dice.
-¿Cómo percibe el bono para las mujeres embarazadas?
-Nunca antes se había visto eso. Eso solo se vive en revolución. También a las personas con discapacidad. Yo tengo un hijo discapacitado. Nunca había recibido algún beneficio. Salió beneficiado en Hogares de la Patria. Es un complemento para comprar sus medicinas, su alimentación. Para algo me sirve.
Hernán Alexander asegura que no ha recibido ninguno de los bonos, pero al menos su familia y amigos se han beneficiado. Son una ayuda ante la situación que se está viviendo. Considera que una de las claves para afrontar la falta de alimentos es que el presidente Maduro desarrolle una campaña pertinaz contra funcionarios indolentes, y que se haga un seguimiento implacable a los recursos que se entregan. Pasar revista. Pasar revista. Pasar revista. Exigir.
Dice que se la pasa en la calle. Escucha allá, escucha aquí. Desvían la comida y hay descontento.
“Señor Presidente, si usted pasa revista, esto se acaba”, indica.
Carlos Berroterán explica que los bonos, más el trabajo de los miembros de la familia, les permiten afrontar la situación. Cada quien pone un poquito. “De grano a grano, nos ayudamos”.