Los Gamberros presentarán el viernes su primer trabajo en formato de reproducción extendida

Jonathan (batería), Vladimir (bajo) y El Sino (guitarra y voz)

El EP compuesto por tres piezas que definen la intencionalidad discursiva de la banda tiene por título 13… y seguramente “mientras más lo escuches, más te va a gustar”

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El trío rockero Los Gamberros dará un paso más hacia la profesionalización y en dirección a su consolidación como banda el próximo viernes 26 de julio, cuando a las 7:00 de la noche se presenten en el local El Cuchitril, ubicado en el casco histórico de Caracas, su primer trabajo en formato de reproducción extendida o EP (por las siglas en inglés de “extended play”), titulado simplemente como 13 que, según la banda, “mientras más lo escuches… más te va a gustar”.

El corta duración, que ya se encuentra disponible en las más populares plataformas para la descarga de música, está compuesto por las piezas “Asfixia”, “Madre Tierra” y “Sifrifacho” tres temas que, de acuerdo al trío, resumen la intención discursiva de Los Gamberros, conjunto integrado por Jonathan Manzano en la batería, junto a los hermanos Vladimir Vargas Bordones en el bajo y Sinue “el Sino” Vargas en la guitarra y la voz principal.

SOBRE LOS TEMAS

“Asfixia”, explicó la banda al Correo del Orinoco, es un tema inspirado por la sensación que genera la complejidad del contexto general que se vive en Venezuela, particularmente desde los tiempos cuando se gestó la agrupación, entre 2013 y 2014. A pesar de plasmar esa realidad asfixiante, la canción no deja de lado la esperanza de conseguir una luz al final del túnel.

En el caso de “Madre Tierra”, su letra enfoca el llamado de atención que de alguna manera nos hace la Pacha Mama, con su respuesta al cambio climático traducido en sequías extremas y lluvias copiosas simultáneas en diversas zonas del planeta.

Y finalmente “Sifrifacho”, hace referencia a las guarimbas durante las cuales alguna personas, tanto en Caracas como el interior del país, fueron quemadas vivas por “grupos de sifrinos”. El nombre es una combinación del fascismo representado en el hecho de quemar a una persona por ser o pensar diferente y el conocido término, muy venezolano, de “sifrino”.

SONORIDAD SIN ETIQUETAS

Con su sencilla configuración de power trío (batería, guitarra, bajo eléctrico y voz), Los Gamberros articulan una sonoridad anclada a diversos ritmos urbanos, principalmente el rock con sus estridencias y distorsiones bien marcadas, definida por las múltiples influencias de cada uno de sus músicos, en conjugación con la naturalidad propia de la espontaneidad y la inspiración del momento.

De ahí que, con honestidad y desprovistos de pretensiones, Vladimir, Jonathan y el Sino prefieren no preocuparse por teorizar o describir su música, a la que simplemente definen como un rock “libre de etiquetas”, que en un proceso orgánico iniciado en 2014 ha transitado por diversas etapas en la búsqueda de su propia sonoridad

“No somos músicos académicos, tocamos desde la espiritualidad, desde la esencia, de medio saber poner los dedos para hacer algunos acordes. Es algo que responde más a la inspiración”, ilustró el Sino.

Inclusive, dentro de su proceso creativo juegan a hacer versiones de sus propios temas. Por ejemplo, “Madre Tierra”, está grabada como un reggae con sus asperezas propias del estilo core. No obstante, desde que en un ensayo le cambiaron algunos elementos, en vivo la tocan a ritmo de rock pop.

ANTECEDENTES Y EVOLUCIÓN

Los Gamberros no es ninguna confluencia de adolescentes que decidieron armar un conjunto de rock, pero tampoco son músicos de carrera. Por el contrario, sus integrantes pasan de los 40 y tienen trabajos estables en la administración pública. Con este bagaje, tocan por el gusto, siempre pueril, de hacerlo, pero con el compromiso de la madurez.

La banda surgió durante un encuentro entre panas, luego de finalizar la jornada laboral, aquí mismo en el Correo del Orinoco. Entre trago y trago descubrieron que varios de los que compartían la velada eran aficionados a la música, e incluso tenían instrumentos. Así que se comprometieron para reunirse a jammear.

DESDE LA COCINA DEL CORREO DEL ORINOCO

El lugar fue justamente, la cocina-depósito del Correo del Orinoco, que aún es su principal sala de ensayo. En principio era un ventetú, hasta que comenzaron a llegar las primeras canciones. El asunto, en principio recreativo, fue definiendo cada vez más su forma con un creciente compromiso, como el artista plástico que va pasando del garabato a la figura.

La primera etapa, ya con cierta forma predefinida, devino en un grupo de unas seis personas.

Inclusive con esta configuración llegaron a hacer sus primeras presentaciones serias, incluso con dinero de por medio, en las que compartieron con el público sus primeras 14 piezas propias.

Ya con otra intencionalidad decidieron invertir en mejores instrumentos y comprometerse cada vez más. Gracias a las presentaciones, consiguieron sus primeras grabaciones con calidad profesional, debido a la propuesta del Laboratorio Infrarrojo que desarrolló el Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM).

Ahora, ya establecidos como un power trío, con un sonido cada vez más definido y la esperanza de poder compartir su música con la mayor cantidad de público posible, siempre desde el respeto y la humildad y la honestidad, se disponen a lanzar tres de esas grabaciones bajo el misterioso título de 13 que seguro, “mientras más lo escuchen, más les va a gustar”.

La presentación preparada para el bautizo de este EP será con entrada gratuita, el viernes 26 de julio, en el local El Cuchitril, ubicado frente a Fogade en el casco histórico de Caracas. El evento además, formará parte de la celebración de la semana aniversaria de la capital venezolana.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ María Isabel Batista
Caracas