Los religiosos belgas desafían al Vaticano y seguirán practicando la eutanasia en sus centros

No hay marcha atrás. Los responsables de los 15 hospitales psiquiátricos que los Hermanos de la Caridad gestionan en Bélgica continuarán practicando la eutanasia (legal en el país desde 2002) en sus centros, pese a la exigencia (amenaza de excomunión incluida) del Vaticano. En un comunicado publicado esta semana, los religiosos reiteran que «creen categóricamente» que la práctica de la muerte digna es compatible con la doctrina católica.

La nota choca frontalmente con la exigencia de la Santa Sede, que dio de plazo hasta el 31 de agosto a los hospitales de la orden para acabar con estas prácticas, y con el propio superior general de la congregación, René Stockman, quien anunció que tomarán medidas judiciales para forzar a los representantes de los centros hospitalarios -en su mayor parte laicos- para que cambien su política, o de lo contrario suprimirán cualquier tipo de relación de éstos con la congregación o la propia Iglesia.

No hubo diálogo con Roma

La congregación belga afirma la defensa de la vida y «del pensamiento cristiano», aunque también «los cambios y la evolución de nuestra sociedad». La nota lamenta que los esfuerzos por «entablar un diálogo» entre los hospitales, la orden religiosa y la Santa Sede «no hayan producido ningún resultado», y denuncia que ni siquiera ha tenido la oportunidad de explicar sus razones para continuar practicando la eutanasia.

Los hospitales belgas, en su comunicado, aseguran que continuarán ofreciendo «el mejor cuidado posible» a sus pacientes, pero que se pondrá por encima «sufrimiento insoportable e intolerable» que padecen estas personas y por el que piden una muerte digna.

La postura de los religiosos belgas cambió el pasado mes de mayo, después de años en los que la práctica habitual consistía en que si algún paciente solicitaba que se le aplicara la eutanasia, era transferido a otro centro de salud.

La junta argumentó que su posición «siempre tiene en cuenta los cambios y las evoluciones dentro de la sociedad», considerando al mismo tiempo «el reconocimiento de la postura excepcional y proporcional de la ética, la visión deontológica y la ideologización y la elección de conciencia».

Vaticano: «Moralmente inaceptable»

A partir de ahora, la reacción de la Santa Sede se espera fulminante, y en breve podría hacerse pública la expulsión de los religiosos de la orden y su excomunión, así como la de los laicos responsables de los centros médicos.

Unos centros que perderían su condición de «católicos», sobre la base del código 2277 del Catecismo de la Iglesia Católica, que afirma que «cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable».

F/eldiario.es
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