Los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano podrían ser Patrimonio de la Humanidad

Esta semana una delegación venezolana encabezada por el profesor Benito Irady, viceministro de Identidad y Diversidad Cultural, viajará hasta Jejú, en Corea del Sur, donde a partir del lunes 4 de diciembre se decidirá la suerte del expediente Cantos de trabajo de llano colombo-venezolano, en la sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

Durante la reunión, los países miembros decidirán si se inscribirá en la Lista Representativa de Salvaguardia Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a estas tonadas que se ejecutan a capella y que estrechan la relación entre los campesinos y los ganados bovinos y equinos en las sabanas de ambos países.

La delegación venezolana que viajará a Corea del Sur también estará formada por Ángel Remigio Tovar y Vidal Colmenares, dos portadores venezolanos de la manifestación; junto a George Amaiz, coordinador de la Oficina técnica de enlace con la Unesco del Centro de la Diversidad Cultural (CDC).

La información trascendió ayer durante una rueda de prensa en la que se presentó un video de menos de 8 minutos de duración que recoge las voces de quienes mantienen vivos los cantos de trabajo del llano en Venezuela y Colombia. Este material audiovisual será exhibido en la referida reunión que tendrá lugar en Jejú.

El profesor Benito Irady recordó que los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano es el primer expediente binacional que presenta el país y que recoge una manifestación que data del siglo XIX, cuando “comenzamos a ser la Gran Colombia”.

“Somos un territorio cultural común y ese espacio común de territorio, y de relaciones culturales, que tanta gloria le dio a nuestros procesos independentistas y de lucha por la libertad”, es de donde proviene este expediente que fue elaborado durante tres años entre las autoridades y portadores de la manifestación de los dos países, agregó.

Durante la elaboración de este expediente se realizaron visitas a diferentes pueblos llaneros de las dos naciones y se hicieron debates hasta para la definición del título.

Irady mencionó que entre las pocas diferencias de los cantos de ordeño y arreo en cada país, está que en Colombia se resalta la participación de la mujer. “Por lo demás, somos un solo territorio”, asentó.

En la isla de Jejú, la más grande de Corea del Sur y a unas dos horas en avión desde Seúl, se celebrará esta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, donde se van a analizar un total de 45 expedientes, de los cuales solo seis, entre los que se encuentran el de Colombia y Venezuela, son para inscribir manifestaciones en la Lista Representativa de Salvaguardia de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

“¿Qué significa para nosotros presentar un expediente y aspirar a esa lista de salvaguardia urgente del patrimonio? Significa que existe dentro de nuestra gestión de Gobierno Bolivariano una elevada conciencia por reconocer los peligros que pueden amenazar a un patrimonio que todavía se mantiene vivo. Es uno de los dictados de la convención, otorgar importancia relevante a la salvaguardia más que proyectar manifestaciones que por su vitalidad pueden mantenerse a lo largo del tiempo sin mayores riesgos”, explicó el viceministro.

La tradición oral del pueblo mapoyo fue la primera manifestación que Venezuela logró incluir en la Lista Representativa de Salvaguardia de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Hasta la fecha, son en total cinco las manifestaciones que la patria de Bolívar ha logrado que la Unesco reconozca como Patrimonio de la Humanidad. Con este expediente binacional, Benito Irady confía en darle buenas noticias al país por sexta vez.

“Estamos convencidos de cómo el Estado venezolano, nuestro Gobierno Bolivariano, trabaja a profundidad con las más ricas manifestaciones de nuestra diversidad de expresiones culturales, y no solo eso, se está demostrando también de qué manera se atiende desde estos espacios la importancia de la protección de los derechos humanos a los habitantes de cualquier espacio”, afirmó.

CON APLAUSOS

Por su parte, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, aplaudió el trabajo adelantado por el profesor Benito Irady y por el CDC para la elaboración de los expedientes que han logrado el reconocimiento como Patrimonio Mundial a las Manifestaciones de los Diablos Danzantes de Corpus Christi, la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, la tradición oral del pueblo mapoyo, los conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua y a los carnavales de El Callao.

Consideró que más valioso que el petróleo y el oro es la diversidad cultural venezolana, “nuestro seguro de vida”.

Villegas se comprometió a hacer todos los esfuerzos de comunicación necesarios para acompañar las manifestaciones reconocidas como Patrimonio por el organismo internacional. Y aseguró que Venezuela obtendrá este sexto reconocimiento.

El ministro de Cultura también aseguró que cumplirá con los planes gubernamentales de salvaguardia de patrimonio inmaterial de Venezuela.

Dos hijos de la tierra

“Los cantos de trabajo de llano son una cosa muy bonita que se están perdiendo”, reconoció el cultor guariqueño Ángel Remigio Tovar, portador de esta manifestación de los llanos colombo-venezolanos llevará sus versos a la Unesco.

Otro portador de la manifestación será el maestro Vidal Colmenares, del estado Portuguesa, conocido por sus tonadas llaneras que retumbarán en reunión de la Unesco en Jejú, Corea del Sur.

Datos

Los llanos colombo-venezolanos abarcan aproximadamente 500.000 kilómetros cuadrados. Un tercio de este territorio le corresponde a Colombia y dos tercios a Venezuela.

Los cantos de trabajo de llano son una práctica de comunicación vocal que surgió por una estrena relación entre los humanos y los ganados bovino y equino durante la construcción del paisaje socioproductivo en la mencionada región, refiere un material divulgado por el Centro de la Diversidad Cultural.

Estos cantos -añade el texto- consisten en tonadas que se interpretan a capella y de forma individual, con líneas melódicas que se prolongan a voluntad del cantor, con muy poco ritmo o medida, y que se estructuran con textos que en su mayoría tienen como forma básica la cuarteta octasilábica de asonancia con versos pares.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Roberto Gil
Caracas